El piano había comenzado a sonar, alertando a los invitados y al novio.
Josuke Higashikata permanecía inmóvil en el altar; luciendo impecable su traje negro y peinado hacia atrás. Su corazón latía desbocado, esperando impacientemente por verlo.
La melodía cambió y pronto las grandes puertas del salón se abrieron, dando paso a los padrinos.
Los primeros en entrar fueron sus padres. Joseph Joestar junto con Tomoko Higashikata veían con orgullo y lágrimas en los ojos a su hijo, quién ahora daba la ilusión de ser un hombre.
Seguido de ellos, Jotaro Kujo y Kakyoin Noriaki; padrinos principales. El pelirrojo hacia su mejor esfuerzo por ocultar la emoción que sentía y el mayor esbozaba una sonrisa genuina.
Okuyasu Nijimura era el encargado de llevar los anillos y Hirose Koichi, quién había viajado desde Morioh para la boda, tiraba flores en el camino.
El corazón del ojiazul se alteró y sin poderle quitar la vista de encima, se sintió como el hombre más afortunado del mundo.
Kishibe Rohan entraba a paso delicado al salón, vistiendo un hermoso traje blanco y un suave velo cubriendo su rostro. Acompañándolo, estaba Reimi Sugimoto; su antiguo amor era la encargada de entregarlo.
En el fondo veía con tristeza como los luceros de Rohan se posaban anhelantes en Josuke, aún a través del velo podía ver el brillo en su mirar, ella sabía que dolería cuando tuviera que ceder su mano al chico con el que lo perdió pero también sabía la herida que cerraban. Una que al desaparecer, le daría a ambos la tranquilidad que necesitaban para volver a empezar.
Cuando el momento llegó, Josuke tendió su mano y Rohan sin dudar se entregó a él. Con ambos en el altar, el de ojos azules miró a Reimi con agradecimiento.
"Sé que estará bien contigo"
-Te ves hermoso.- Susurró para él mientras descubría su rostro. El ojiesmeralda sonrió suavemente.
-Lo sé.- Josuke rodó los ojos con una sonrisa de lado.
-Bien podrías halagarme.- Ambos rieron en bajo mientras el Padre comenzaba a hablar.
Poco les importaba lo que hombre mayor estuviera diciendo. No necesitaban todo ese pomposo discurso para saber qué siempre estarían ahí el uno para el otro.
Porque Rohan amaba el entusiasmo que el ojiazul desprendía. Se perdía en su sonrisa sincera y en sus ojos que siempre parecían estar cargados de amor y determinación. Lleno de energía, atractivo pero embustero, risueño, burlón, amante del campo y de lo sencillo; Josuke Higashikata era por quién había caído totalmente enamorado.
Porque Josuke amaba el misterio que envolvía al peliverde. Quedó cautivado por la fiereza de sus acciones, palabras y miradas. Poco a poco se fue enamorando de la manera en la que su cuerpo hablaba, en cómo se concentraba al pintar y se olvidaba del mundo, en cómo su rostro cambia al sonreír. Hermoso, huraño, dedicado, orgulloso, egocéntrico pero de un gran corazón; Rohan Kishibe había pintado su mundo con su presencia.
No dejaron de mirarse durante todo el tiempo y tampoco dijeron nada más. No hacía falta.
Okuyasu se acercó lentamente con los anillos, con lágrimas recorriendo su rostro y una amplia sonrisa.
-Josuke, tomas a Rohan como tu esposo, prometes cuidarlo, amarlo y respetarlo.- El ojiazul tomó su mano con delicadeza y puso el anillo.
-Lo hago.-
-Rohan, tomas a Josuke como tu esposo, prometes cuidarlo, amarlo y respetarlo.- Acarició su mano antes de ponerle el anillo y después sonrió.
-Lo hago.-
-Por el poder que se me ha concedido, los declaró oficialmente esposos.- Antes de que pudiera continuar, la voz de Jotaro y su padre le interrumpió.
-¡Bésalo ya!.- El joven Higashikata no perdió tiempo, tomó bruscamente su cintura y lo pegó a su cuerpo.
-Te amo.- Susurró contra sus labios.
-Yo también te amo.- Le jaló del cuello de la camisa hasta que sus labios se fusionaron en una danza de emociones. En el fondo los invitados celebraban alegremente, arrojando flores y tomando fotos de los recién casados.
Es aquí donde acaba el prólogo de nuestra historia e inicia un capítulo en blanco.
"¿Yo y él? ¡Ni loco!"
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Se acabó, finalmente se acabó. ¿Qué se supone que voy a hacer ahora? Llorar, obviamente.
Gurl, está historia tenía un final ya escrito desde que la empecé pero ahora que ha llegado a su fin me siento contrariada.
Solo espero que de verdad ustedes la hayan disfrutado tanto como yo. Haré un especial pronto y pondré la historia como terminada.
Gracias a todos por su apoyo a lo largo del proyecto, no saben como me divertía leyendo sus comentarios o lo feliz que me ponía al ver que querían más.
Sin más que decir, recuerden votar, comentar y agregar a su biblioteca si les gustó.
¡Nos vemos en el especial!
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¡¿Yo y él?! ¡Ni loco! (Josuhan)
RandomEn una sociedad dónde tu apellido lo es todo, los dos herederos de las más grandes familias de Japón son elegidos para un matrimonio arreglado. Acompañen a nuestros protagonistas a un mundo de status dónde enamorarse es posible.