Que tan intenso [Borusara]

"Charlas"

–Wow creo que esto se puso intenso.

–Ni me lo recuerdes, Shikadai –suspiró Boruto.

–¿Entonces simplemente le dijiste eso y te fuiste?

–No se me ocurrió qué otra cosa hacer, estaba enojado.

–Kagura es alguien bueno, sería una persona perfecta para Sarada, si eso es lo que te preocupa.

–Sarada merece a alguien que la quiera.

–¿Y crees que Kagura no la quiere? –Boruto negó.

–No es eso.

–Entonces ¿qué es lo que te molesta? –preguntó Shikadai.

Boruto se quedó callado pensando su respuesta, su amigo volvió a hablar.

–A veces pensar las cosas demasiado puede ser tu peor opción.

–¿A qué te refieres?

–A que empieces a afrontar la situación de frente en lugar de sacarle la vuelta.

El rubio frunció el ceño, iba a protestar sobre las palabras de su amigo cuando la puerta se abrió y él cerró la boca. Se escuchó un fuerte estoy en casa y unos instantes después de eso apareció un chico alto de cabello negro y ojos esmeralda, observó a los dos en silencio.

–Hola –saludó viendo a Boruto.

–Hola –respondió el rubio al mismo tiempo que hacía un gesto con la mano.

–Shinki hasta que por fin llegas ¿dónde rayos estuviste? –la voz de Temari se hacía más fuerte conforme se acercaba.

–Salí a dar una vuelta –la rubia llegó, estaba en el hueco de la puerta de brazos cruzados.

–Seguramente estabas buscando cualquier cosa qué arreglar, siempre haces lo mismo Shinki.

–En realidad estaba en casa de Yodo –Temari sonrió.

–¿De verdad? Por fin hiciste...

–Y de paso arreglé el interruptor de su cuarto que fallaba.

–No tienes remedio –suspiró Temari.

–Iré a mi cuarto, bajaré cuando la comida esté lista.

–Alto ahí –la voz autoritaria de la rubia hizo que el pelinegro se detuviera–, siempre estás encerrado armando y desarmando cosas, quédate en la sala con tu primo mientras la comida está lista.

–Pero mamá...

–Shikadai, no te atrevas a contradecirme –Shikadai suspiró, Shinki caminó hasta posicionarse en el último sillón que estaba desocupado quedando entre los dos.

La rubia sonrió y salió de aquella habitación. Boruto y Shikadai se miraban fijamente y de vez en cuando observaban al pelinegro, estaba callado y ni siquiera les prestaba atención, parecía en su propio mundo hasta que él rompió el silencio.

–Si quieren hablar háganlo, no tengo un tema o razón para meterme en su conversación –dijo Shinki con un tono neutro.

–Mi madre me mataría si se entera que te dejamos de lado –suspiró–. Así que estabas con Yodo ¿cómo está?

–Está bien –respondió únicamente.

–Él es Uzumaki Boruto, es un amigo de la universidad, Boruto él es mi primo Sabaku No Shinki, es hijo de mi tío Gaara –los presentó.

–Mucho gusto –dijo Boruto con una sonrisa.

–Igualmente.

El rubio frunció levemente el ceño, era un tipo tan callado y poco social que le parecía difícil pensar que Shikadai sentía celos de él. Incluso parecía ser incapaz de hablar con una chica.