Es Un Placer.☬. Junghope.

XIV

Soy adicto a ti...

-MelDragon.

No pudo evitarlo, sus lágrimas cayeron mojando sus mejillas. Jungkook se separó de él por falta de aire y se sintió culpable por verlo así, era su culpa.
-Perdón...-Hoseok levantó la cabeza y sus ojos dijeron mucho.
-No tienes que disculparte, mi padre es así.- Jungkook suspiró y preguntó, lo que más miedo le daba era la respuesta.
-¿Te vas a ir?.- Hoseok mofa y luego asiente.
-Me iré hoy mismo.- Jungkook respiró con pesadez, cerró los ojos para tener fuerza de voluntad y dar un paso atrás.
-Bien... te ayu...- Hoseok lo interrumpió.
-Quiero que vayas conmigo.- Jungkook lo miró sorprendido. Para nada se imaginó que dijera eso.
-¿Pero, cómo?.
-Compré una casa, creo que podemos vivir cómodamente.-Jungkook frunció el ceño.
-¿Y mi trabajo?.- Hoseok pareció pensarlo.
-Pensé en que trabajaras para mí como aquí, pero sé que no lo aceptarás. Así que puede que consiga que entres a la empresa donde ahora trabajo, como mi mano derecha, no será nada complicado solo tendrías que...-Jungkook sonrió y lo interrumpió.
-Hoseok, haré lo que sea que me pidas.- Se acercó a Hoseok y sin dejarlo hablar sujetó con su mano derecha la nuca de Hoseok para poder juntar sus labios.

Salieron una hora después. Era muy noche pero aún así se fueron en el convertible de Hoseok. Era lejos y la tranquilidad hicieron que Hoseok se durmiera. Jungkook pudo admirar a Hoseok con detalle, sus cabellos alborotados, sus mejillas levemente sonrojadas, su piel se veía suave y cálida al tacto. Jungkook supo que en este momento haría todo lo que Hoseok quisiera. Sabía que debía disculparse con él, y lo haría al llegar.
En un tope Hoseok se despertó.
-Perdón.- Se disculpó Jungkook sin quitar la mirada del camino.
-No te preocupes.- Hoseok se frotó los ojos y al volver a abrirlos vio una tienda que abría 24 horas, emocionado la señaló.-Mira Jungkook, hay que comprar algo, tengo mucha hambre porque no pude cenar nada.

Jungkook se bajó del carro y entró a la tienda, hace mucho tiempo que no visitaba una. Compró una botella de agua, algunas galletas y un sándwich de algo que no conocía pero sabía que a Hoseok le gustaría. Regresó y logró ver a Hoseok mirando su celular, cuando Jungkook entró y dejó las cosas atrás, Hoseok bloqueó la pantalla y le prestó atención.

-Vamos por ahí.- Señaló la entrada del bosque y se desabrochó el cinturón de seguridad para quedar más cómodo en el asiento. Era muy solitario y oscuro, pero perfecto para comer. Jungkook se estacionó y le señaló la bolsa.- No había mucho de comer.- Hoseok le restó importancia con la mano y trató de agarrar la bolsa pero Jungkook lo sujetó. 

-Quiero pedirte perdón.- Hoseok sonrió y se dejó caer de lado en el asiento mientras miraba a Jungkook con atención.- Debí preguntarte lo que querías, debo hacerlo... Me siento muy triste con todo esto, te quiero mucho y no pensé en cómo te podías llegar a sentir.- Sintió que dejó sus palabras ir y no expresó nada de lo que quería, simplemente dijo lo que creía pero no por completo.

-Entiendo, no te preocupes, debería haberlo imaginado, mi padre es así...- Hoseok soltó un suspiro y luego le sonrió intentando tranquilizar a Jungkook.

-¿Por qué?.- Frunció el ceño.

-Una vez le pagó a uno de mis novios por dejarme, me ha presentado con personas importantes para ofrecerme, prácticamente me vendió cuando ellos le pagaban por dejarlos salir conmigo. Digo, sé que tú no lo harías, pero me temí que lo hacías porque enserio sentías eso.- Se notaba lo triste de sus palabras y Jungkook acarició su mejilla borrando una lágrima escurridiza. 

El pelinegro no pudo evitar mirar sus labios, Hoseok notó esto y no se limitó a acercarse, se miraron directamente por un segundo, ambos intentando adivinar los sentimientos del otro con tan solo mirarse, sus alientos se volvían uno y era tan perfecto estar así, Jungkook sujetó de la nuca a Hoseok y se juntaron en un suave beso, Hoseok llevó su mano a los cabellos de Jungkook, sintió al más alto comenzar recorrer su espalda hasta posarse en su cintura, su piel quemaba con su tacto, se estremecía cada vez que Jungkook apretaba con algo de fuerza su cintura, con gran agilidad lo llevó hasta su regazo y Hoseok se acomodó mejor sin separarse del beso que se volvió más necesitado, sus lenguas bailaban juntas y disfrutaban del contacto. Había estado esperando por esto mucho tiempo y ahora que lo tenía sentía sus sentimientos corriendo por sus venas, su respiración estaba agitada y pensó que su corazón se detendría por tanta emoción. 

Sus chasquidos y jadeos seguro se podían escuchar desde afuera, incluso podrían verlos, pero luego de un rato, cuando Jungkook besó su cuello y llenó de marcas sus clavículas, no le prestó atención. Sentir cómo marcaba su cuerpo le volvía loco y hacía que su piel se erizara, sus caderas de movían sobre la entrepierna de Jungkook y ambos gemían desesperados, hoy su cuerpo necesitaba de él, su cabello, sus besos, sus manos tocando todo a su paso. 

La ropa comenzaba a ser molesta y sin dudarlo las quitaron del camino,  por fin estuvo en el interior de Hoseok y ya nada les importó, solo se concentraban en lo increíble que esto les hacía sentir, se besaron con más fuerza y Jungkook mordió el labio inferior de Hoseok, este soltó un jadeo complacido, las manos de Jungkook apretaban con fuerza el trasero de Hoseok, con la respiración entrecortada Hoseok intentaba hablar pero lo abrumador de todo no se lo permitía, intentó separarse un poco pero Jungkook lo apretó más contra su pecho. Las estocadas ya eran muy fuertes y Hoseok se sintió desfallecer, una vez terminaron descansaban cómodamente en los brazos del otro.

-J-jungkook, alguien puede vernos.- Se refería a que seguían desnudos dentro del carro y cualquiera podría pasar. 

-Eso no te importó hace unos minutos.- Hoseok iba a protestar cuando Jungkook lo besó para acallar sus palabras. 

Sabía que se había hecho adicto a esos labios, Hoseok era tan dulce y suave que tan pronto como se separaron ya lo quería besar de nuevo.