Me vuelvo a poner mi capa y sostengo el libro de Delia entre las manos, es un libro sobrio, de tapas antiguas, sin título, ni decoros, no me atrevo a abrirlo, pues creo que sé que es lo que me voy a encontrar y no creo que me vaya a gustar. Seguramente cuente la historia de Calurnia o, incluso, el porqué de mis ojos.
Recuerdo las noches en las que no hay luna, en las que se ven todas las estrellas, las pasaba con Looren y este se inventaba una historia para el origen de mis ojos cada vez que nos encontrábamos.
Miro a Ainya e intento buscar las palabras precisas para explicar mi comportamiento, obré mal, lo sé, pero lo hice porque está prohibido que la gente de Calurnia salga de su tierra, incluso para comerciar, una ley absurda que lleva siglos en vigor. Aunque ella también me ha mentido, pero por alguna extraña razón no me siento ofendido, al contrario, me siento fatal por haberla mentido y por haber usado a Looren, mi único amigo, como escudo para ocultar mi identidad, menos mal que la sacerdotisa de las ninfas no ha dicho nada de mí a nadie, salvo a Ainya claro, parece una mujer muy interesante, me gustaría poder hablar con ella un poco más, pero ahora no es el momento.
Mil resultados se me pasan por la mente con cada paso que doy y nos acercamos más al palacio y el que más factible me parece es el que al descubrir mi identidad me hayan tendido una trampa y me maten en cuanto ponga un pie dentro de sus muros, aunque, por otra parte, si Ainya lleva más de dos lunas cuidando de mí debería saber antes de que yo se lo dijera que soy de Calurnia, entonces, ¿por qué no me ha matado ya?
Otra posibilidad es que la sacerdotisa diga la verdad y esa tal Selenne esté realmente en peligro.
Me obligo a no pensar más en todo esto cuando llegamos a la entrada del castillo, tan majestuoso como el templo de las ninfas. Pido a las estrellas que todo salga bien mientras avanzo.
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Cuentos en una noche estrellada.
FantasyEn los cinco reinos de Faebela conviven las hadas, elfos, ninfas, hechiceros y faelos en relativa armonía, salvo estos últimos, discriminados por el resto del mundo desde hace siglos. La reina de los elfos moviliza a su ejército y conquistan el rein...