Naruto y Naruko los hermanos de la esperanza

Capítulo XVII

 ¿Cómo fue que ocurrió esto? ―se preguntaba el pelirrojo― ¿Cómo fue que los ancianos y los estúpidos ex – consejeros civiles, consiguieron tanto poder? ―se preguntó, mientras que hacía que su Chakra rotara en su mano derecha― ¡Rasengan! ―el joven Uzumaki liberó su frustración, contra un árbol, dejando que las astillas volaran.

― ¡Kaito-Nii! ―le gruñó Saori, haciendo que el pelirrojo mirara a la rubia, quien tenía un rostro molesto ―No permitas que tus emociones nublen tu juicio. Según las palabras de Otosan…

―Ellos así lo quisieron, eso ya lo escuché ―dijo el pelirrojo aun molesto, mientras que se sentaba en el suelo y se quitaba su camiseta, Saori se sonrojó al ver el torso de su hermano, tragó saliva y sacó un tarrito de pintura y un pincel, para comenzar a pintar algunos Fūin de gravedad y supresores de Chakra, con tal de que Kaito no hiciera trampa y absorbiera el Chakra a su alrededor, si comenzaba a transformarse en sapo, entonces Saori le golpearía con una vara ―Comencemos ―dijo el pelirrojo, la rubia asintió y miró a su hermano concentrando el Senjutsu.

―Espero que ustedes se encuentren bien… las cosas se están poniendo feas por acá ―pensó Saori, antes de golpear a su hermano.

― ¡Auch! ―gruñó el pelirrojo― ¿Y eso porqué?

―Lo lamento, creí que habías comenzado a transformarte en sapo ―dijo ella con una sonrisa tonta y rascándose la cabeza, mientras que ella suspiró y tomo un pergamino sobre Kenjutsu para comenzar a leerlo ―Niisan, Imoto, Haku-San... no los dejaremos solos, los ayudaremos. Ahora ustedes están en problemas, por no tener una aldea ninja a sus espaldas, no los dejaremos solos ―de forma distraída, golpeo el suelo con su pie rebosante el Chakra, la vara salió volando y golpeo a Kaito en la cara.

― ¡Oye! ―gruñó el pelirrojo, para luego tragarse su enojo y volver a concentrarse en sentir el Chakra que (supuestamente) estaba a su alrededor. ―Es inútil… esto no funciona y por culpa de Otosan, ahora tenemos la mitad de nuestro Chakra original, gracias al Chakra y al Yōki de Kyūbi, es inútil, ya no podemos acceder a nuestros Jutsus más poderosos―el joven apretó sus dientes molesto ―Estúpido enmascarado… ¿Por qué tenias que aparecer?

―Creo que hay otra forma, Kaito-Kun ―dijo Saori, para luego quedarse en silencio, Kaito se extraño de que ella dejara de hablar y subió su mirada, para luego mirar hacia su derecha encontrándose con unas aguas termales.

― ¿Y bien? ―preguntó el pelirrojo― ¿Me contarás tu nueva idea? ―la rubia asintió, le ayudó a ponerse de pie y lo guio hasta las aguas termales

―Desnúdate ―dijo la rubia sin pelos en la lengua, haciendo que el chico se sonrojara.

― ¡¿Qué, qué?! ―preguntó él sin podérselo creer.

― ¡Pervertido! ―el pelirrojo recibió un Rasengan en su cara ―Metete en las aguas termales, relaja tu cuerpo y tu mente y luego intenta usar el Senjutsu. Oye, ¿me estás escuchando? ―Kaito estaba empotrado en un árbol y con los ojos en espiral ―No pierdas el tiempo, Ero-Nii ―la rubia desnudó al pelirrojo y lo obligó a entrar en las aguas termales, volviendo al entrenamiento del Senjutsu, lográndolo ahora con gran facilidad.

―Eres increíble ―dijo el pelirrojo, haciendo que Saori tomara una pose de suficiencia ―e insoportable ―el Instinto Asesino de la rubia cubrió todo el lugar y los resquicios del Yōki de Ritsuko, hicieron acto de aparición ―Oye, ¿Qué estás haciendo con ese Rasengan?, ¡Oye, espera no! ―Kaito alcanzó a esquivar el Rasengan de su hermana y alcanzó a vestirse.