51 días con Ren.

Día 2 "Hola... ¿Ren?"

Subí a mi habitación y ahi me acoste en mi cama y comece a procesar todo, la propuesta de mis padres y sobre todo, mi estancia con ese chico. Deseaba a que él fuera de lo mejor y agradable pero casi siempre lo que deseas o visualizas son totalmente lo contrario ¡en verdad que no sea lo contrario a lo que espero de ese chico!

Día 2

Desperté y como siempre hice lo que a diario hacía, asear me, arreglarme etc. Etc. Etc. En cuanto acabe baje a la cocina, al entrar en ella me lleve una sorpresa ¡mis padres estaban en casa! Valla que me sorprendía verlos en casa tan temprano pues ellos siempre eran los primeros en salir y dejarme todo el día sola hasta en la noche cuando llegaban.

-¿Hoy no salieron? -pregunté-¿Por qué?

-Tu madre decidió quedarse para ayudarte a empacar tu ropa-explico papá-, y llevarte al departamento.

-¿Por qué quieren que me valla tan pronto?-les pregunte puesto que se me hacia demasiado raro que estuvieran haciendo todo esto tan repentinamente.

-¿No eras tú la que quería irse de la casa?-dijo papá con su tono de voz tan frio.

-¡Claro, asi es!-di un suspiro y sin más volví a mi recámara, saque mi maleta y comencé a sacar la ropa del ropero para meterla a la maleta y así hasta que se lleno por completo. Tome la otra maleta que tenia y metí lo último de ropa que faltaba hasta que el ropero quedo vacío. Agarre mi celular y mire la hora, 12:31 p.m. Me senté en la cama y mire mi recámara, pensé que verla por "última vez" en haría sentir nostalgia pero no fue así, sentía alegrí,a tal vez. Ni yo sabía que era lo que sentía. Escuche los pasos de alguien en el pasillo hasta que los escuche en mi recámara, levante la vista y era mamá.

-¿Has terminado?-pregunto.

Acenti con la cabeza. Ella se acerco y se sentó a mi lado, me miro por unos minutos después me dijo.

-Espero que vengas a visitarme -su voz se quebró -, cuida mucho de ti y no descuides tus estudios ni mucho menos te saltes las comidas. Estoy segura que para tener 20 años eres lo suficientemente madura y eso me da paz. Promete me que te cuidadas.

-... Madre, se lo prometo. No se preocupe por mi que yo estaré bien. Gracias a usted aprendí a ser responsable de mi misma -hice una pausa-... Gracias.

Mi madre derramó una lágrima y después me dio un fuerte abrazo el cual correspondi. Así paso un pequeño momento hasta que se separó y limpio sus lágrimas.

-Vamos, tu padre llamo un taxi para que nos lleve a tu nueva casa-mamá trato de ocultar su tristeza con una sonrisa.

Ambas nos levantamos de la cama, mamá salio de la recámara y yo me quede a meter las últimas cosas que necesitaba, cuando acabe tome mis dos maletas y una mochila con cosas y baje directo a la puerta en donde mamá ya me esperaba. Salí y con la ayuda del chofer metí las maletas.

-Listo, vámonos -le dije a mamá.

-Cuidate-hablo papá-y trata de llevarte bien con tu compañero de cuarto.

-Si, papá-le sonrei y subí al taxi seguido de mamá.

Mientras llegábamos mamá fue explicando me el camino según ella para que no me perdiera cuando saliera. En casi una media hora llegamos, salí del taxi y saque mis maletas.

-Toma-dijo mamá estirando unas llaves hacia mi-, entra e instala te, tu departamento es el numero 45, yo tengo que ir a otro lado. Cuidate mucho.

Mamá me dio un abrazo para después dejarme ahí parada ¿no se suponía que me ayudaría a instalar me? ¡Valla! Levante mis maletas y entre al que seria mi edificio, era muy lujoso y lindo. Tome el elevador y presione número 4, este no tardó y cuando vi ya estaban las puertas abiertas. Salí y camine mirando los números, 39, 40, 41, 42, 43, 44 y 45 tome aire y con las mano temblorosas introduci la llave que de inmediato abrió la puerta. Entre, al parecer no habia nadie deje mis maletas en la entrada y comencé a explorar en departamento, tenia una cocina amplia, una sala pequeña, un baño, tres habitaciones y un pequeño balcón que daba a la calle. Me gustaba era acogedor para mi. Meti mis cosas a la habitación que me pareció más comoda, esa tenia lo esencial, una cama, un mueble grande, una cómoda en donde había una televisión y abajo un radio y un tocador. Comencé a sacar y acomodar mi ropa hasta que termine. No había notado que el los pies de la cama había fundas, colchas y cobijas que tenían pegado un papel que decía: "Hija pon estas colchas y ocupa las cobijas ya que es temporada de fríos. Es mi primer regalo por tu comienzo. Suerte".

Deje la nota a un lado y comencé a colocar las sabanas y la colcha color morada con rayas rosas, se veía linda. Cuando hacia eso escuche la puerta abrirse y supuse que era mi "compañero". Dude en salir hasta que me decidí y salí.

Y ahí estaba mi compañero de departamento, era delgado, un poco más alto que yo, su cabello era color amarillo lo tenia amarrado en un chongo, se el veía lindo. Él volteó y cuando vi su rostro era como si estuviese viendo a un ángel, él era realmente lindo más lindo que yo. Por un rato me quede atónita, él me miraba con el entrecejo arrugado parecía que estuviera enojado.

-Hola...-hable-Soy...

-Se quién eres- interrumpió -Yo ya he escuchado de ti.

-Mmmm, pero yo no de ti...-dije para que él dijera su nombre.

-Soy Ren y como sabrás desde hoy viviremos juntos-dijo Ren sin ninguna expresión en su rostro.

-Si... -fue lo único que se me ocurrió decir.

Nos quedamos en silencio, ninguno de los dos decía ni hacia nada solamente estábamos parados sin decir palabra alguna.

-Mmm... Puedes tomar cualquiera de esas dos habitaciones, yo ya me instale en esa-señale la que estaba cerca del baño.

-Tomare la siguiente a la tuya-sin dejar que le respondiera, Ren entro a la habitación con todo y sus maletas y cerro la puerta detrás suyo.

-Que chico...-susurre solo para mi.

Entre a mi habitación y me quede ahí hasta que me quede profundamente dormida.