єℓ єяяσя [KV](✿ฺ'∀'✿ฺ)ﾉ

10 (ㅇㅅㅇ❀)

–¿Donde estoy?

Se preguntaba al no recordar el lugar donde se encontraba.
A lo lejos vio una puerta, la cual reconoció al instante como la de la casa de Taehyung
¿Estaba en Daegu?

La abrió, y lo que encontró no era precisamente lo que esperaba ver.

– ¡Para!... – grito una vez recuperó el aliento.

–¡TE MERECES ESTO! ¡ERES UNA PUTA! – el sujeto seguía golpeandolo.

– Jungkook.. – habló en un susurro.

– Bebé... ¡Ya déjalo! – se hacerco al hombre el cual golpeaba sin remedio alguno a su pareja.

Cuando ya estubo al frente del hombre pudo ver que era el mismo.

–¿Q-Que? Soy... Soy yo.

Tenía tantos sentimientos que sin darse cuenta empezó a llorar.

– Amor por-porfavor para, para – habló taehyung.

Jungkook lo miro una vez mas antes de lanzarse hacía el mismo.
Pero no contó que al querer detenerse así mismo cayo directamente al suelo.

No podía intervenir.

El era un tipo de fantasma en ese momento.

–¡JODER, JUNGKOOK DEJALO! ¡LO ESTÁS MATANDO, ESTÁS MATANDO A EL AMOR DE TU VIDA! ¡ESTÁS MATANDO A NUESTRO HIJO! – grito ya desesperado.

– Eres una puta mi amor, eres una mierda, ya no me sirves para nada... – le susurro al oído.

– Te a-amo.. – fue lo único que pudo responder el morenito.

– No bebé... No.... No.

– Me das asco taehyung, tu y tu estúpido hijo me dan asco.

– ¡YA callate!

– Te amo Jungkookie... – dio su último aliento.

–¡NO! ¡BEBE NO! ¡mi amor respira porfavor! –grito pero Taehyung no podía escucharlo.

Solo podía ver como moría lentamente.

El no podía hacer nada.

– Ves lo que hiciste si no te hubieras detenido esa noche –ríe –eres patético, ya lo perdimos.

Dirigió su mirada hacia el mismo, él cual ya estaba aún lado de él. Y sin previó aviso le dio un golpe.

Despertó agitado, con ojos llorosos , un nudo en la garganta , y un sudor frío.

– No, yo no pude haber hecho eso.

Empezó a llorar al recordar el sueño.

–No soy un asesino, nunca ubiese matado a Tae, Tae...

"Te amo Jungkookie" Jamás lo mereció.

– Yo también te amo, lo siento tanto, lo siento no merecías nada de esto. –habló sin dejar de soltar lágrimas.

Era monstruo. Él era un asco.