Una familia siempre debe de estar allí para sus hijos, sin importar que tan fuerte o débil sea, pero ellos jamas fueron sus padres. Cuando supieron que su primogénito y su hija menor eran tan fuertes, que eran los héroes, entonces, todo en lo que cr...
Luego del ataque del Kyūbi y despues de sobrevivir al Shiki Fūin, Minato quedó en shock, olvidándose por completo de la advertencia de Shinigami: «Te dejaré vivir, pero espero que sepas comportarte más como un padre, que como un Hokage»
― ¡Hokage-Sama! ―gritó un ANBU, mientras que otros ANBU's llegaban al lugar― ¡Revisen a Hokage-Sama y a Kushina-Sama! ―los Iryō-Nin del grupo hicieron lo ordenado por su capitán.
―Parecen estar sanos, capitán ―dijo uno de los Iryō-Nin.
―De acuerdo, los llevaremos al hospital ―dijo el ANBU. Luego de algunas horas, en las que todo parecía ir bien, Minato sintió un profundo dolor en su corazón y cayó en principios de coma.
Cuando Minato despertó (2 semanas despues), encontró a Konoha convertida en un autentico caos: los civiles y aldeanos sabían que los hijos del Hokage contenían a Kyūbi y pedían a gritos su muerte, se enteró por Kakashi de la reactivación del programa NE, supo que los consejeros civiles habían tomado el control de la academia Shinobi y que habían realizado decretos que les permitían tener voz y voto en las decisiones Shinobi.
Minato quería hacerse cargo de ello, pero Jiraiya apareció de improvisto y le dijo que pensaba que sus hijos podrían ser los niños de la profecía, esto le hizo olvidar todo el asunto y pensar 100% en la profecía, expresando que Kaito y Saori tenían el poder de Kyūbi y ambos dijeron al unísono que ellos serian los niños de la profecía y que debían de estar preparados para el futuro.
Ese fue el comienzo.
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Mansión del Hokage 8 años despues
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Desde una de las habitaciones superiores, un niño de cabello rubio, ojos azules y marcas en las mejillas, observaba el entrenamiento llevado a cabo por sus hermanos menores, en compañía de sus padres. El niño se preguntaba por sus padres no lo entrenaban a él, ni a su hermana menor, se preguntaba cual era esa dichosa profecía y porque sus hermanos eran "los niños de la profecía"
―Hola ―le saludó una niña de cabello rubio recogido en dos coletas, vestida con una camisa que terminaba en una falda de color negra― ¿Están entrenando, nuevamente? ―el mayor asintió y tomó las manos de la menor.
― ¿Quieres ir a jugar? ―preguntó Naruto con una sonrisa, su hermana menor: Naruko asintió y lo acompaño hasta los juegos del parque, donde pasaron casi todo el día, luego fueron a comer Ramen donde un hombre llamado Ichiraku Teuchi, quien era bueno con ellos y les daba comida gratis, pues sabía sobre la negligencia de sus padres, Teuchi y su hija Ayame se lo habían tomado muy personal y no solo les daban comida a los niños, sino que también les daban ropa, juguetes y (en algunos casos) techo.
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Cuando le fue arrebatado su Chakra y su Yōki, Kyūbi habría esperado cualquier cosa, menos ser encerrada dentro de uno de los hijos de Minato y Kushina. Estuvo desmayada dentro del niño por casi 4 años y los 4 años siguientes, pudo ver con asco como sus padres lo ignoraban, ella jamás se hubiera esperado algo así de Kushina, su ex-novia solía ser amorosa con todos a su alrededor y ambas muchas veces bromeaban sobre tener hijos. Ahora mismo, odiaba llamarse a sí misma "ex – novia de Uzumaki Kushina", pero dejando fuera todo eso, su mente estaba ocupada en otros asuntos.
Ahora mismo Kyūbi se preguntaba seriamente, con qué clase de bastardo se había casado su ex-novia y se preguntaba que le había hecho a Kushina, para llevarla a ignorar a Naruto y Naruko como si ambos fueran invisibles. Había pasado una semana desde el cumpleaños #8 de Naruto, Kaito y Saori y el cumpleaños #7 de Naruko. Sin poder resistirlo más, Kyūbi miró su celda y sonrió, Shinigami le había dado algo más que solo una prisión, este sello, estaba diseñado para actuar como un imán, devolviéndole sus poderes, los cuales estaban dentro de Kaito y Saori.
Sentía como poco a poco su poder volvía y tenía que agradecerles a Minato y a Jiraiya por entrenar a ambos niños e indicarles como emplear su Chakra e Yōki, de no ser por eso, aquello sería muy demorado y Naruto solo llegaría a tener acceso a ese poder a sus 16 años, pero ahora, seria en menos tiempo.
Además, en su celda habían 2 puertas: una de ellas, le permitía recorrer la mente del niño, para no tener que estar todo el día en esa mazmorra y la otra puerta…
Había algo con esa puerta. Sus instintos animales gritaban para que no se acercara a la puerta blanca.
―Sea lo que sea que hay detrás de esta puerta ―pensó ―Solo tú, Naruto-Kun. Solo tú: puedes atravesarla. Esto es como la caja de pandora… siendo un poder inhumano venir de ese lugar ―Sonrió y con sus garras escribió ―Y yo estaré aquí, para ayudarte a controlar lo que sea que se encuentre, tras esta puerta.
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