"Aquí, en la sala de una casa con cinco cuartos, sin poder respirar." —pensaba Rey—. "Después de todo, es una situación que muy pocas personas pueden llegar a tener, especialmente si tomo en cuenta que el mudo ahí fuera está escurriéndose por el drenaje de un tragante, literalmente."
De pie y con los brazos cruzados, Rey tenía su verga al aire, mientras que Elena y Samantha le miraban más que a lo que sucedía en la pantalla del inmenso televisor que reproducía videos obscenos en forma aleatoria.
—¿Y cómo se la piensas poner dura? —le preguntó Sam a Elena.
—Se la puedes chupar en cualquier momento... —agregó Elena con tono burlesco.
Un corrientazo desde su espina hizo que Rey tensa los músculos de su cuerpo aquel comentario. "Gracias a que aumente su tamaño mi verga requiere de mucha más sangre para poder tener una erección completa. Pero con esto, es como si la llave de mi corazón se abriera como una cascada entre mis piernas. Lo mejor que puedo hacer es disminuir los latidos de mi corazón al mínimo de pulsaciones por minutos, lo suficiente para mantenerme consciente."
—¡Ni loca me meto eso en la boca! —exclamó Sam.
La cara de Rey mostró un poco de desilusión con el comentario. —Creo que no hace falta llegar a tanto...— Dijo él y un silencio entre las miradas retadoras de las chicas se dio lugar.
—¿Saben algo? Se siente incómodo ser el único sin ropa...
"Es mejor si lo dejamos así. No quiero que Samantha siga poniéndose incómoda", pensaba Rey, apenado por cruzar la línea.
—Buena idea, podemos comenzar por desvestirnos. Así se le podría parar —dijo Elena con media sonrisa en los labios.
Rey no esperaba semejante situación.
Sam guardó silencio por unos segundos. La segunda proposición no parecía sonar tan descabellada como la primera. Pero Rey sabía que esa era la idea de Elena, quien hasta el momento mostraba sutilmente sus magníficas habilidades en el arte de la persuasión. La rubia había ofrecido una idea muy loca al principio y la segunda no lo era tanto, también el momento adecuado garantizaba un 'sí' seguro, sin contar que no había incluido a Sam directamente en su comentario y la hacía más como una cómplice. Además, si alguien estaba incómodo por ser el único sin ropa, ¿no experimentaría la misma sensación aquel que fuera el único con ropa?
"Por otro lado, ellas dos son muy parecidas en estatura", continuó analizando Rey. "Pero no en cuerpo, personalidad o cara. Una tiene pelo rubio ondulado y la otra castaño lacio y largo, Sam suele tenerlo atado en cola de caballo... como mismo estaba la chica del primer video, en cambio, Elena prefiere usarlo suelto. Si soy sincero, con lo desesperado que estoy en este momento, cualquier chica es capaz de pararme la verga con tan solo desnudarse al frente de mí. Estas dos juntas son una combinación muy peligrosa, sus cuerpos no son muy voluptuosos que digamos, tampoco tienen mucho trasero o busto, pero sus caras inocentes de niñas buenas se vuelven fatal, puesto que tienen cierto encanto al hacer cosas malas."
—Quizás podemos tratar primero con un video que le guste — sugirió Sam un tanto indecisa.
—Como fuiste la de la idea, te toca buscarlo —agregó Elena un tanto decepcionada. La indecisión de la trigueña le estaba haciendo pasar más trabajo del que ella tenía propuesto pasar y eso le ponía de mal humor.
—No puedo creer que esté haciendo esto —dijo Sam—. Rey, ¿qué te puede animar para que se te ponga dura?
"Para que se te ponga dura. ¿Quién iba a decir que semejantes palabras saldrían de esa boca?" pensaba el joven para agregar en voz alta mientras procedía a sentarse con lentitud desinteresada:
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Una casa y cinco jóvenes
FantasiaSumérgete en la apasionante continuación de 'Grimoire', donde la aventura se intensifica y los personajes se embarcan en un viaje de autodescubrimiento y exploración sensorial. En estos capítulos adicionales, nos sumergimos en la evolución de las re...