El rubio subía y bajaba sus caderas con calma puesto que aún sentía dolor ante el reciente acto, pequeños jadeos y gemidos salían como si de palabras se tratasen, inundando toda la habitación con aquellos obscenos sonidos, el pelirrojo sólo se disponía a disfrutar, claro si es que podía, no había sido la forma adecuada en la que decidieron dar tan extremo paso, sin embargo el pelirrojo se conocía no podría dejar pasar aquello, no podría irse como si no supiera nada y dejar que el rubio de las arreglara, solo pedía mentalmente que esto no afectara la amistad con el rubio, ¿y por qué no? Podía aprovechar esto para comenzar a cortejar al contrario.
Pasaron los minutos, el rubio se movía con más fuerza subiendo y bajando sus caderas, su cola se meneaba de un lado a otro, y afortunadamente sus orejas ya habían desaparecido, pero la cola seguía siendo un problema, buscando más placer sus caderas comenzaron a moverse hacia adelante y atrás, mientras le ofrecía atención a su miembro —Kirishima...– jadeo cerrando sus ojos derramando a su vez pequeñas lágrimas por el placer, un cosquilleo se arremolino en su vientre y esta sensación recorrió todo su falo dejando salir su esencia manchando el abdomen del pelirrojo –Lo siento...–.
Ya no había más cola había vuelto a la normalidad, suspiro aliviado levantándose y quitándose de encima, sin embargo sus piernas temblaron y no pudo ponerse de pie correctamente, cayendo sobre el colchón sin sobre esforzarse más solo se acomodó en una posición fetal. El pelirrojo por otra parte fue al baño a limpiarse saliendo y colocándose su ropa –Bakugo... Espero que esto no afecte nuestra relación– sonrió ligeramente acostando al rubio en la cama tapandolo con una frazada, para después salir topandose con el peliverde.
–¿Kirishima?– cuestionó extrañado observándolo con detenimiento –¿Que hacías en la habitación de Kacchan?–.
El contrario un tanto nervioso aunque no lo mostrara rasco sutilmente su mejilla desviando la mirada –Vine a ver si estaba despierto Bakugo para que me ayudara con algo, pero justo irá a dormir– dijo de forma serena, el peliverde murmuró un "Ya veo" y el pelirrojo no sin antes despedirse se retiro regresando a su habitación. El peliverde dudoso continuó su camino.
Al día siguiente...
El rubio había ido a primera hora a la dirección con la novedad de que la transformación ya había tenido lugar la noche anterior.
–Bien Bakugo... ¿Cómo lograste suprimir la transformación? ¿Alguien se dio se cuenta?– preguntó el director con interés y preocupación, si se comenzaban a oír por los pasillos el rumor de que había un semi-lobo en la clase diurna causaría un gran alboroto y claro que le traería problemas con los supervisores.
El rubio se mantuvo en silencio algunos segundos, debatiendose en sí decir las verdad o sólo pedir sus supresores –Una persona se enteró... Con esa persona pude reprimir la transformación– era obvio que no pensaba revelar de quién se trataba, no quería causarle problemas al pelirrojo.
–¿Alguien más lo sabe?–
–No, sólo esa persona y confío en que no dirá nada.–
–Espero qué tengas razón, sería un problema que se corrieran rumores– comentó mientras sacaba algo de un cajón que mantenía cerrado bajo llave –Tu celo será irregular por lo tanto tienes que cargar siempre con los supresores, es claro que son una dosis más fuerte por lo tanto con tomar una debería ser suficiente, también agrego el hecho de que ciertos olores pueden provocar una reacción, por ejemplo si hueles el aroma de una persona que te guste, así que ten cuidado– le entregó un pequeño frasco, el menor sin decir nada solo lo tomó y salió de la oficina yendo al salón de clases; topandose al peliverde.
–¡Kacchan!– exclamó animado al verlo, acercándose a paso un tanto apresurado y con una resplandeciente sonrisa –¿Te encuentras mejor?– cuestionó mirándolo de pies a cabeza, notando que se encontraba bastante bien.
–Estoy bien, ahora déjame en paz– respondió y esquivo al más bajo yendo directamente a su lugar.
Varios días después...
El rubio y el peliverde habían estado un tanto distanciados, claro que todo eso se debía a que el rubio había marcado su distancia, no quería que en cualquier momento su instinto saliera a flote y asustar al contrario, pero este alejamiento sólo había dado beneficios al bicolor pues éste había aprovechado para acercarse aún más al peliverde y por más que le molestara al rubio no podía hacer nada, no hasta tener bajo control su instinto; pero todo eso se fue al caño ese día, el peliverde había tenido el valor de acercarse justo después de su guardia juntos, justo cuando iban a ingresar al edificio Deku lo detuvo.
–Kacchan... Has estado un tanto distante... No sé a qué se deba pero quiero que sepas que pase lo que pase yo no dejaré de estar ahí para ti, para lo que se te ofrezca...– comentó con la voz un tanto temblorosa, no le agradaba la idea de estar separado de su mejor amigo.
–Nerd, solo déjame en paz... Tienes a Todoroki, puedes sustituirme con facilidad– le dolía cada una de esa palabras, ver a la persona que te gusta con alguien más no era fácil y hablar de ello le hacía hervir la sangre.
–N-no es lo mismo... – apretó entre su puño las ropas del contrario bajando su mirada, se veía tan vulnerable y su aroma era fuerte, se mezclaba con la naturaleza pero el rubio lograba identificarlo con facilidad, lo cual comenzó a traerle reacciones, tenía que tomar su pastilla pero no podía hacerlo justo frente al peliverde, mordió su labio con fuerza abriéndose, tenía que hacer algo, tenía que alejarse de inmediato.
–Tengo que irme, ya es noche– cuando se disponía a alejarse el contrario no hizo nada más que abrazarse al torso de éste dejando salir un par de lágrimas.
–Kacchan, no me dejes– escondió su rostro en su pecho, el rubio no sabía que hacer, el deseo de poseer aquel frágil cuerpo se iba intensificando, sus brazos rodearon su cuerpo con fuerza, más de la necesaria; el peliverde se percató y de inmediato trató de alejarse, sin embargo sus intentos eran vanos, el rubio sólo ajustaba más su abrazo –Kacchan, me lastimas...– jadeo con temor tratando se apartarse a lo cual el contrario solo gruñó, pegando al contrario contra la pared posicionando sus brazos a los costados del más bajo.
–Deku, perdoname...– su voz se había hecho más gruesa, fue cuestión de segundos para que el mencionado se diera cuenta de lo que estaba pasando, sus ojos miraban incrédulos la imagen que se posaba ante sus ojos, el rubio, su mejor amigo tenía orejas y cola, el corazón del peliverde comenzó a palpitar con fuerza tanto que le empezaba a doler el pecho, la angustia y temor ascendía a su cabeza, un nudo en la garganta que le impedía gritar, los recuerdos que tanto había tratado de olvidar tal parecían que volvían a cobrar vida, su cuerpo temblaba, sus piernas flaqueaban, en cualquier momento sentía que se desplomaria sobre el suelo.
××××××××××××××××××××××××××××××××
Hola criaturitas.~
Lo prometido es deuda uwu aquí les traigo el nuevo capítulo y anuncio oficialmente mi regreso del hiatus, ahora como sabrán gracias a la cuarentena todos tenemos que permanecer encerrados, así que aprovecharé para avanzar con la historia; bien quiero abrir un paréntesis para aclarar una cosa, aún no sé si seguirán las actualizaciones como siempre (cada 10 de cada mes) tanto como puede que aumente o como puede que descienda, así que en pocas palabras las actualizaciones serán irregulares :b
Espero les haya gustado el capítulo, mis mejores deseos para ustedes y recuerden seguir las órdenes sobre el cuidado :3
L@s quiero.~
Bye.~
××Sam××

ESTÁS LEYENDO
××Rojo carmesí××
FanfictionUn mundo donde vampiros, hombres lobo y humanos tienen que convivir. Hoy en día se a creado una Academia llamada UA la cual fue hecha para que esta convivencia sea más posible. En esta Academia existen dos clases la nocturna y la diurna, donde en la...