Will you be my daddy? (Traducción autorizada por FanofBellaandEdward)

Capítulo 15

Al día siguiente, Harry estaba muy nervioso, y no lo entendía. Sólo era una cita. Con Draco Malfoy. Un hombre. No había tenido una cita en cuatro años. ¿Había mencionado que tenía una cita con Draco? Es decir, ¿un hombre?

Llevaba un par de vaqueros desteñidos y un suéter negro. Se miró en el espejo y se pregunto si se veía lo suficientemente bien para Draco. Unos segundos más tarde hizo una mueca.

«Estás actuando como una maldita chica».

Iba a ir bien, no había nada de lo que preocuparse. Sólo un día y tal vez esa noche habría descubierto lo que sentía por Draco.

Harry distraídamente se tocó los labios, recordando el beso dado por Draco anoche. Había sido agradable y le había dejado una pequeña chispa en sus labios. Harry se preguntó cómo sería besar realmente a Draco. Tal vez él lo descubriera esa noche; un rubor subió por su cuerpo hasta sus mejillas.

Cuando Harry bajó las escaleras, Snape ya había llegado, y estaba con la mirada agria.

—Supongo que Draco le ha dicho que saldremos por unas horas —dijo Harry a la ligera.

—Oh sí, me lo ha dicho. Ese maldito mocoso aún está sonriendo—gruñó Snape.

—Estoy seguro de que los chicos se comportarán —Harry trató de animarlo.

—Draco le dijo a su hijo que vosotros dos ibais a una cita y empezó a aplaudir como un maldito Gryffindor idiota —Snape se burló—. Dudo que se comporte.

Harry se rió nerviosamente y decidió que era hora de ir al encuentro con Draco para comenzar el día.

—Eh, voy a ver dónde se encuentra Draco—dijo tímidamente, y se dirigió hacia la puerta.

—Potter.

Harry se quedó helado. ¿Cómo podía hacerle sentir como un niño de once años que había hecho una travesura y había sido pillado? Nunca lo sabría.

—Dale una oportunidad a Draco, ha querido tu compañía desde que le escuché hablar de ti por primera vez. Estoy seguro de que puede hacerte feliz y tú a él, por increíble que parezca—dijo Snape rígido.

—De acuerdo —respondió Harry con suavidad, sonriendo brevemente. Él sabía que eso significaba que Snape los apoyaba, aunque no lo había dicho literalmente.

Encontró a Draco en la sala de estar, tratando de calmar a un sonriente y saltarín Scorpius, mientras que Teddy estaba sentado en el sofá, leyendo un libro.

—¿Estás listo?— Harry no pudo resistirse a la situación.

Draco frunció el ceño.

—Intenta tú controlar a un niño que parece un estúpido Gryffindor que ha comido demasiado azúcar.

—¿Qué pasa con los Slytherins que insultan a los Gryffindors cuando tienen problemas? En serio, todos necesitáis un nuevo objetivo al que colmar de insultos — insistió Harry.

—Si en el futuro me insultan Hufflepuffs, ¿me ayudarás a tratar de calmar a este pequeño demonio?

—¡No soy un demonio! ¡Has dicho que era un ángel!—Scorpius protestó e hizo un puchero.

—Sí, eres un ángel, Scorpius—Harry sonrió y se acercó al niño y se arrodilló delante de él—. Ahora, el tema es que quiero ir a divertirme con tu papá, pero no podemos hacerlo si no te calmas. ¿Crees que vas a poder ser un buen chico y calmarte para que tu papá y yo podamos salir?—preguntó inocentemente.

Inmediatamente, los ojos de Scorpius se abrieron y asintió con fervor.

—Seré un buen chico. Tú y papá pueden divertirse. Seré bueno —prometió y abrazó a su papi.