Comprando Un Omega

|| Entrega Especial ||

Me senté en mi cama mirando el peluche encima de ella manta, mordi mi labio inferior para sonríe.

Me gustaba los peluches, más las Jirafas lo tomé entre mis manos realmente era lindo.

–¿Y eso?

—Me lo regalo tu amo

Mencioné viendo a Siwon entrando, el venía debes en cuando aquí y hablamos era bueno tener un amigo al menos.

—¿Así? Veo que te gusta mucho.

Me sonroje por lo que dijo, no se si lo decía por el peluche o por el idiota.

—Me gusta el peluche.

El río despacio, para levantarse.

–Yo me refería al peluche ¿Que estas pensando?

Negué despacio, para mirar otro lado.

—Nada, se que te referías al peluche.

—Si no te conociera, diría que piensas en el amo.

–No jamás como crees, yo lo odio.

—Te diré un refrán, Entre el odio y al amor solo hay un paso.

Lo fulmine con la mirada ¿Yo enamorado de ese idiota? Jamás.

–RyeoWook, Jong quiere verte en el jardín.

Siwon me mirada divertido, lo ignore me acomode un poco para ver al idiota.

Mientras caminaba me ponía nervioso, al recodar el beso que me dio sentir mis mejillas calentarse y el presente que me dejo.

Al llegar al jardín mi corazón empezó acelerarse fuertemente, ahí estaba el parado con una sonrisa.

–Buenos días RyeoWook.

Se acercó a mí, me aleje rápidamente me sentía nervioso.

—Buenos días, Nana me dijo que querías verme

Jugué con mis manos despacio, estaba nervioso mi corazón se aceleró más.

–¿Te gustó mi regalo?

Me sonroje aún poco al escucharlo, desvíe mi mirada.

–Si mucho me gusto, gracias.

—Me alegro, sabía que te iba gustar se parece a ti

Volví mi mirada a él.

–¿A mi?

Asintió mientras se acercaba a mí, mis piernas temblaban por el acercamiento.

—Si es pequeño, tierno y muy hermoso.

Mi corazón se acelero más por sus palabras, jamás alguien dijo eso. Senti sus manos en mis mejillas la leve caricia

—Es lo que me gusta de ti, eres tan especial y perfecto.

Sentí otra vez esa calidez en mis labios, quería más busque más esa calidez.

—Jong que......oh Dios disculpen

Me separe rápido de él al escuchar la voz de Nana, estaba sonrojo hasta las orejas los mire a ambos y salí corriendo de ahí me sentía sumamente avergonzado.

Entre a mi habitación rápidamente, para meterme baja las mantas sentía mi corazón latir como loco.

Toque mis labios sonreír despacio me había gustado el beso, cerré mis ojos para recodar la sensación. Jamás me había sentido así.

Me levante despacio para mirarme al espejo.

—Me gusta, Ese idiota me gusta.

Mormure con un poco de miedo, aun tenía mis dudas con el. Pero todo lo que ha estado haciendo y las palabras eran sinceras.

—¿Será el? ¿será mi destino?

Me pregunté a mi mismo camine hasta la ventana abrí un poco la cortina, estaba abranzando a Nana con alegría y emoción su mirada era diferente.

—Eres tu mi destino.