–¿Segura que te dieron permiso? No me gustaría que al final no pudiéramos salir.
–Mi mamá dijo que podríamos si me siento mejor, el cambio de clima siempre me enferma.
–Lo puedo notar en tu pequeña nariz de Rodolfo el reno –se burló Boruto, provocando que Sarada riera y se cubriera la cara por la vergüenza.
Llevaban aproximadamente dos horas video chateando, intentando ponerse de acuerdo para su cena de esa noche.
–Sé que probablemente cinco meses de relación no sea razón para una cena formal, como bien podríamos hacerla en nuestro primer aniversario, pero en realidad tengo muchas ganas de estar contigo en una mesa llena de flores, observando tu hermoso perfil iluminado por la luz de las velas...
–Oh bueno, ese tono de broma se te nota a kilómetros –ambos rieron.
–Podré estar bromeando, pero tu perfil sí es hermoso –Sarada sonrió.
–Cambiando de tema ¿pediste permiso?
–Sabes que por mis padres no hay problema, el detalle es si todos me quieren ahí –dijo enarcando una ceja, esperando la respuesta de su novia.
–Por supuesto que te queremos aquí.
–¿Todos?
–La mayoría –carraspeó.
–La verdad es que no entiendo cuánto tiempo más va a pasar hasta que le agrade a tu papá –bufó.
–Tenle paciencia, eres el primer novio que tengo y ten en cuenta que...
–Sí, que él siempre quiso que tu novio fuera Kagura –rodó los ojos.
–No te pongas celoso –rió–. Sabes que estoy contigo y eres con quien quiero estar.
–Es que bueno, no pensé que tu padre fuera tan sobre protector contigo, además que su rostro de pocos amigos no le ayuda.
–Si bueno... aun así ¿irás? Nos vamos el domingo y regresaremos después de una semana.
–Sí iré, puedes contar con ello –Sarada sonrió.
–¿Irá Himawari? –el rubio asintió.
–¿Solo seremos nosotros dos y tu familia?
–También Inojin, llevo años invitándolo –tosió–. Estoy harta de estar enferma.
–Cuídate, te dejaré para que descanses, en unas horas confírmame si podrás ir a cenar.
–Por supuesto –sonrió.
–Te quiero –dijo acercando la cámara a su rostro–. Te quiero mucho –continuó alargando la última letra provocando la risa de la joven.
–Yo también te quiero.
Boruto volvió a decirle te quiero y después de un giño y un beso terminó la video llamada.
Te quiero.
¿Cuánto tiempo llevaban diciéndose esas dos palabras? Poco más de dos meses. Y para sorpresa de Sarada él había sido el primero en decirla. Aunque ella reaccionó explosivamente lanzándose a sus hombros y abrazando sus labios con los suyos, no paró de besarlo hasta que el aire le exigió separarse. La explosión que se generó en su interior fue casi tan grande como la primera que se besaron aquella madruga llena de nieve. De solo recordarlo su piel se erizaba y la emoción se acumulaba en su pecho.
Ya eran mediados de junio, en unos días cumplirían cinco meses desde que iniciaron su relación, Boruto le había insistido en que tuvieran una cena formal. En un restaurante, con velas, tal vez algo de pasta o lasaña, un poco de vino y música relajante. Lo había planeado durante mucho tiempo y Sarada se sentía realmente mal por haber enfermado. No es que estuviera muy grave, solo era un resfriado, pero su mamá siendo medico era demasiado exigente con los cuidados, además de que quería curarse pronto por el viaje que tenían planeado.
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Que tan intenso [Borusara]
Fanfiction-Que tan intenso. -¿Eh? -Sí, que tan intenso es. -Creo que sigo sin comprenderte -sonrió. -Me refiero a que tan intenso es el latido de tu corazón cuando lo miras, que tan intenso es el nudo que se forma en tu estomago cuando encuentras algo nuevo e...