Capítulo V

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― ¿Se puede saber, que crimen cometimos, para sufrir esto? ―preguntó Saori, era hora de ir a casa y como todos los niños, ellos estaban cansados luego de un extenso día de estudiar sin parar.

―He escuchado, que Otosan quedó inconsciente luego de sellar a Kyūbi y el consejo civil, tomó gran parte del poder que tenían los Shinobis, por ello tenemos que ir durante un año a la escuela civil ―dijo Naruto, sus hermanos asintieron.

Un año.

Un año de vida, tirado a la basura: quizás lo único positivo eran las materias de geografía (para aprender del continente), Historia y caligrafía (para quienes querían aprender Fūinjutsu), pero lo demás: literatura, matemática, etc. Sencillamente no servían de nada.

Finalmente, llegó el momento de pasar a la academia, pero al ver el plan de estudios, los hermanos Namikaze, lo mandaron al diablo y continuaron sus entrenamientos con sus padres, sus hermanos, sus compañeros [Michael y Lucius] y Akane.

Gracias a su ira contra el programa, Naruto y Naruko estudiaban todo cuanto podían, gracias a los Kage Bushin y en clases no podían evitar exhibir su sabiduría y aburrirse a más no poder.

Al ser constantes sus intervenciones en clase y siendo sus calificaciones las más altas, Iruka decidió comentárselo al Hokage, teniendo Minato que comentarlo al consejo de clanes y civil, decidiéndose que Naruto y Naruko serian nombrados como Gennin y entrenarían con Hatake Kakashi, pues él tenía afinidad al Raiton y tenia Jutsus Suiton, gracias a que los había copiado con su Sharingan, pues eran los elementos de ambos hermanos Uzumaki.

Era la noticia del semestre: el primogénito del Yondaime y su hija menor, se habían graduado como Gennin a los 7 y 6 años respectivamente.

Kakashi decidió tomarse en serio el entrenamiento de los hijos de su Sensei, aunque él desearía tener tiempo para comprar su Icha-Icha: Violencia, durante los entrenamientos de sus Gennin, pero Kushina había convertido su Icha-Icha: Paraíso y el Icha-Icha: Violencia, en un par de folios de hojas húmedas e inservibles con su Suiton.

Recuerdo

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Oficina del Hokage

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Kakashi: tu entrenarás a Naruto y Naruko, pues sus calificaciones y su nivel de Chakra, son suficientes, para graduarse de la academia a pesar de su corta edad ―dijo Minato.

Bien ―dijo Kakashi, mientras que leía el Icha-Icha: Paraíso ―Prometo que entrenaré a Sasuke, en el nombre de Obito. No se preocupe Sensei, solo debemos esperar a que se gradúen… ―Su libro fue atravesado por una pequeña bala de agua, que lo golpeo en el hombro ―Oiga: Kushina-Sama… ―pero dejó de protestar, al ver el rostro de la mujer y su cabello formando 9 colas.

Kakashi… no estás… prestando… atención ―gruñó una enfadada Kushina, liberando su Instinto Asesino, sobre el pobre Jōnnin, haciéndole mojar sus pantalones ―Entrenarás… a Naru-Kun y a Naru-Chan y más te vale, que no los encuentre leyendo esa porquería, o ponerles la prueba de los cascabeles o voy a sacarte ambos ojos con una cuchara ―Era definitivo. No podría comprar el siguiente numero, ni el que acababa de perder, hasta que no finalizara la etapa Gennin y Chūnnin de ambos niños o Kushina seguramente le quitaría la piel y lo freiría en un sartén gigante o quizás, algo más lógico: lo encerraría en un laberinto y soltaría a sus Kitsunes, para que lo persiguieran. Aunque claro: Itachi, Shisui y Kurenai llegaron muy lejos, gracias a esos entrenamientos/torturas de Kushina, pero aun así, no deseaba vivirlo.

Naruto y Naruko los hermanos de la esperanza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora