Capítulo XI

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Los días pasaban Naruto y Minato ayudaban con el Fūton a Kaito, Naruko y Kushina ayudaban con el Suiton a Saori, además de que Naruto hacia que sus lobos persiguieran a Kaito y Saori, mientras que ambos tenían Jūryoku no Fūin (Sellos de Gravedad), en sus cuerpos, para la velocidad.

Había pasado la primera semana de entrenamiento de sus hermanos y sinceramente, con lo que Naruto y Naruko habían descubierto, no tenían ganas de ayudar a los Shinobis de Konoha, su voluntad del fuego se estaba apagando cada vez más y se preguntaron si en ese mundo, en el cual les había tocado vivir, existiría acaso la llamada "Justicia".

Naruto-Kun ―habló Ritsuko ―Para la gran mayoría de las personas, la paz se obtiene cuando no se es atacado y aquellos que inician guerras, se escudan en tonterías como, por ejemplo: "ellos tomaron algo nuestro". Recuérdalo siempre: ustedes viven en un mundo donde espiar, asesinar y moverse entre las sombras, es lo normal; donde debes desconfiar de todos, incluyendo de tus hermanos ―el rubio miró a su derecha ―No tan literal. Pero ese es el mundo.

Pues, viendo lo que he visto en mi corta vida, no sé si quiero formar parte de este sistema. Esto no era lo que deseaba Rikudo-Sama ―dijo Naruto ―Quizás no pueda cambiarlo, pero puedo darles un paraíso en este infierno a aquellos que en algún momento, lleguen a ser importantes para mí. ―Más temprano que tarde, llegó la hora de almorzar y todos hablaron sobre los exámenes que estaban a punto de llevarse a cabo y luego decidieron salir de paseo en familia, pero una loba apareció ante Naruto.

Naruto-Sama: Suna, Oto y NE, van a atacar Konoha el día del examen Chūnnin ―dijo la loba.

―Gracias Vila, puedes retirarte ―dijo el rubio ―Bueno Otosan, ¿ya escuchaste a mi invocación? ―el Yondaime asintió.

―Vamos a la oficina y desde allí, haré que los ANBU's reúnan a los consejeros Shinobi y a los consejeros… ―pero Kushina interrumpió a su marido.

―Los civiles son tan ambiciosos como Danzō y si les contamos de esto, entonces ellos advertirán a los ancianos y no podemos permitirlo. Tenemos el factor sorpresa, Minato-Kun ―dijo Kushina, la familia al completo desapareció en un Shunshin, para ir a la oficina.

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Oficina del Hokage

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― ¡ANBU! ―gritó Minato al instante, Neko (Uzuki Yugao) apareció ante él ―Manda a llamar a los líderes de clanes, lideres Chūnnin, Jōnnin y ANBU. Estamos en una situación de clase Omega y no quiero que los ancianos y los civiles se enteren.

―No se enterarán, Hokage-Sama ―aseguró Yugao, antes de desaparecer en un Shunshin. Mientras tanto, Minato mostró un pergamino con el mapa de Konoha.

― ¡Kuchiyose no Jutsu! ―de una bola de humo, apareció la misma loba ―Vila-Chan, necesito que me digas si sabes desde que puntos atacarán los enemigos.

―Claro que lo sé, Naruto-Sama ―dijo la loba, saltando a la mesa y untándose las patas con tinta, para luego marcar algunas zonas y despues hacer flechas con sus garras, señalando los lugar que serian atacados.

―Los refugios de la torre del Hokage, están entre esos lugares a atacar ―dijo Kushina preocupada.

―Enviaré un mensaje a Damiyō-Sama, para que nos ayude a darles asilo a los… ―un halcón mensajero llegó en ese momento y graznó, Minato tomó la nota de su pata, la leyó y sus ojos se abrieron― ¿Pero cómo…? ―los líderes de clanes, líderes Chūnnin, Jōnnin y ANBU aparecieron.

Naruto y Naruko los hermanos de la esperanza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora