Capítulo 1

169 8 0
                                    

Ariel

Mi vida no puede ser peor, me acaban de echar del trabajo por quedarme dormida pero no es algo que haya hecho a breve sino que anoche me la pasé toda la noche estudiando, ya falta poco para graduarme y por ese motivo los trabajos son más exigentes y no ayuda nada de que estudia escondidas de mi padre donde se enterara me mataría. camino hacia mi casa la cual no tengo muchos ánimos de llegar.

Al llegar a casa veo que las luces están encendidas lo que quiere decir que mi padre está en casa así que me preparo mentalmente para lo que viene. Cuando entro en casa lo veo sentado frente al viejo televisor con una cerveza en la mano.

-Hola papá- saludo sin ánimos

-Llegaste bueno para nada ¿ dónde demonios estabas? ¿ Y porque la cena no está hecha?

Piensas que me alimento de aire o qué- dice levantándose del sofá, tiemblo cuando se va acercando.

-acabo de salir del trabajo y no sabía que estabas aquí. Respondo nerviosa

-¿Así que tengo que avisar para que hagas algo que es tu obligación?-pregunta apretando los dientes.

-No papá, ya me pongo ha hacer la cena.

-Ya no quiero esa mierda de comida que preparas, dame dinero-ordena, saco mi billetera y le doy dinero-¿crees que esta mierda me servirá para algo?-dice arrebatándome la cartera sacando todo el dinero

-Papá, por favor déjame un poco de dinero. Tengo que ahorrarlo hasta que consiga otro trabajo.-me tenso ya que sus ojos se ponen rojos llenos de furia

-Te echaron del trabajo?-dice tomándome el cabello

-Sí, pero mañana encontraré otro-digo agitada

-Más te vale inútil-dice dándome una bofetada tan fuerte que hace que caiga el suelo, siento como la sangre brota de mi boca.

Él toma su abrigo y sale de la casa dando un portazo, me levanto del suelo y voy a mi habitación. Una vez en ella saco el pequeño botiquín que tengo debajo de la cama y curo mi herida como lo hago siempre. Una vez curada mi herida comienza hacer los trabajos de la universidad. Cuando termino veo que son las 3:00 de la mañana y sé que tengo menos de cinco horas para dormir.

Me levanto de la cama y me preparo para otro día más en mi difícil vida, me baño y me visto tratando de hacer el menor ruido posible. Cuando estoy lista bajo con mucho cuidado, al llegar a la sala encuentro mi padre tirado en el sillón dormido, salgo de casa rogando que sea un buen día.

-Esto es todo por hoy-dice el señor Coleman finalizando la clase.

Camino para el campo un poco distraída hasta que siento que se suben a mi espalda y sé de quién se trata.

-Hola Ariel!!!-dice colgando de mi espalda.

-Cómo estás Brenda?¿ es como mi espalda?-pregunto divertida.

Brenda Foster es mi mejor amiga, nos conocimos por casualidad en nuestro primer día en la universidad, ella estudia medicina y físicamente la describo en una sola palabra perfecta. Ella es de cabello castaño, ojos grises, su rostro parece de muñeca y con un cuerpo de Barbie. Ella proviene de una prestigiosa familia de médicos que viven en Nueva York, ella estudia aquí en Detroit por un castigo impuesto por su padre, es totalmente diferente a mí.

 Ella proviene de una prestigiosa familia de médicos que viven en Nueva York, ella estudia aquí en Detroit por un castigo impuesto por su padre, es totalmente diferente a mí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Yo soy un poco más morena, de cabello y ojos negros como la noche, mido 1, 70 y soy delgada, sin muchas curvas, no me considero una mujer bonita. Aunque Bren dice que si lo soy.

-Pero qué demonios te pasó?-dice horrorizada al ver el golpe que tengo en el labio.

-No es nada Bren.

-La bestia de tu padre volvió hacerlo?- dice enojada

-Fue mi culpa, me quedé sin trabajo.

-Pero eso no es excusa, tú no tienes porque aguantarlo y lo sabes yo te podría ayudar.

-Sabes que no es necesario. Solo quiero terminar mi carrera e irme salir de aquí.

Nací y me crié en Detroit, pero lo que más quiero es irme de aquí lejos de mi padre y de este infierno en el que vivo. Cuando tenía 10 años mi madre se consiguió un amante y se fue con él, dejándome a mí con mi padre, este descargó toda su furia y frustración en mí durante todos estos años. Gracias a mis buenas notas me ganó una beca para estudiar en la universidad, pero cuando mi padre se enteró me dió una golpiza que me mandó al hospital, cuando salí, él me dijo que ni se me ocurriera entrar a la universidad, que mi única misión en la vida es trabajar para mantenerlo a él. Por este motivo estudiar a escondidas de él ya que en mi carrera veía una oportunidad para escapar de aquel infierno.

Llevo dos semanas sin trabajo y las excusas se me están acabando para justificarle a mi padre la falta de dinero. En una semana puedo ir a por mi título ya que no quiero estar en la graduación.

Estoy en casa, en mi cama contando el dinero que ahorrado durante todo este tiempo para irme de esta ciudad. Cuando se abre la puerta de golpe. Mi padre me mira a mí y luego desvía su mirada a mi mano, cuando ve lo que sostengo su rostro se llena de furia.

-¡Maldita zorra!-grita tomándome del cabello con fuerza y quitándome el dinero.

-Suéltame-le ruego pero el solo se guarda el dinero en el bolsillo de su pantalón y luego me estampa un puñetazo en el rostro.

-Te enseñaré a no esconderle el dinero a tu padre-dice y luego comienza a darme puñetazos en el rostro.

-¡Para, por favor para!-pero mis súplicas parecen darle más fuerza, me lanza bruscamente y caigo al suelo, me hago una bolita mientras él comienza a darme patadas en el estómago.

Veo cerca de mí una lámpara y con la poca fuerza que me queda me arrastro hasta llegar a ella, cuando lo hago le lanzo la lámpara y éste le da en la cabeza, aprovecho este instante, con mucho esfuerzo me pongo de pie y comienzo a correr por la casa hasta salir a la calle, una vez allí no me detengo y continúo corriendo. No sé cuánto tiempo llevo corriendo hasta que siento que chocó con alguien.

-Disculpe señor-le digo deteniéndome un instante pero todo a mi alrededor comienza a tornarse negro y lo último que escucho es al señor llamándome.

Lo eres todo para miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora