Chapter Eleven

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    Lograron divisar una plataforma cuadrada en una habitación inmensa, debajo se encontraba un gran vacío que no parecía terminar, la única chica del grupo tomó un pequeño escombro y lo lanzó hacia el abismo frente a ellos, pero jamás escucharon que la piedra tocara el suelo.

— Es muy profundo... — tragó fuerte.

    Oyeron cómo las rejas de detrás se cerraron, y vieron delante a unas cinco personas encapuchadas listas para comenzar los combates.

    El primero que se presentó, fue Gon, que ganó sin perder mucho tiempo ni recibir daño del chico con la vela. El siguiente combate comenzaría, y sería el del rubio. Todo iba bastante bien hasta que el tipo azul mostró un tatuaje en su espalda, el tatuaje del Ryodan.

    El tatuaje que tenían los asesinos del clan Kurta.

    Kurapika al instante enfureció, y sus ojos se volvieron escarlata.

    Los ojos de la fémina también tomaron color y dio un paso hacia el cuadrilátero.

— ________ — habló Leorio tomando la muñeca de la nombrada.

— Suéltame.

    El más alto se negó, no la detendría, de un movimiento hizo que soltaran su mano y se preparó para saltar el agujero, pero, de pronto, solamente vio penumbra. Killua golpeó su nuca en un lugar específico, y se desmayó cayendo suavemente en el más joven.

— Gracias, Killua — habló Leorio tomando a la peli_____ de sus brazos, donde la sostuvo hasta el final de la pelea.

    Cuando el rubio volvió, encontró a su amiga dormida en brazos del mayor.

— ¿Qué sucedió, Kurapika?

— Bueno, desde que lo vi, sabía que era débil, pero cuando vi el tatuaje... yo... — respondió agarrándose la cabeza, para luego ir a sentarse en la parte de atrás.

    Una voz femenina avisó que su oponente no estaba muerto, que sólo estaba inconsciente, por lo que decidieron esperar a que ______ despertara para elegir lo que harían.

— ¿Cuándo despertará _______, Killua? — Indagó el pelinegro.

— Sólo deben despertarla...

    Leorio movió a la chica hasta que abrió los ojos, ya eran de su color natural, parecía más calmada e incluso serena.

— ¿Qué fue lo que...? — su vista cayó en el de orbes grises, bajó de los brazos de Leorio y se acercó al avistado — Tú... ¿Cuándo pensabas decírmelo? — no hubo respuesta. — ¿Esperabas que tus acciones hablaran por ti? Porque no me dicen cosas buenas.

    Los espectadores no terminaban de entender la situación, ambos chicos parecían estar desconcertados, pero la chica estaba enojada por alguna razón.

— ¡¿Ni siquiera puedes contestar?! ¡¿Entiendes siquiera lo que está pasando?! — dio un paso más cerca del rubio, el peliblanco al instante se interpuso y tomó sus muñecas para mirarla a los ojos.

— ¡Cálmate, ______! — ella instintivamente apartó la mirada y se sentó en el lugar más alejado que se pudiese del Kurta, el cual, hasta el momento mantuvo su silencio.

    Killua tomó asiento junto a su enojada compañera, pero sólo la observaba de reojo sin emitir sonido. Tan sólo ese pequeño gesto, hizo sentir un poco mejor a la peli_____, acompañada.

    Esperaron varias horas a que el hombre azul despertara, lo cual no pasó, a lo que Leorio se acercó y comenzó el siguiente duelo.

— Si Kurapika lo hubiese matado no estaríamos en este problema... — Continuó. — Es muy egoísta de su parte, yo en verdad creí que sería un buen amigo — habló hacia Killua.

— Él es... — intentó decir Killua.

— La persona que he estado buscando los últimos cinco años - seguido de ese comentario sólo observaron el duelo.

    Una vez la pelea terminó y Leorio perdió, Killua intentó levantarse de su lugar para pelear, pero _______ tomó el borde de su camiseta.

Sugu ni modotte kimasu — dijo suavemente y sólo para ella. _______ soltó el agarre de forma lenta.

    No pasaron ni cinco minutos y el chico había vuelto con una victoria más, aunque debían esperar las cincuenta horas que apostaron. El peliblanco se acercó a la dolida _________ una vez más y decirle despreocupadamente una palabra:

Tadaima.

Okaeri... — recibió la chica.
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    Una vez entraron a la habitación indicada, pudieron notar que no era enorme, pero era lo justo y necesario, había libros, comida en un pequeño refrigerador y algunas cosas más como una consola de videojuegos.

— No está nada mal...

— Cierto... Pido el sillón como cama — rápidamente dijeron Leorio y _______ al unísono.

    Pelearon un momento pero el más alto ganó el sofá y todos fueron a hacer lo que se les dé la gana.

    La chica se sentó en un puff lila que estaba allí, comenzó a leer un libro titulado "La traición que no esperaba", era una clara indirecta, súper infantil, pero estaba muy decepcionada, totalmente sumida en sus pensamientos, de los que la sacó el peliblanco.

— ¿Qué haces?

— Estaba leyendo, ¿No se nota? — dijo obvia.

— Sí, se nota que te gusta leer la misma página al revés por dos horas — torpemente dio vuelta el libro al darse cuenta que estaba al revés. — No has cambiado de página desde que abriste el libro, estás en las nubes.

— Sigo algo enojada...

— Está bien que sea así, debe ser desilusionante encontrarte con que la persona que buscaste por cinco años no es exactamente lo que esperabas... — explicó. — P-pero... — tartamudeó tímidamente. — Nunca te sientas mal por alguien que no lo merezca, y estoy seguro de que Kurapika, en este momento, no lo merece... — su rostro estaba volteado hacia una pared para ocultar de _________ un leve sonrojo sumamente adorable en sus mejillas.

— Killua...

— B-bueno, adiós — se marchó antes de que ella pudiese verle la cara.

— Gracias, Killua.
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Sugu ni modotte kimasu: Volveré pronto.

Tadaima: He vuelto/He vuelto a casa.

Okaeri: Bienvenido/Bienvenido a casa.
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I'm              •*¨*•.¸¸☆*・゚;
Princess •*¨*•.¸¸☆*・゚;
Kurta  •*¨*•.¸¸☆*・゚;
        •*¨*•.¸¸☆*・゚; He's
    •*¨*•.¸¸☆*・゚; Angel
•*¨*•.¸¸☆*・゚; Kurapika

◢♡◣Kurapika Y Tú◥♡◤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora