Naruto y Naruko los hermanos de la esperanza

Capítulo XLI

El cielo y el infierno no siempre son como los humanos los pintan. El cielo físico es un espacio en el cual se mueven los astros y cuyo efecto visual, parece rodear la tierra. Pero el llamado "Paraíso" puede considerarse más bien como una dimensión alternativa a la de este mundo. Una dimensión perfecta, la cual es habitada por los dioses y en la cual algunas almas, son recompensadas convirtiéndose en ángeles.

El infierno es tomado como un lugar bajo tierra, en el cual habitan unos seres se horrorosa apariencia llamados demonios, siendo tomados como contrapartes de los ángeles y quienes desean la destrucción total.

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Mundo Humano; Base de Orochimaru en Kusagakure

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— ¿Qué deseas, Orochimaru? —preguntó el enmascarado, mientras que el Hebi Sen'nin sonreía.

—Creo que tengo algo, que te… podría interesar —dijo Orochimaru, guiando al enmascarado hasta un subterráneo de su base, en el cual encontró una maquina extraña y un par de jaulas. La maquina fue encendida, un par de siluetas aparecieron en las jaulas y luego gritos femeninos, Kabuto apagó las maquinas y el enmascarado no podía creer lo que veía su ojo.

— ¿Cómo…?—El enmascarado no entendía nada— ¿Qué significa esto, Orochimaru?

—Muchos siglos antes de que Rikudo caminara sobre este mundo, este era poblado por ángeles y demonios. Una guerra ocurrió entre el líder de los ángeles: YHVH y los líderes de los demonios: Amón, Lucifer, Belcebú, Belfegor, Leviatán, Mammón y Asmodeo —explicó Orochimaru, sin dejar de sonreír —Sin embargo, YHVH y los 7 reyes se destruyeron entre ellos, otros tomaron sus lugares y de ese modo, el infierno y el cielo siguieron existiendo. De no ser por eso, en nuestro mundo veríamos ángeles y demonios todo el tiempo o quizás sería peor y los muertos volverían a la vida. He conseguido invocarlas a ellas, gracias a un libro muy singular, llamado "La Cábala". Escrito por el arcángel Gabriel, con el objetivo de que, en el hipotético caso de que el mundo humano fuera atacado por los demonios, unos Ninsō pudieran invocar a los ángeles, para lugar.

— ¿Las pondrás a ellas bajo tu mando? —preguntó el enmascarado.

—Ellas ya están bajo mi mando —aclaró el Hebi Sen'nin —Pronto destruiré Konoha. Prepárate, para ver la aldea caer… Obito-Kun —el enmascarado mostró sorpresa, ante lo inesperado de que Orochimaru supiera su nombre real, pero prefirió salir de allí con su Kamui.

Fin del Recuerdo

Obito miró el laboratorio en el cual se encontraba actualmente, luego miró el libro entre sus manos. Acababa de toparse con ese lugar, por simple casualidad: había estado deambulando por Amegakure, mientras que pensaba en qué hacer y cuál podría ser su próximo movimiento. Había estado tan absorto, que más tarde que temprano acabó encontrándose ante un edificio derruido, él no le habría prestado mayor importancia de no ser por la gran cantidad de Fūinjutsu's que rodeaban el edificio, sin lugar a dudas, había algo allí mismo.

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Torre de Pein

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—Esta guerra ya ha durado suficiente —murmuró Pein, quien finalizó de escribir algo, en un pergamino —Zetsu —el hombre planta apareció detrás de él —Quiero que le hagas llegar, esta nota a Namikaze Naruto. Tendré un combate contra él y su hermana, que definirá el destino y el futuro del continente.