Capítulo 35
Los días siguientes a la marcha de Ginny, Harry estuvo pensando en un regalo de San Valentín para Draco. Podría ir y preguntarle, pero quería hacer algo más que eso. Pero ¿qué podía añadir a su regalo? Tenía que ser algo que pudiese conseguir antes del día de San Valentín, que ya estaba a la vuelta de la esquina.
Suspiró, mirando por la ventana y golpeando el lápiz contra el papel. Tenía otra rosa en esta ocasión, de color rosa, junto a un poema sobre el amor y el aprecio.
Sonrió al pensar en su pequeño regalo. No sabía cuánto tiempo seguiría Draco con las rosas y los poemas, pero no se quejaba.
Sacudiendo la cabeza, tiró el lápiz al suelo con frustración y se pasó las manos por el pelo con saña. Merlín, odiaba hacer regalos. Tenía siempre el mismo problema: cada vez que había una fiesta nunca sabía qué regalarle a alguien. Ahora tenía una parte del regalo, pero quería añadir algo más a él, algo más especial. Pero ¿cómo iba a hacerlo?
Un golpe en la puerta lo distrajo y alzó la cabeza de la mesa, donde la había tenido apoyada.
—¿Sí?
La puerta se abrió para mostrar a Teddy con unos tejanos azul oscuros y un suéter negro. Hoy su pelo era de un rubio oscuro desordenado y sus ojos azul cerúleo.
—Papá, ¿quieres venir a volar conmigo?
Harry parpadeó y sonrió. Ir a volar sonaba excelente en ese momento y siempre le aclaraba la mente, provocando, tal vez, que le viniese una idea después de la sesión.
—Claro, ve a buscar tu escoba.
Teddy sonrió, emocionado y corrió a su habitación, ansioso por poder pasar tiempo con su padre.
Once minutos más tarde, estaban de pie en el gran jardín, ambos vestidos con gruesos abrigos, bufandas y guantes, sosteniendo sus escobas con fuerza.
—Muy bien, Teddy, ¿estás preparado?—sonrió Harry, agarrando con fuerza su escoba.
Teddy asintió, emocionado e inmediatamente saltó sobre su escoba y se elevó, con Harry siguiéndole y riéndose.
Por un breve momento Harry se preguntó de dónde había sacado Teddy su talento para volar, ya que no podía recordar a Remus hablando sobre quidditch y Tonks había sido demasiado torpe como para subirse a una, pero esos pensamientos se desvanecieron rápidamente cuando sintió el viento frío golpear su cara, sintiendo que se le congelaba.
*****
—¿Ya te ha comunicado su decisión?—preguntó Severus, sus oscuros ojos miraban a su ahijado caminar por la oficina.
Draco suspiró y dejó de caminar, apoyándose en la pared junto al escritorio.
—No, la última vez que hablamos del tema fue cuando descubrimos que estaba embarazado. Me dijo que necesitaba tiempo para pensar en ello—respondió, incómodo.
Cada día que pasaba sin escuchar la decisión de Harry con respecto al bebé, le hacía estar más y más ansioso. ¿Y si no quería quedarse con él? ¿Qué debía hacer entonces? ¿Podría ocultar la decepción? ¿Acabaría resintiéndose con Harry por no tenerlo? ¿Tendrían una oportunidad como pareja después del aborto?
—¿Se toma las pociones?—continuó Severus. No sabía cómo consolar a su ahijado. Por una parte consideraba a Draco increíblemente estúpido por querer un hijo tan pronto en esa relación y por otro sabía cuánto quería a los niños. Era algo que no muchas personas sabían y Severus dudaba de que Potter supiese cuánto le gustaban a Draco. Severus no podía entender el motivo de que Draco estuviese encantado con tener otro hijo, cuando tenía a dos corriendo por allí, causando estragos. Pero ¿quién era él para decir nada de los deseos de Draco? A pesar de ese particular deseo, podría arruinar su felicidad y, tal vez, incluso su relación con Potter.
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Will you be my daddy? (Traducción autorizada por FanofBellaandEdward)
RomanceDespués de que Draco se divorciara de Daphne, Scorpius se encuentra en la búsqueda de un segundo papá, ya que Draco le contó que sólo le gustaban los hombres. Luego conoce a Harry y está empeñado en conseguirle como segundo papá. ¿Lo logrará? Tradu...