Capítulo 35

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Christian

Tenía mi vista fija al techo mientras movía poco a poco mis dedos de la mano izquierda. Por un momento me observe detenidamente y vi los estragos que el paro respiratorio hizo conmigo, todo mi cuerpo estaba conectado a muchos cables, más de los que ya tenía antes, también tengo un poco de dolor en el abdomen debido a que colocaron una sonda donde estuvieron alimentándome los últimos 7 días. Me sentía cansado y muy débil como para intentar hacer cualquier cosa. Y a pesar de  mi malestar había soportado enfrentar mi pasado cara a cara. Aquella parte de mi vida que fue una sombra y que por primera vez en mucho tiempo tenía luz. Una luz casi cegadora, cerré mis ojos y respiré profundamente. Aquella tristeza con la que había despertado finalmente desapareció y una tranquilidad y paz embargo mi alma y mi corazón.

Abrí mis ojos de nuevo y observé la mirada cálida de Jason, desde  que termine de conversar con Nathan él entró a cuidar de mi. Las pocas fuerzas que tenía se esfumaron cuando el doctor y su hermano salieron de la habitación. Me excedí hablando y eso me dejó exhausto tanto así que fui incapaz de pronunciar palabra alguna.

Permanecí en silencio recobrando un poco el aliento y agradecí que mi padre respetará mi silencio. Sus ojos azules me miraban fijamente y su áspera mano estaba aferrada a la mía. Ese simple contacto me daba paz y seguridad.

-¿Cómo te sientes?

-Emocionalmente mucho mejor, físicamente como la mierda.-dije y sonreí un poco para no preocuparlo tanto cuando pronuncie eso último.

Una sonrisa disimulada se dibujó en sus rostro y con su otra mano palmeó mi hombro.

-Al menos eso es un avance significativo.-dijo refiriéndose a mi estado emocional.

-Gracias, por lo de hoy.

-Tenia miedo, pero sabía que era el momento de que lo escucharás.

Sentí su temor palpable y luego se estremeció en su asiento.

-¿Que pasa?

Vi su negativa al hablar y vio a todas las direcciones menos a mí. Noté que cientos de lágrimas salieron de sus ojos y estaba evitando a toda costa que no lo viera. Es raro en él que muestre sus emociones, siempre es muy cerrado y verlo así me demostró lo mucho que todo esto le afectó.

¿Cuántas veces le he visto llorar?

Solo dos veces, la primera fue aquella vez cuando estábamos debajo de mi árbol favorito  y ahora en esta fría habitación.

-Sentí que una parte de mi moría lentamente cuando vi que dejaste de respirar y tú corazón se paralizó esa noche..-Limpio sus lágrimas con su pañuelo.-Supe en ese momento que si lograbas sobrevivir, tenías el derecho de saber quién es el hombre que te operó y quién era su hermano.

-Lamento que hayas tenido que presenciar eso.

-Lo importante es que ahora estás mejor.

-Sí. ¿Cómo sabías que Paul era hermano de Nathan? ¿Ya lo habías investigado?

-No iba permitir que un desconocido operará a mi hijo. Investigue a todo el personal que entró a ese quirófano.

-Como no se me ocurrió. Supongo que es por todo la medicación.

-No bajes la guardia, Benjamín.

-Tu no la bajes, eres quien me cuida. Esa es tu responsabilidad.

-Tienes razón.

-Papá ¿Por qué nadie más a venido a verme?-pregunte cambiando de tema y al recordar que solo mi nena, papá y mamá vinieron.

-Debido a tu estado restringieron las visitas además James y Peter tienen una fuerte gripe. No podemos exponerte demasiado y complicar más tu estado. 

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