Capítulo 44 (sin betear)

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Capítulo 44

22 de julio: siete meses de embarazo

─¿Podemos interrogarlo? ─Thomas le preguntó al Sanador responsable de Creevey.

La etiqueta del hombre en su pecho decía Richard Newstone y probablemente tenía alrededor de cincuenta años, su cabello castaño oscuro comenzaba a ponerse gris. Tenía suaves ojos marrones y arrugas alrededor de los ojos; era alto con hombros anchos y parecía lo suficientemente severo como para que nadie se atreviera a cuestionar sus decisiones.

Richard frunció el ceño y levantó la vista de su portapapeles.

─Prefiero que esperes un poco más. Todavía se está recuperando de sus graves heridas. Todavía me sorprende que haya logrado sobrevivir a esas mordeduras.

─¿Está consciente? ─Thomas presionó tercamente. Había trabajado junto a Harry antes y saber que el asesino había estado detrás de su ahijado y luego provocó que se pusiera de parto fue suficiente para enfadarle. Por lo que a él respectaba, Creevey estaba a punto de morir, siempre y cuando confesara, era feliz. Pero estaría muy satisfecho de arrastrar al desgraciado bastardo a la sala del tribunal y escuchar su castigo. No podía decidir qué castigo sería más gratificante: el Beso o el encarcelamiento de por vida con los dementores como sus guardias.

─Bueno, sí, se despertó hace solo una hora ─respondió Richard con cautela y frunció el ceño.

─¿Puede hablar?

─Supongo que sí, pero todavía siente dolor.

─Señor Newstone, este es el hombre que envenenó a mujeres, hombres y niños y mató a algunos de ellos. Secuestró al ahijado de Harry Potter y actualmente Potter está luchando por su vida y la del bebé. Todo por ese imbécil allí ─Thomas asintió con la cabeza hacia la puerta cerrada detrás de la cual se encontraba Creevey─. ¿De verdad crees que me importa un poco si ese hijo de puta tiene dolor? Necesito su confesión y si está lo suficientemente bien como para hablar, puede darme eso. Luego me iré con la confesión y cuando sus heridas estén lo suficientemente curadas, será trasladado a Azkaban para esperar a que comience su juicio.

Richard abrió la boca, presumiblemente para protestar nuevamente, pero Thomas lo interrumpió.

─Escucha, podemos discutir aquí largo y tendido y tendría que irme para obtener la autorización del mismísimo ministro, pero puedes estar seguro de que obtendré esa autorización.

Richard lo fulminó con la mirada.

─Bien, puedes hablar con él. Asegúrate de no provocarle un fallo cardiaco.

─Porque sería una lástima ─murmuró Thomas sarcásticamente, pero asintió con la cabeza hacia su compañera Elisabeth, quien caminó por el pasillo después de haber hablado con uno de los Aurores estacionados en la esquina para evitar que alguien ayudara a Creevey a escapar.

─¿Tenemos permiso? ─ella preguntó, sorprendida. Pensó que no podrían hablar con Creevey durante una semana más debido a la gravedad de sus heridas.

─Sí, así que vámonos ─dijo Thomas, sintiéndose ansioso y entró rápidamente a la habitación estéril del hospital sin llamar.

Creevey levantó la vista cuando se abrió la puerta y se puso rígido cuando reconoció las túnicas de auror. Estaba todo vendado. Los sanadores no habían podido salvar su mano, por lo que solo había un vendaje envuelto alrededor de su brazo. Su otro brazo, donde el lobo le había mordido, estaba muy envuelto en una gasa, pero los sanadores le habían dicho que confiaban en que podrían restaurar su piel.

Will you be my daddy? (Traducción autorizada por FanofBellaandEdward)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora