◢♡◣Kurapika Y Tú◥♡◤

Chapter Four

    Lo primero que vimos en la casa fue una gran bestia amarilla, se reía, di un salto hacia atrás del susto mientras sacaba mi hacha. La cabaña estaba totalmente destruida por dentro, los muebles fueron reducidos a pedazos de madera.

— ¡Una bestia mágica!

— Es una bestia mágica que puede cambiar de forma, Kiriko, pueden tomar forma humana y es una criatura extremadamente inteligente — dijo Kurapika rápidamente empuñando su arma.

    Prestando más atención llegamos a ver una chica en sus manos, una chica bonita de cabello corto y ropa de mangas largas, tatuajes en sus manos, bastante joven. También había un chico en el suelo, estaba herido pero no podía ver mucho más.

— El hombre en el suelo necesita ayuda médica... — dijo Leorio.

    De un momento a otro la bestia saltó por la ventana con la chica en brazos, Leorio corrió al hombre que repetía que salvaran a su esposa.

— Leorio, te encargamos al hombre — dije para salir por la ventana.

    Los otros dos comenzaron a seguir al Kiriko también, aunque en realidad Kurapika y yo seguíamos a Gon, ya que la silueta estaba difuminada y en la oscuridad, totalmente lejana, se veía como un punto negro en el bosque aún más negro.
    En un momento Gon empezó a ir por los árboles, es impresionante su velocidad y destreza, me hace sentir que debería entrenar más, me hace sentir algo inútil.
    Mientras yo admiraba al más pequeño, cayó del árbol, no quería reírme, pero se me escapó, el niño rápidamente nos alcanzó para avisar.

— ¡Asombroso! ¡Puede hablar! — dijo sorprendido.

— Es un Kiriko, puede hablar nuestro idioma — respondió Kurapika.

— ¡Éso lo hace mucho más rápido! — habló Gon y volvió a subir a los árboles. — ¡Kiriko idiota!

    El Kiriko se dio la vuelta enojado y Gon lo golpeó con su caña de pescar en el medio de la cabeza, la chica que tenía en las manos cayó y salté a atraparla.

— ¡Gon, primero avisa! — le reprendí.

— ¡Lo siento, ________–San! — siguió su persecución y estoy casi segura de que no hará caso a lo que dije...

— Qué temerario... — musitó Kurapika refiriéndose a Gon.

— ¿Verdad que sí? — suspiré. — Bueno... ¿Estás bien? ¿Estás herida? — me dirigí a la chica.

— ¿Cómo está mi marido? — respondió ninguna de las dos de las preguntas que hice...

— Él está bien, un amigo está cuidando de él — respondió el rubio acercándose a ambas.

— ¡Por favor, llévenme con él! — cuando su mano se posó en el pecho de Kurapika me salió mirar a otro lado, no tengo idea del porqué, aunque al instante devolví la mirada. — Ésos tatuajes... — el rubio también se dio cuenta, la chica cubrió sus tatuajes rápidamente aunque ya los habíamos visto.

— Kurapika, ella es... — se generó un silencio momentáneo buscando las palabras adecuadas para decirle al rubio, pero una voz a la lejanía rompió aquella atmósfera.

—¡Kurapika, _________! — escuchamos cercana una voz.

— ¿Leorio? — dijimos ambos al unísono, vimos a un chico agitado por la carrera venir hacia nosotros.

— Chicos, ¿Están bien? — Dijo el recién llegado, nos vio con preocupación buscando alguna herida.

— Sí, ambos estamos bien ¿Cómo está el hombre? — las palabras del rubio me dejaron pensando.