Capítulo 29

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Capítulo 29

Draco gimió cuando sintió el húmedo tacto sobre la frente y las mejillas. ¿Qué había pasado?

Oyó el tono de las voces muy bajas y se concentró en ellas.

—Nunca pensé que su reacción sería tan grave—era Daphne, sonando sorprendida.

—Potter es su pareja, ¿qué esperabas? ¿Que estaría tranquilo cuando escuchase la noticia?—era Severus, sonando molesto.

Una alarmante campana repiqueteaba en su cabeza. Algo andaba mal, muy, muy mal. Algo que tenía que ver con Harry.

Le dolía la cabeza y todo poco a poco iba volviendo: la reunión con su socio, la tormenta, Daphne diciéndole que Harry estaba secuestrado...

¡Harry secuestrado!

Sus ojos se abrieron de golpe y salió disparado del sofá, mirando a su alrededor furiosamente. Sus ojos vieron el reloj de péndulo, de pie en la esquina izquierda.

Mostraba las once menos cuarto. Había estado inconsciente durante dos horas. Mierda. Tenía que encontrar a Harry. No estaba dispuesto a perderlo ahora que por fin lo había conseguido. Le partiría en dos al gilipollas que se había atrevido a secuestrarlo.

Bajó las largas piernas del sofá y se puso de pie, cogiendo su varita y haciendo caso omiso del jadeo sorprendido de Daphne.

—¡Draco!

Extendió la mano para abrir la puerta, pero un clic le dijo que la puerta estaba cerrada con magia. Su furia aumentó.

Se dio la vuelta y vio que Severus había sido el que había cerrado la puerta. El ex profesor de pociones, tranquilamente, guardó su varita.

—¿Qué demonios crees que estás haciendo?—dijo Draco con los dientes apretados y mirando penetrantemente a su padrino.

—Impedirte cometer un error—Severus entrecerró los ojos—. ¿Qué pensabas?

—Voy a buscar a Harry y a encontrar al hijo de puta que se lo ha llevado—gruñó el rubio; apretó la mano sobre su varita con más fuerza.

—¿Y cómo vas a hacer eso? No tienes ni idea de quién lo hizo o dónde puede estar Potter—dijo, impaciente, Severus.

—No me importa. Voy a buscarlo—miró y tiró de la manija de la puerta—. Y cuando lo encuentre, ese cabrón deseará no haber nacido.

—¿Qué pasa con Scorpius y Teddy?

El rubio se puso rígido.

Daphne estaba cerca de la chimenea, mirando nerviosamente a los dos hombres.

—¿Qué pasa con ellos?

—Si te vas ahora, pensarán que también has desaparecido. Ellos necesitan que tú estés ahí para ellos—explicó en voz baja, Snape—. Entiendo tu deseo de buscar a Potter, pero será inútil. Harías más quedándote con los niños que yendo a una salvaje búsqueda sin pista alguna que seguir.

Draco dio un suspiro tembloroso.

—Es que no quiero perderlo—susurró.

—Draco, Potter es el hombre más obstinado que he conocido y yo conocí a su padre. Él no se dará por vencido fácilmente—respondió, suavemente, Severus.

—¿Estás seguro de eso?—preguntó Draco, en voz baja.

—Lo estoy—lo tranquilizó Severus.

Los hombros de Draco se relajaron.

—Bien, no iré a buscarlo. Pero si encuentran a ese hijo de puta, yo seré el primero que le ponga las manos encima —dijo sombríamente y salió de la habitación, subiendo las escaleras.

Will you be my daddy? (Traducción autorizada por FanofBellaandEdward)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora