Capítulo 37

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Capítulo 37

Segunda semana de marzo: dos meses de embarazo.

Teddy siempre había sido un chico inteligente. Fue brillante en la escuela e incluso había logrado un buen control sobre sus capacidades cambiantes. También era muy observador, nada escapaba a sus ojos, sobre todo cuando se trataba de personas que consideraba su familia. Naturalmente, se había dado cuenta de que su padre había comenzado a lucir un poco pálido.

Habían sido unos días después del anuncio de la boda: Teddy había bajado las escaleras para ir a desayunar y cuando entró en la estancia vio a su padre sentado en la mesa, muy pálido. Draco había estado frotándole la espalda, murmurando algo en su oído. Se separaron tan pronto como se dieron cuenta de que Teddy estaba de pie en la puerta.

El pequeño Lupin, al preguntarle a su padre si estaba enfermo, éste sacudió la cabeza, sonriendo débilmente, diciéndole que no pasaba nada.

Teddy le hubiese creído si Harry no hubiese seguido viéndose cansado todas las mañanas y algunas veces durante todo el día; hacía siestas durante el día también. En las últimas dos semanas Teddy había encontrado a su padre dormido en el sofá o en la cama, despertándose sólo cuando el niño lo sacudía levemente.

Para Teddy eso no era normal, su padre siempre había sido muy activo, capaz de estar despierto hasta altas horas de la noche. El muchacho estaba totalmente seguro de que estaba enfermo, sobre todo después de haberle escuchado vomitar varias veces. De hecho eso era lo que sucedía ahora. El pequeño metamorfomago había querido volver a su clase con Snape después de ir a buscar un libro, pero se detuvo tan pronto como llegó al cuarto de baño situado en el pasillo donde estaba su habitación.

Alguien estaba vomitando. Teddy fue hacia la puerta, alarmado, dudando si debía entrar o ir en busca de algún adulto. Tomó la decisión cuando las arcadas se detuvieron y después de un minuto el sonido anterior se volvió a escuchar.

Unos pasos en el baño incitaron a Teddy a que diese unos pasos hacia atrás, antes de chocarse con la persona del interior de la estancia.

Para su inmensa sorpresa y preocupación, su padre salió de él, pasándose una mano por el pelo y luciendo cansado.

—¿Papá?—preguntó, dócil.

Unos ojos verdes lo miraron, sorprendido. Las bolsas que lucía bajo sus ojos le hacía lucir de la misma manera que cuando volvió de haber sido secuestrado.

—Teddy, ¿qué haces aquí?—preguntó Harry, aclarándose la garganta ya que sonaba áspera—. ¿No tienes clase con Snape?

—Sí, pero he tenido que ir a buscar un libro que se me había olvidado—murmuró sin apartar sus ojos ámbar del moreno—. Papá, ¿estás enfermo? ¿Tienes que ir a ver a un medimago?

Harry negó con la cabeza y se apoyó contra la puerta, respirando pesadamente.

—No, no te preocupes. Todo está bien. No estoy enfermo—aseguró.

—Pero estabas vomitando—indicó, frunciendo el ceño.

Su padre pareció vacilar, como si estuviese decidiendo si contarle o no al niño antes de negar con la cabeza.

—En serio, no tienes de qué preocuparte. No estoy enfermo. Es algo que pasará pronto, algo que he cogido. Estaré bien, lo prometo—sonrió y palmeó el hombro de Teddy—. Ahora, ¿por qué no te das prisa en volver a tus clases? Estoy seguro de que Snape te está esperando.

Teddy frunció el ceño y se mordió el labio, pero poco a poco volvió a su clase, preguntándose por qué su padre estaba mintiendo.

—Algo que ha cogido —si eso fuese cierto, entonces, ¿cómo es que nadie más en casa estaba enfermo? El chico no recordaba haber escuchado a Draco o Scorpius vomitar; siempre había sido su padre.

Will you be my daddy? (Traducción autorizada por FanofBellaandEdward)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora