Capítulo 8

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Ariel

Estas dos últimas semanas he estado quedando con Fran, la verdad es que es un gran amigo, gracias a él he conocido un poco más la ciudad. La última vez salimos a un bar y casi cometemos un error menos mal que paramos a tiempo, dejamos en claro que nuestra relación solo seria de amistad así que ahora somos como super amigos. También hay que decir que es un play boy de primera y muchas veces me usa de escudo para alejar a chicas que el no considera bonitas, en fin, una relación sana se podría decir.

Y en estas semanas César ha estado más raro de lo normal pero no le doy mucha importancia ya que no tengo muchas ganas de discutir con él. En estas dos semanas me ha estado dando regalos que por los que cualquier mujer mataría, él piensa que con dinero va a arreglar las cosas por como me trato pero esta muy equivocado, le he devuelto cada uno de sus regalos sin siquiera abrirlos. Seguramente debe estar acostumbrado a arreglarlo todo con dinero pero conmigo no es así, aunque no voy a negar que siento una atracción por él pero no le voy a dar el lujo de ponerle las cosas fáciles.

Ahora me encuentro arreglándome para ir a la ceremonia.

-Te ves hermosa- dice mi amiga Brenda.

Un día después de la cena fallida de los señores Williams, iba caminando por la calle y me la encontré, me entere de que iba a empezar a trabajar en un hospital cerca del vecindario y ahora estamos viviendo juntas en su departamento. El señor Alexander al principio se negó a que dejara el departamento que me dio pero al final acabo aceptando.

Y cuando estaba haciendo la mudanza Benjamin me ayudo y cuando vio a mi amiga Brenda los dos quedaron fascinados el uno por el otro y ahora están saliendo desde hace unos días para ser exactos.

Estoy terminando de arreglarme para ir a la fiesta en la que se hará efectivo el cambio de administración y a partir del lunes tendré nuevo jefe. Benjamin sera mi acompañante hoy ya que Brenda hoy tiene turno en el hospital. Observo el hermoso vestido que tengo puesto, es sencillo de un color rojo intenso y descubierto de los hombros. Hoy decidí dejarme el pelo liso y suelto.

Escucho que tocan la puerta y de solo ver los ojos de mi compañera de piso se de quién se trata

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Escucho que tocan la puerta y de solo ver los ojos de mi compañera de piso se de quién se trata. Ella sale corriendo de la habitación para ir a abrir la puerta.

-Buenas noches- digo entrando al salón donde están Brenda y Benjamin que se encuentran abrazados.- nos vamos?.

-Claro, ya deben estar esperándonos- dice aun abrazado a Brenda- nos vemos mañana nena-le dice.

Salimos del departamento y nos subimos a un hermoso Audi, cuando nos introducimos en el tráfico Benjamin romper el silencio.

-Por cierto, estas hermosa- dice.

-Gracias, tu te ves bien. Ten cuidado esta noche, ya sabes lo que pasara si le haces daño- le apunto con el dedo y este sonríe.

-Ella es diferente.

-Ella es única- le contesto.

Al llegar al hermoso lugar donde se llevara acabo la ceremonia veo a muchos reporteros y fotógrafos en la entrada y de repente siento miedo de que mi padre me vea y venga a encontrarme, veo como el auto no se detiene y sigue el camino.

-Me vas a secuestrar- pregunto divertida.

-Mi tío dijo que por ningún motivo dejara que te vieran los periodistas hasta que den con tu padre- me sonríe, el auto se detiene frente a la puerta trasera. Benjamin me tiende la mano y me ayuda a bajar.

Nos abren la puerta dejándonos pasar, recorremos el largo pasillo hasta que llegamos al salón principal donde se llevara acabo la ceremonia.

-Llegaron!- dice la señora Emma viniendo hacia nosotros.

-Como estas Emma?- le pregunto ministras me da dos besos en las mejillas.

-La verdad es que de maravilla, dentro de tres días nos vamos de crucero- me contesta cariñosa.

-Que bien se lo merecen- digo y ella me abraza.

-Arieel!!!- grita Natalia viniendo hasta mí.

-Hola Nat, como vas?- le pregunto.

Comenzamos a hablar los cuatro durante un rato, la señora Emma nos guía hasta la mesa que nos corresponde, me llevo una gran sorpresa al ver que me sentare en la misma mesa que ellos. Cuando nos sentamos en la mesa se nos acercan varias personas que solo quieren saludar a la señora Emma. De repente mi cuerpo se tensa y mi corazón empieza a latir rápido y unos segundos después escucho su voz.

-Buenas noches- dice con su gruesa voz y siento como se me eriza la piel.

-Hola hijo, listo para el gran anuncio?.

-Claro madre, donde esta papá?- pregunta

-Debe de estar por ahi- dice la señora Emma.

Todos empiezan a hablar con el recién llegado mientras que este no aparta la mirada de mi, me siento incómoda y nerviosa bajo su atenta mirada, por lo que pido permiso y me voy al servicio. Que me esta pasando? No puedo ponerme nerviosa e incómoda con su presencia ya que trabajaremos juntos dentro de poco. Cuando estoy saliendo del baño más calmada, observo como una hermosa mujer se acerca a César y no para de sonreírle y acariciarle el brazo, siento como la furia crece en mí pero rápidamente la desecho.

-Ariel- escucho que me llaman y mi mirada se desvía de lo que estaba pasando en la mesa. Me encuentro con los ojos fijo de Frank.

-Hola Frank- digo dandole dos besos en la mejilla, siento que me observan pero no le pesto atención.

-Estas preciosa- me dice- después de la fiesta te gustaría ir a tomar algo- me pregunta.

-Tu te ves guapo- le contesto- y la verdad hoy no me apetece salir, no se cuando acabe esto pero entre tu y yo, siento que los tacones me están matando- y este ríe.En verdad se ve muy sexy con ese traje que lleva puesto. Hablamos un rato más hasta que llega el señor Alexander y César el cual, mira furioso a Frank.

-Ariel hace rato te estaba buscando- dice el señor Alexander.

-Lo siento, me entretuve.- contesto.

-Eso vemos, pero recuerda que estas aquí para trabajar- dice César.

-Lo tengo muy presente, en que puedo ayudarlos?

-Queremos que estes presente con nosotros en la ceremonia mientras damos en anuncio- dice el señor Alexander.

-Por supuesto, nos vemos después Frank- digo dandole un beso en la mejilla y me doy la vuelta hacia los Williams comenzando a caminar, de reojo veo que César se ve bastante bien con ese traje a la medida, muerdo mi labio inferior. De repente siento cómo César coloca su mano en la parte baja de mi espalda, siento cómo la piel se me eriza ante su contacto. Vuelvo a verlo y él me guiña un ojo y me da una mirada matadora.

Lo eres todo para miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora