Es Un Placer.☬. Junghope.

VIII

No me sonrías así...

-MelDragon.

-------------------

Los días siguientes fueron de un Hoseok saliendo a todos lados con Namjoon, se había sorprendido de lo mucho que se había acercado a él pues en un principio pensó que simplemente estaba acercándose a Namjoon para que Jungkook sintiera celos. Pero para nada había sido así. Namjoon se había comportado muy amable con él, siempre le dejaba un café en su oficina con una nota de buenos días diciéndole lo hermoso que era. Lo acompañaba hasta la salida, incluso le invitaba la comida o le escribía un pensamiento para ayudarle a alegrar el día. Le animaba leer esos pequeños mensajes, hace mucho tiempo que no recibía ese tipo de elogios. Y más si provenían de alguien como Namjoon.

Le gustaba Namjoon. 

Hoy era la fiesta de su padre para recaudar dinero, así que le pidió a Namjoon que lo acompañara, el contrario aceptó de inmediato y le dio palabras de aliento para tener que soportar las palabras de su padre durante todo el día.

Empezando por ahora, pues su padre le gritaba a las empleadas que limpiaran y ordenaran. Las pobres ya había pasado el plomero unas cinco por toda la casa y el señor Jung seguía diciendo que había suciedad. Una empleada iba corriendo por las escaleras con una tetera y una taza de porcelana cuando sin lograr ver chocó contra Hoseok y le derramó todo el té encima, sin contar con que las cosas se cayeron al piso rompiéndose por completo. 

-¡Disculpe! D-de verdad lo siento mucho yo...- Hoseok le regaló una sonrisa intentando que la joven se calmara un poco.

-No se preocupe, no es nada.- Hoseok intentó ayudar a la empleada que se arrodilló para recoger los pedazos de porcelana.

-¿Qué pasó aquí?.- Jungkook iba saliendo de una habitación con una caja de vinos. Logró ver a la empleada y a Hoseok limpiando algo en el suelo y no pudo evitar acercarse a ver lo que ocurrió.

-No fue nada, solo un accidente.-Dijo Hoseok mientras sostenía los pedazos en sus manos e intentaba pararse y ayudaba a la joven de igual manera.

Jungkook levantó la ceja hacia la empelada que se encontraba con la mirada pegada al suelo. No era difícil de adivinar lo que había pasado, Hoseok con su camisa mojada y transparente por el líquido. La tetera y taza rotas. La empleada nerviosa. 

La camisa transparente.

Jungkook desvió la mirada del visible torso de Hoseok. Bufó un poco y dejó la caja de vinos en el piso. 

-Yo los llevo.- Dijo señalando los pedazos de porcelana en la mano de Hoseok.

-Está bien puedo llevarlos.- Hoseok comenzó a caminar pero Jungkook lo detuvo.

-Puede cortarse yo..-No logró terminar cuando logró ver la sangre de Hoseok corriendo por la palma de su mano.- Dios Hoseok, te lo dije.- Era muy raro que Jungkook le hablara por su nombre, o incluso informal. Pero el castaño ya le había dicho que no tenía problema con eso.

Jungkook le dio los pedazos rotos a la empleada, quien desapareció por las escaleras. El pelinegro tomó a Hoseok de la muñeca para llevarlo al baño más cercano. Prendió la luz con el interruptor a un lado de espejo, puso la mano en el chorro de agua y Hoseok se quejó un poco.

-¿Duele?.-Preguntó Jungkook parando el agua.

-No.- Dijo, pero Jungkook no volvió a enjuagar, sacó un poco de desinfectante para ponerlo. Ahí Hoseok se quejó diciendo que ardía. A Jungkook le dio más risa ver que Hoseok apenas y soportaba una cortada.

-Por eso no debes agarrar los vidrios.- Hoseok lo miró con el ceño fruncido y un leve puchero por el breve "regaño" de Jungkook.

-Le estaba ayudando. No fue su culpa.- El más alto notó cómo Hoseok se tocaba el pecho, justo donde el té había caído.

-¿Le quemó?.- Jungkook se preocupó al ver que Hoseok intentaba ocultar su pecho.- ¿Por qué no me dijo?

-No es nada, estaba casi frío.- Dijo Hoseok quitando su mano del fuerte agarre que Jungkook ejerció al darse cuenta de que se había quemado un poco. Los toques en la puerta hicieron a Jungkook reaccionar y dejar de ver fijamente a Hoseok. Abrió la puerta y el padre de Hoseok se acercó.

-¿Qué hacen aquí?.- Preguntó con el ceño fruncido, Hoseok se encogió un poco de hombros. Sabía que si decía lo que ocurrió le regañaría y no estaba para escuchar sus gritos por algo tan estúpido como el haberse cortado y no verse "presentable" ante los invitados. Sin embargo, Jungkook no se movió, mantuvo su perfecta postura. Ni un movimiento que delatara el temblor que por dentro sentía.

-A Hoseok se le cayó un poco de té que traía.- Dijo sin darle tanta importancia. Además Hoseok siempre se derramaba algo y Jungkook lo terminaba ayudando para no manchar más las cosas. 

-Hoseok, por lo menos el día de hoy no comentas eso errores tuyos. Los invitados no tardan en venir y tú no te has vestido.- Hoseok bufó con desespero y se limitó a asentir.- Jungkook, encárgate de que se encuentre listo en cinco minutos.

-Si señor.- Jungkook se dio la vuelta para enfrentar a Hoseok. Se había recargado en la pared con la mirada perdida. Jungkook sabía que a Hoseok le pasaba algo, pero no se atrevía a preguntar. Estaba seguro que mencionaría a Namjoon y no quería volver a escuchar es nombre. 

Fueron hasta la habitación de Hoseok. Jungkook buscaba en el armario algo para Hoseok. El castaño se acostó en la cama mirando el techo.

-¿Le parece que está bien usar este traje?.- Jungkook miró a Hoseok luego de no haber recibido respuesta.- ¿Joven?

-Si, si lo que sea está bien.- Jungkook frunció el ceño. Pero no prestó atención y dejó el traje sobre la cama. 

-Regreso en unos minutos. Debe estar listo.- Salió de la habitación. Dejando un silencio ensordecedor dentro de esta. 

Bajó las escaleras logrando divisar un grupo de personas hablando. Aparentemente ya había comenzado la fiesta. Sintió un agarre en su hombro y al darse la vuelta logró ver que era el señor Jung.

-Ven Jungkook, preguntan por ti.- El pelinegro comenzó a caminar hasta la cocina donde dos señores se encontraban ya bebiendo. Jungkook los conocía, eran muy amigos del señor Jung.- Miren. ¿Cómo a crecido el muchacho, cierto?.- Mencionó el mayor mientras tomaba un trago de la bebida. 

-La última vez que lo vi, fue cuando tenía pañales. Me siento cada día más viejo.- El señor rió un poco junto con Jungkook.

-Por favor, el joven apenas tenía unos años, no en pañales. Pero aquí todos lo queremos mucho. Es como un segundo hijo para mi.- Jungkook le regresó la sonrisa. Y no se alejó cuando el señor revolvió sus cabellos como cuando era más pequeño. 

La verdad es que Jungkook no se podía quejar, todos aquí lo trataban muy amable. Además de ser chófer, cuando no tenía que llevar a alguno de sus jefes, lo ponía a limpiar o recoger. No le molestaba en lo absoluto. Incluso le recordaba a cuando apenas llegó a trabajar. 

Con una sonrisa en los labios desvió la mirada hacia las escaleras, logrando ver a un Hoseok vestido con el traje que le dejó en la cama y una expresión indescifrable. Jungkook regresó la mirada hacia su bebida hasta que procesó lo anterior y volvió a ver a Hoseok. Se veía tan hermoso, su cabello perfectamente acomodado, sus rasgos definidos, su piel blanca como de costumbre, sus labios rosados y ojos brillante. Jungkook casi se lastima el cuello al voltear así de rápido.

Realmente le encantaba Hoseok. 

                                                                                           ..........

Si, bueno aclarando lo obvio. Empezaré también a narrar con Jungkook, porque en mi imaginación va a estar mejor.

Así que como en este capítulo, se alternarán los pensamientos de ellos. 

Sé que dije que lo bueno se vendría pero me está tomando más capítulos de lo que pensaba.