51 días con Ren.

Día 8 "Acepta mi manzana".

Hoy no recuerdo como podía estar sin tener preocupaciones, hace mucho que deje de tenerlas. Eso no me importaba lo que de verdad me inquietaba era saber que era mi preocupación, qué la provocaba. Tal vez era tener malos entendidos con Ren ó con JR, ambos eran tan distintos que no podía entender.

Sali de mi habitación y me duché después me arregle para salir y comprar algo de comida, tenia bastante hambre y como no si últimamente no comía bien si acaso solo una vez al día o en estos ocho días había uno que no comía nada solo bebía agua o jugo y nada más.

Regrese al departamento con dos cafés y un par de donas cuando entre a la cocina vi a Ren sentado bebiendo agua, me acerque y le di uno de los cafés.

—Bebelo ahora que esta caliente—dije sin aparentar nada—dicen que sabe bien.

Ren me miro con enojo y después se levantó de la mesa y de nuevo se encerró en su habitación, yo como tonta lo seguí cuando él iba a cerrar la puerta se lo impedí.

—¿Cual es tu molestia? —le pregunté a lo que él me ignoró —¿Por qué estas siendo así? Si hice algo que te incomodara o molestara, dilo. —él seguía ignorandome —¿Por qué tan de repente es tu actitud así conmigo? ¡Ren, contesta!

—¡¿Qué quieres que te diga?!—grito Ren haciendo eco —¿Qué me incómodo y molesto que le dieras parte a JR? Si eso quieres escuchar, ok. Me irrito que te ofrecieras para hablar con JR ¿contenta?

—No entiendo porque si sólo hable con él.

—Vete—ordeno—quiero estar solo.

—Ren, por favor no seas así. No quiero estar mal contigo porque...

—¿Por qué?

—Porque ya eres parte de mi vida y no quiero que estemos mal, de verdad que te aprecio y, no quiero que te alejes de mí. Por favor.

—Yo... Solo deja me solo.

Con esas palabras me fue suficiente, me quite de la puerta y deje que Ren la cerrará. Mis ojos ardían y mis piernas temblaban como pude entre a mi recámara.

Ahí sentí como una tristeza invadía mi cuerpo, una tristeza que nunca antes había sentido incluso cuando despertaba y no encontraba a mis padres en casa. En esas situaciones solía llorar todo el día sin apoyo alguno. Había días en los que me quedaba durmiendo mientras lloraba otros tenia que fingir para que cuando fuera a clases nadie lo notara... Ahí era más difícil aparentar estar bien cuando quería llorar y no saber nada más.

Siempre me sorprendí de ser capaz de no pensar en el suicidio a pesar de que no tenía a nadie nunca tuve mi mente débil y siempre, cada vez más, tenía ganas de levantarme. Dicen que eso lo heredé de mi madre.

Las horas pasaron y ni un ruido se escuchaba, siempre pensé que el silencio era bueno que era confortante pero ahora pensaba todo lo contrario, desearía que alguien  hiciera ruido y me hiciera olvidar este silencio que casi podía dejarme sorda, irónico ¿no? Sali de mi habitación y me dirigí a la sala, ahí me quede mirando la televisión en la cual no había nada bueno pero aun así la mire subiéndole el volumen hasta que sintiera que ya no había tanto silencio.

La noche cayó y con ello yo me quede dormida ahí hasta que desperté prácticamente a comer, mi estomago gruñía y dolía a falta de comida. Fui a la cocina, saque nugets del refrigerador y las frei cuando acabe me serví unas cuantas y volví a la sala  ahí comí tranquila. Escuche como una puerta se abría supuse que era Ren quien salia de su habitación, no le preste importancia y seguí mirando el televisor. Pude escuchar como movía cacerolas y demás, la curiosidad por voltear me mataba pero no lo haría así muriera por saber que estaba haciendo, no miraría. Ren estuvo así casi por media hora hasta que ya no se escuchó nada solo se escuchaban sus pasos venir.

—Come—dijo dejando un plato de comida en la prqueña mesa que estaba enfrente de mi.

—Gracias pero ya comí —dije sin .mirarlo.

—Con eso que comiste no te llenaras así que come eso—insistio.

—Dije que gracias.

—Ok, entonces toma mi manzana—Ren estiro una manzana hacia mi.

—¿De donde sacaste una manzana? No recuerdo haber comprado.

—La compre yo, así que toma la y disculpa mi actitud —dijo Ren con algo de vergüenza.

—¿Me estas pidiendo... Disculpas? —pregunte sin entender.

—¿La vas a agarrar? O mejor la tiro —Ren camino a la cocina.

—¡No! Damela, seria un desperdicio que la tires —Le quite la manzana de sus manos, era de un rojo carmesí brillante que aparentaba ser de buen sabor. —Gracias.

Me dirigí de nuevo a la sala y me senté, Ren hizo lo mismo. Después de observar mi manzana le di una mordida esperando un buen sabor que en efecto lo tenia, estaba dulce.

—Esta dulce —dije en cuanto trague lo que mordi.

—Eso se veía con tan solo verle su color—dijo Ren.

—Toma—le di la manzana —muerde solo un cacho.

—No, estoy bien. Come la tú.

—Vamos, Ren, dale solo una pequeña mordida. Es para que pruebes su sabor. —Ren negó con la cabeza. —Ren, por favor.

Él me miro y después agarro la manzana y le dio una mordida. Saboreó el dulce sabor para después sonreír y decir.

—Mi disculpa es sincera es por eso que es dulce.

—Jamas había tenido una disculpa tan dulce.

Entre los dos nos terminamos la manzana lo bueno es que era mi disculpa. Al terminar, Ren me hizo comer junto con él, me chantajeó diciendo que no le gustaba comer sólo y que tampoco le gustaba que lo vieran comer por lo que me hizo comer lo que había preparado. Cuando acabamos, él fregó los platos que habían salido para después cada quien irse a dormir.

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¡Hola! :3
Primero que nada pido una disculpa por no actualizar los días que había dicho, es sólo que mis días están al 100% y no tengo tiempo de actualizar.
Segundo: ¡Aún no encuentro un jodido nombre para rayis! D:
Tercero: Les juró que ya lo buscare y sera bonito ^°^.
Cuarto: ¿Qué les esta pareciendo la nove? UwU
Quinto: ¿Les gusta como voy desarrollando la historia?, ¿creen que hay algo que tenga que cambiar?
Como siempre les escribo;
¡Gracias por leerme!