XII

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Ya todo acabó...

-MelDragon.

Hoseok bajó corriendo las escaleras, tenía el maletín en su mano derecha y no le importó golpearlo contra la pared por lo emocionado que se encontraba

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Hoseok bajó corriendo las escaleras, tenía el maletín en su mano derecha y no le importó golpearlo contra la pared por lo emocionado que se encontraba. Luego del trabajo iría a comer con Jungkook, algo así como una cita,  no podía ocultar lo feliz que se encontraba. Abrió la puerta y ahí se encontró con un hermoso chico de esmoquin frente a un convertible blanco que hacia juego con el joven. Hoseok sonrió y se acercó a Jungkook que le extendió una rosa roja.

-Gracias.- Lo abrazó pasando sus brazos por el cuello del más alto que lo envolvió de igual forma. No podía disimular lo contento que se sentía, por fin tenía a alguien que lo quería y aceptaba por completo, sonaba absurdo pero si lo pensaba tenía sentido. Ni siquiera sus padres lo querían tal y como era, así que no se culpaba. 

Cuando Jungkook dejó a Hoseok en el trabajo tuvo que regresar a la casa para terminar lo que tenía que hacer y poder tener libre más tarde para la cena con Hoseok. Aunque todos sus planes se arruinaron al ver al señor Jung de brazos cruzados con el ceño fruncido. Su expresión se mostraba dura y eso hizo que Jungkook se mostrara confundido. 

-No nos hagamos idiotas Jungkook. Vi lo que hiciste, mi hijo podrá ser gay pero no es estúpido. ¿Crees que renunciará a todo lo que tiene por alguien cómo tú? Y si fuera así, ¿Qué vida le puedes ofrecer?.- Jungkook intentó que el nudo en su garganta no le impidiera hablar pero no pudo hacerlo. Las palabras del señor Jung eran muy ciertas, sabía que Hoseok no era interesado pero eso no significaba que él pudiera darle la vida que se merecía. No tenía una casa, mucho menos un trabajo por el que no dependiera por completo de él.- Que bueno que lo entiendes.-El señor Jung se fue dejándolo solo en la sala. 

Cada vez faltaba menos, y no sabía qué hacer. Él quería mucho a Hoseok, lo hacía desde hace ya mucho tiempo y ahora que Hoseok lo había aceptado surgía todo esto. El cielo parecía estar de acuerdo con sus sentimientos soltando pequeñas gotas de agua que poco a poco comenzaron a mojar todo a su paso. Con un paraguas salió de la casa listo para buscar a Hoseok, aunque ahora estaba más que nervioso y esperaba poder ocultarlo. Cuando llegó Hoseok ya estaba en la recepción, entró y un sonriente castaño se pegó a Jungkook para evitar mojarse, el paraguas los cubría perfectamente o lo suficiente para llegar secos al convertible, Jungkook ayudó a Hoseok a subir para luego dirigirse al asiento del conductor. Dejó el paraguas en la parte trasera y comenzó a conducir sin decir nada. 

-¿Recuerdas que no hace mucho te conté del trabajo que conseguí?.- Jungkook asintió sin mirarlo.- Bueno, pues ellos quieren que trabaje en su empresa y voy a aceptar. Estoy harto de trabajar con mi padre. También quiero ir a ver una casa que me gustó por Internet, quizá la compre.- Jungkook volvió a asentir y Hoseok lo miró con curiosidad.

-¿Pasa algo Jungkook?.- El contrario no contestó pero Hoseok pudo ver lo tenso que se puso y cómo sus manos apretaron el volante.- Jungkook, sino te sientes bien podemos regresar y...

-Fue un error...- Hoseok frunció el ceño sin entender pero Jungkook siguió hablando.- No deberíamos estar juntos, esto no es para ti, yo no soy para ti.

Hoseok abrió su boca para decir algo, pero las palabras no salieron, el dolor en su pecho pareció dejarlo sin habla. Se tomó un minuto hasta que su voz se recuperó.

-¿A qué te refieres?.- Jungkook pasó saliva y cerró por un segundo sus ojos para impedir que las lágrimas salieran de su ojos.

-Te mereces a alguien que te ofrezca todo lo que te mereces... alguien con un buen trabajo, un carro, una casa. No alguien como yo. No pierdas tu tiempo conmigo.- Hoseok pareció entenderlo, sin embargo negó aún con simpatía.

-No quiero todo eso, solo a ti.- Jungkook negó y suspiró, tratando de decir lo que creía era mejor.

-Estarás mejor con alguien que te pueda dar todo lo que desees. Iremos a casa.- Giró en una calle que los dejaba directo en la casa de Hoseok, su cena había sido prácticamente cancelada por Jungkook.

-Bien.- Susurró Hoseok.- Para el auto.- Jungkook frunció el ceño, no siguiendo sus instrucciones.- ¡Para el puto carro!.- Jungkook siguió sin hacer caso así que Hoseok tomó el volante, haciendo que Jungkook no pudiera manejar derecho, decidió parar el carro pues en cualquier momento podrían chocar, además de que la lluvia le impedía ver con claridad.

Hoseok se bajó del convertible y decidió caminar, Jungkook igual bajó siguiendo a Hoseok.

-¿Quieres regresar? Puedes enfermarte.- Dijo el pelinegro con algo de frustración. Él tampoco estaba de acuerdo con separarse de él, pero no tenía otra opción. Hoseok detuvo su paso para girarse a mirarlo, lo triste de su mirada hicieron a Jungkook detenerse abruptamente. Nunca se sintió tan mierda como ahora, había hecho llorar a Hoseok y eso jamás se lo perdonaría. 

-¿A caso te importa?, porque hace solo unos minutos tu no estabas considerando lo que pienso.- Bufó Hoseok volviendo a caminar directo a la casa, sus pasos firmes a pesar de lo mucho que temblaba. 

Jungkook soltó un suspiro resignado, levantó su cara dejando que las gotas de lluvia corrieran por su piel. El nudo en su garganta no desaparecía, al contrario, un nuevo dolor apareció en su pecho y le pareció horrible . La lluvia lloraba mientras le decía que todo había acabado. 


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Ya faltan pocos capítulos. 


Es Un Placer.☬. Junghope.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora