Capítulo 19
Sus ojos negros miraron a Scorpius con dureza y crispación para luego posarse en Teddy, quien miraba con ligera diversión al chico rubio.
—Scorpius Malfoy, ¿qué rayos estás haciendo? Estate quieto, pareces idiota—lo fulminó con la mirada Snape.
Teddy apretó los labios para esconder una sonrisa. Tenía una ligera idea de lo que le estaba pasando al chico rubio. El mocoso probablemente había comido muchos dulces, lo que le había provocado un subidón de azúcar. Se preguntó cuántos caramelos se habría comido Scorpius, pero decidió que no quería saberlo; debían de haber sido un montón, ya que el chico se retorcía y parecía inquieto.
—Lo siento, tío Sev. No sé lo que pasa; no puedo estarme quieto—.Scorpius puso mala cara y con las manos golpeó sobre la mesa.
Los ojos oscuros se entrecerraron al recordar en su mente a un joven Draco comportándose exactamente igual.
—Scorpius, ¿has comido, por casualidad, dulces?
El labio de Scorpius tembló, pero asintió. No había querido comer muchos, pero una vez había empezado, estaban tan buenos que no había podido parar y había guardado sólo los justos... Le quedaba un poco más de la cuarta parte de la cantidad original:
—Lo siento, tío Sev.
Snape suspiró y se pellizcó en la nariz, tratando de mantener su ira bajo control. No serviría de nada enfadarse con el niño; como cualquier infante, no había podido resistir la tentación de los dulces y probablemente había comido una gran cantidad. Además lo llevaba en la sangre; su padre tenía una afición al dulce muy severa.
—No puedo entender por qué tu padre te permite comer tanto azúcar cuando sabe lo que hace contigo—dijo molesto.
Scorpius se mordió el labio y bajó la mirada; por el nerviosismo sus piernas no paraban de moverse.
Snape entrecerró los ojos.
—¿Sabe tu padre que has comido tanto dulce, Scorpius?
—Puede—respondió dócilmente el muchacho.
Snape apretó los dientes y se recordó a sí mismo que maldecir a un niño de seis años, no era una buena idea. No importaba lo tentador que sonaba.
—¿Por qué no lo detuviste antes de que ingiriese tanto azúcar?—le espetó a Teddy.
Teddy levantó las manos en señal de rendición:
—¿Cómo iba a saber que ha comido tantos dulces? No dormimos en la misma habitación—contestó él, inocentemente.
Uno de los ojos de Snape sufrió un tic.
—Me recuerdas mucho a tu padre—gruñó.
Teddy lo miró confundido.
—¿A mi verdadero padre o a Prongslet?
—A ambos— dijo Snape apretando los dientes.
Teddy sonrió como si fuera un cumplido.
—No era un cumplido, mocoso insolente—gruñó Snape.
Teddy se encogió de hombros, con un movimiento desafiante. Obviamente, eso era sospechoso viniendo del hijo de un merodeador y del ahijado de hijo de otro merodeador. Sólo alguien que tuviera en sus venas sangre Gryffindor o fuese familiar de un merodeador se atrevería a encogerse de hombros cuando Snape decía algo.
Snape requirió de toda la paciencia necesaria para no estrangular al niño. Respiró hondo varias veces, y con sus manos agarró la mesa, dejando marcas en ellas.
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Will you be my daddy? (Traducción autorizada por FanofBellaandEdward)
RomanceDespués de que Draco se divorciara de Daphne, Scorpius se encuentra en la búsqueda de un segundo papá, ya que Draco le contó que sólo le gustaban los hombres. Luego conoce a Harry y está empeñado en conseguirle como segundo papá. ¿Lo logrará? Tradu...