Prólogo

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Dedicado a KattiaPalacios

Anastasia

Cuántas veces se han puesto a pensar sobre las promesas que hacen supongo y no mucho, a diario miles de personas hacen promesas; parejas prometen amarse por siempre y ser fieles, niños prometen portarse bien, políticos prometen cosas y nunca cumplen y así como estos ejemplos hay muchos más pero hay algo que es seguro y muchas de las promesas que se hacen son pocas las que se cumplen.

Mi esposo un hombre cuya vida a sido una lucha constante siempre cumplió todas las promesas que me hizo y eso me llevo a pensar que nunca fallaría pero desgraciadamente ocurrió, hace años me prometió nunca darse por vencido, esa noche a pesar de su complicada situación médica se encontraba rebosante de esperanza y energía.

Y no negare que luchó durante los siguientes meses, lo vi esforzarse como nunca y aunque el dolor era insoportable él siempre daba lo mejor en la rehabilitación y en la terapia de lenguaje, los progresos eran lentos pero él nunca se rendía, cuando logro mover su brazo y tomar las cosas sin tirarlas, cuando dijo su primera palabra aunque tartamudeaba un poco o aveces no encontraba las palabras correctas él siempre se mostró positivo.

La llegada de nuestro hijo tuvo un efecto positivo pero también nos dio un duro golpe de realidad, él se dio cuenta que por nuestro bebé tenía que luchar pero por más que se esforzaba muchas de las cosas no se solucionan de la noche a la mañana, una noche mientras nuestro pequeño lloraba y él no pudo cargarlo en sus brazos para calmarlo vi las primeras muestras de frustración en su rostro pero lo dejo pasar, luego una tarde decidí sacarlo a dar un paseo por el parque y un niño no dejo de hacerles preguntas a su madre del porque el señor de la silla no hablaba ni se movía eran preguntas inocentes de un niño pero para él era otro golpe de realidad.

Una rehabilitación constante como la que debía llevar lo dejaba sin energías y aveces dormía casi todo el día, cuando Barney termino de diseñar el dispositivo para que se comunicará, él  podía controlar con el parpadeo todo lo que quería decir y lo escribía por medio de una tablet, empezó a realizar muchas preguntas que lo afectaron mucho cuando se las respondimos luego me hizo saber que quería revisar estados de cuentas y un informe detallado del funcionamiento de la empresa pero al revisar todos los documentos vi en su rostro miedo y un tanto indeciso me escribió haciendo saber que no entendía nada de lo que estaba en el informe cuando yo los revise no vi nada extraño en ellos y fue ahí donde supimos la magnitud del daño cerebral.

Tras unas series de pruebas cognitivas mostró una pequeña deficiencia, recordaba cosas y su cuerpo respondía al 70% de los estímulos pero en cuestiones de resolver temas laborales o de lógica su cerebro no respondía, él era consciente de a qué se dedicaba pero no entendía por que ya no podía realizar su trabajo como antes.

Los médicos pidieron tiempo, que su recuperación tardaría años y que sus capacidades no solo físicas si no mentales volverían de apoco pero siempre dejando claro que él perdió muchas neuronas y aunque el cerebro es un órgano capaz de crear otras vías de conexión para compensar las pérdidas hay cosas que son irreversibles. Tras recibir ese diagnóstico su estado de ánimo decayó y con el dolor instalado en su rostro me escribió para decirme que ya no era capaz mantener a flote la empresa y eso me llevo a tomar medidas drásticas mismas que él ordenó.

Con resignación siguió esforzándose y tratando de ser un buen padre pero teniendo en cuenta su discapacidad y la crianza de nuestro bebé no había tiempo para tener una vida normal y nos encerramos en nuestra pequeña burbuja familiar donde lo único que nos importaba era la salud de Christian y él bienestar del bebé fuera de eso no existía nada más.

Los meses pasaron y se convertirían en años, llegamos a un punto donde su progreso se detuvo pero eso no le importaba ya que eramos felices con nuestros hijos ya que tenemos dos y a pesar de estar en silla de ruedas había recuperado un poco de independencia y podía dedicarse a los niños.

Y luego un suceso cambio todo; cuando empezamos a salir e intentar llevar una vida normal vimos las limitaciones de su condición médica, las miradas de las personas sobre nosotros era como si la gente no estaban dispuestas a aceptar a alguien con capacidades físicas diferentes, cuando vimos a nuestro hijo llorando porque otro niño se burló de él por no tener un padre como los demás, cuando quisimos retomar nuestra vida como pareja que habíamos dejado pausada, cuando él volvió a caer en depresión.

Toda una secuencia de sucesos lo hicieron perder la fe y aquel hombre fuerte, valiente, audaz y temerario se esfumó y todas las promesas que un día me hizo las olvido. Las pesadillas volvieron, viejas sombras del pasado regresaron a atormentar su alma y su autodesprecio creció más.

Siempre he pensado que lo único aparte de los niños que lo ayuda a no perder la cordura es esa carta que mi padre le entrego hace años y de la cual no sé su contenido, como tampoco sé quién se la escribió y sea quien sea el que la haya escrito le debo las gracias ya que en los momentos donde Christian se encuentra muy deprimido esa carta es su tabla de salvación, se aferra a la carta como si su vida dependiera de ello.

Todos los días despierto al lado de un hombre cuyo papel me dice que es mi esposo pero yo lo único que veo es a un completo desconocido pero aún así lo amó, todos los días es la misma rutina intentar un día más mantenerlo con vida.

Las miradas mal intencionados, los comentarios despectivos hacen daño más que un golpe, dañan el autoestima de personas que a diario luchan por salir adelante, muchas personas crítican, murmuran y se burlan sin saber que es lo es tener una discapacidad y eso es lo que llevo al hombre que amo a una depresión severa y una vida llena de noches plagadas de pesadillas.

Después de lograr estar estable y de gozar una salud dentro de los límites normales una simple infección pulmonar lo llevar a ser dependiente de otra persona de nuevo. Pasó noches y días en un hospital luchando por su vida ahí fue donde me di cuenta que ya nada era igual una simple gripe se volvió en algo mortal para él y ya se imaginan lo que una infección pulmonar le ocasionó.

Todo eso nos llevó a este punto, me encuentro en la biblioteca de nuestra casa con mis ojos llenos de lágrimas y sosteniendo en mis manos ese terrible papel en donde él ha tomado ya una decisión definitiva, ese documento donde me demostraba la prueba fehaciente de su rendición.

Él está cansado y lo entiendo perfectamente pero está equivocado al pensar que con esta decisión encontrará la paz que busca porque se que piensa que al yo aceptar lo que esté documento dice nos dará la felicidad y la libertad que cree que nuestros hijos y yo buscamos.

Cuando la realidad es distinta porque el simple hecho de amanecer  al lado de él y ver sus hermosos ojos grises me hace la mujer más feliz del mundo y como no amar a un hombre que se sacrificó por mí y por mi hijo porque de haber sido lo contrario mi bebé y yo hubiéramos muerto en ese secuestro.

Él no entiende que su simple existencia hace felices a muchos, para sus hijos es un súper héroe, para Taylor y Gail es ese hijo que tanto aman, para Nicholas es su nieto adorado, para Blake es lo único valioso que le queda, para mi padre es como su hijo, para los muchachos es el hombre que les salvo la vida y para mí es mi primer y único amor.

El autodesprecio no lo deja ver la gran persona que es y el valor tan grande que representa en nuestras vidas.

Él pudo olvidar sus promesas pero yo no, esté es mi último intento de recuperar al hombre que amo, de recuperar al padre de mis hijos no me rendí hace años y no estoy dispuesta a hacerlo ahora y si tengo que revelar secretos que durante años estuvieron ocultos con tal de recuperarlo correré el riesgo aunque eso implique volver a donde todo comenzó.

Es hora de tener un nuevo comienzo al lado del hombre que amo y si no lo logro al menos podré decir que lo intente. Aún después de tantos años de ese terrible secuestro tenemos un largo recorrido pero tengo fe que está ves si tendremos nuestro final feliz.
















Nos leemos pronto😏😏😏

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