Necesidad de ella

Capítulo 4

—Naruto, no estoy para juegos.

—No estoy jugando, acaba de entrar una chica al bar, voltea y mira tú mismo —espetó Naruto con más dureza de la necesaria.

Cuando Sasuke volteó a ver ella ya estaba sentada en la barra quitándose el abrigo, no vio su cara pero su cabello rosa era suficiente para llamar su atención y ni qué decir del vestidito negro que llevaba puesto resaltando una delgada y curvilínea figura.

Se puso de pie lentamente mientras la escuchó ordenarle a Kakashi un vaso de Bourbon, estaba sorprendido, al parecer la chica tenía buen gusto. No podía evitar sentirse curioso por ella, por fin había llegado lo que tanto necesitaba.

Cuando se sentó a su lado notó dos cosas, la primera es que estaba bastante mojada, sus piernas desnudas relucían con pequeñas gotas de agua y los tacones beige estaban dos tonos más oscuros por la humedad ¿Acaso estaba caminando en la nieve? Tenía que estar loca o por lo menos era demasiado temeraria.

Lo segundo que notó es que su energía comenzó a subir poco a poco, su fatiga estaba disminuyendo, lanzó un vistazo a Kakashi quien le devolvió la misma mirada confundida y lo vio asentir de manera disimulada «Así que él también lo está sintiendo...».

Intentó entablar una conversación casual con ella pero no tardó en notar su rechazo, ni siquiera se dignó en voltear a verlo. Era la primera vez que una mujer no se mostraba desesperada por él y para ser sincero, su ego se sentía herido. Después de meditar un rato qué hacer para acercarse sin parecer demasiado pretencioso se decidió por lo que sabía que iba a funcionar. Sin embargo en el instante que sus dedos rozaron la suave piel de su oreja sintió una corriente viajando por su cuerpo, «Esta mujer está tan cargada de chakra que hasta parece salir por sus poros ¿Quién es y por qué está aquí?», pensó desconcertado lanzándole una mirada alarmada a Kakashi. Se sentía confundido, algo raro estaba pasando con ella, los humanos normales no tenían semejante cantidad de chakra en sus sistemas, tenía que ser una ridícula coincidencia que ella estuviera ahí.

La chica volteó a verlo y pudo darse cuenta que había estado llorando, sus ojos estaban rojos y con rastros de maquillaje estropeado además de mejillas enrojecidas por el frío, aún así pensó que era demasiado hermosa. Ella estaba mirándolo fijamente casi hipnotizada y por unos momentos se olvidó del propósito de estar ahí.

Sasuke volvió a la realidad en el momento que ella le dio una pequeña sonrisa, se veía aún más hermosa.

—Por lo que veo llegaste caminando y dudo mucho que quieras pasar la noche aquí.

—¿Todo eso lo dedujiste tú solito? Entonces al parecer sí tienes cerebro —respondió ella con un tono de burla. En otras circunstancias se habría sentido ofendido pero no podía darse el lujo de ser un patán con ella, necesitaba que cayera.

—Pero tienes razón —agregó—. Llegué aquí en la mitad de la noche y no tengo ni idea de dónde estoy, así que.. ¿Qué propones? —exclamó con una sonrisa aún más amplia.

Sasuke no estaba seguro de cómo sentirse y le fue difícil ocultar su asombro, normalmente era él quien llevaba las riendas de la situación pero ahora era ella quien lo estaba atrapando en su juego. Jamás llegó a imaginar que una chica con cabello rosa pudiera ser así de audaz y atrevida.

No dijo nada, simplemente le devolvió la sonrisa y con eso ella entendió todo.

Se levantó del asiento y le tendió una mano, ella la tomó y nuevamente sintió esa deliciosa energía fluyendo con su tacto, iba a ser una noche muy interesante. Agarró su abrigo el cual estaba empapado, no serviría de nada ponérselo a ella así que lo dejó en su brazo.
Dejó un par de billetes en la barra para pagar por el Bourbon, obviamente no era necesario puesto que el bar era suyo pero tenía que portarse como un caballero y mantener las apariencias.

Kakashi y Naruto vieron cómo se dirigió con ella a la puerta y en cuanto salieron Naruto no pudo evitar sentirse culpable. No era la primera vez que Sasuke se iba con una chica, pero sí era la primera vez que se sentía mal por ello.

—Era demasiado linda ¿No crees? —preguntó Naruto, su voz estaba pagada.

—Sí que lo era, aún no entiendo qué hacía aquí, no pude ni dirigirle la palabra. Además tenía una enorme cantidad de chakra... Sasuke estará feliz —respondió Kakashi manteniendo un semblante sombrío.

—Su destino quedó sentenciado en el momento que cruzó esa puerta y no podemos hacer nada para cambiarlo.

Ambos se quedaron en silencio dejando que una pesada atmósfera de desasosiego los cubriera, realmente no podían hacer nada.