єℓ єяяσя [KV](✿ฺ'∀'✿ฺ)ﾉ

20 (ㅇㅅㅇ❀)

Reposo su cabeza en el fuerte pecho del contrario.

– ¿Cariño, aún tienes sueño?

– Si, bien llegamos volvemos a dormir.

– ¿Quien dijo que tenía sueño?

– Tu cara de trasero te delata. – carcajeo viendo la cara de indignación de su pareja.

– ¡No tengo cara de trasero!

– Si la tienes.

– Bueno entonces tu tienes cara de vagabundo.

– ¡¿Como te atreves ,alimania?! ¡Yo soy hermoso hasta con granos y mocos!

– Nop te ves horrible.

– ¡¿Entonces porque te casaste conmigo?!

– No estamos casado.

– ¡Shhh callate! Quiero el divorcio.

– Bueno amor, vamos a dormir y luego te compró comida.

– ¡Ay te amo!

El elevador paro en el piso cinco, haciendo que la pareja bajase dirigiéndose hacia la vivienda.

– ¡¿Tae eres tú?! –grito Baekhyun al escuchar la puerta.

– ¡Si, ya llegamos!

– ¿Que onda amigos? Hola Tae, Hola Bogum. –dijo Park.

– Hola Chan.

– Todo bien. ¿Y ustedes?

– Bien, pero tienen un invitado que me robo a mi hombre.

– ¿No te esta dando atención?

– No, esta de pregunton y ni si acuerda de mi.

– Debe estar muy curioso para no tomarte en cuenta.

– ¿Y si ya no me quiere?

– Dios que dramático ChanYeol.

– Mira quien habla. Te acuerdas cuando Tae no aparecía y llamaste a tu prima policía para que fuesen con una patrulla a buscar a tu novio.

Los presentes rieron exageradamente, y él pelo negro simplemente se avergonzo sintiendo arder sus mejillas. Ese día se había asustado mucho al ver la hora mientras esperaba a Tae.

– Bueno, ya déjalo de molestar. – regaño mientras daba un sonoro beso en la mejilla roja. – Cariño vamos a saludar y luego a la cama.

Fueron al living donde se encontraba Byun. Él ahora peli azul vio que este se encontraba tomando mate mientras platicaba con otro sujetó que no podia ver ya que estaba de espaldas.

– Buenos días. – dijo su novio con cortesía hacia los dos muchachos.

– Hola pervertido.

– Ya deja de llamarme así, tu malinterpretaste las cosas.

– Si si, lo que digas... Pervertido.– susurro. – Bien chicos les presento a Jimin. Jimin ellos son Taehyung y Bogum.

– Un gusto.

Cuando el rubio se dispuso a voltear para saludar al moreno, quedándose  sorprendidos al reconocerse.

– No. – habló sin creer lo que veían sus ojos.

– Yo... – intento hablar, fallando.

Los presentes miraron angustiados la escena al notar un aura pesada.
El silencio era tan incómodo y desagradable que nadie se atrevía a comentar.

– ¿Ustedes se conocen? –  se ánimo a preguntar ChanYeol.

– Si, ¿que haces aquí?. – miro fijamente al chico rubio.

– Se podría decir que es un paciente de Jin. – trato de relajar el ambiente.

– Baekhyun no te metas porfavor, estoy hablando con él.

– Me dieron hospedaje.

– ¿Te quedaras más tiempo? – cuestionó.

– Hasta que encuentre donde ir.

– Bien. – volteo mirando a sus amigos. – me iré hasta que él. – señaló – se halla ido.

Una vez sentenció lo dicho se fue a su habitación agarrando su bolso de viajes para meter ropa y cosas esenciales para él.

Su corazón latía tan rápido que se comenzaba a preocupar. Tenia miedo, quería irse pero también quedarse.
Algo en él le gritaba que lastimara, que dañara para que sintieran lo que él sintió.

Su ansiedad estaba muy subida, tenía que mantener el control.

– ¡Mierda!

Salió sin tomar nada, fue directo a las escaleras no podía esperar el ascensor.

"– ¡No me toquen! ¡Jimin porfavor vuelve!

– Dulzura él ya se fue.

– ¡No grites!

– ¡Ayúdame Minie! ¡Porfavor!

– Cierra la jodida boca.

–¡No me dejes Porfavor! No me dejes..."

Los recuerdos atormentaron cruelmente su conciencia logrando un llanto desesperado.

– Volvamos, recuerda lo que te hizo. Hagamos que lloré, que se arrepienta. Él merece sufrir, no dejes que se quede en nuestro hogar, no lo ayudemos. Vuelve. Que sienta tu dolor, tu desesperación, tu llanto. Nuestra muerte fue su culpa. Fue su culpa, ¿nuestro bebé? Desprecio a nuestro bebé, ¡Él maldijo a mi bebé!

Esa voz no lo dejaba pensar con claridad quería que se calle de una buena vez.

Tan sumergido en las palabras de su subconsciente que no cayó en cuenta que había llegado. Dio gracias de haber logrando venir sin ser atrapado por alguna mala situación, que idiota era al no prestar atención su camino pero por suerte no le pasó ningún accidente.

– Cariño... – susurro exhausto tirándose en el suelo mientras recargada su cuerpo.

Jamás sería como ellos. Él no era una jodida bestia como para lastimar lo que alguna vez llegó a querer y apreciar.

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Talvez lo edite, no me ha gustado...