Capítulo 6

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Christian

-¿Qué hacemos?-pregunta Will.

-No lo sé pero mamá se mira enojada.-digo mientras pienso que decirle a Ana.

-Podemos salir huyendo y con eso evitar el castigo. Tenemos tus medicinas y todo lo que utilizas además tú tienes la MasterCard y tú American Express.

Me río por las ocurrencias de Will.

-Podemos visitar a mamá hasta que seamos mayores de edad y tal vez ya se le haya pasado el enojo.

Suelto una sonora carcajada por lo que Teddy acaba de decir es cierto que Ana nos ha castigado de manera severa por ciertas travesuras que hemos hecho pero no es para tanto aunque claro está que mis hijos son dos dramáticos de primera.

-No hay que ser tan extremos. Bajemos del auto.

-Papá, si mamá nos castiga tu también cumples el castigo con nosotros.-dice Teddy.

-Mamá no castigará a nadie ¿entendido?

-Si tú lo dices.

Taylor se apresura a llegar a la puerta del auto y me ayuda a bajar y sentarme en la silla.

Él no dice nada y por su expresión noto la tensión que hay en el ambiente.

-Ayuda a los niños a bajar las cosas.-le pido amablemente.

Él solo asiente sin decir absolutamente nada y se lo agradezco.

Entro a la casa junto con los niños seguido por una Anastasia bastante enoja. Raymond no dice nada al igual que Taylor y juntos se retiran.

-Niños vayan a su habitación, mamá y yo tenemos que hablar.

Los niños obedecen y se retiran de la sala. Antes de que mi esposa abra la boca decido empezar a hablar.

-Antes de que me regañes y digas que me puse en peligro y a los niños por salir solo, te aclaro que salí con ellos porque así lo decidí y porque puedo ¿entendido?-le digo en un tono severo.

Ella me mira con una mezcla de frustración y enojo.

- Pensé lo peor cuando Gail me dijo que no te encontraba ni a los niños.  Sé que no pondrías a los niños en peligro pero en tu condición...

-No lo digas por favor, yo sé mis limitaciones y te suplico que no me hagas sentirme más inútil de lo que ya soy. Pero quédate tranquila que nunca más vuelve a pasar.

-No quise decir eso. Es solo que no soportaría que algo les pase.

-Lo se, pero solo fuimos a la tienda de legos. Me costó tomar el volante con las dos manos pero logré conducir y si hubieras visto lo mucho que lo niños me lo pidieron. Lo único que quise era intentar hacer algo normal sin tener a alguien que me ayude.

-Esta bien pero si lo vuelves hacer siempre avisa. Es hora de tu terapia así que mejor vamos a cambiarte.

Vamos a la habitación y me ayuda a ponerme la ropa de deporte y estoy seguro que Taylor me sacara la mierda por salir de casa sin avisar.

Al llegar al gimnasio ya me está esperando con un gesto indescifrable, Ana solo le dedica una sonrisa y nos deja solos.

Me acerco a él y soy incapaz de articular media palabra con Jason, el me levanta de la silla y me pone en el suelo que está cubierto de una alfombra especial y empieza a flexionar mis piernas.

Sigue así durante media hora y luego mueve mis brazos también en especial el izquierdo que es el más dañado.

-Siempre que sales, lo haces conmigo.-dice casi de forma inaudible.

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