Malfoy, no sabes lo que se siente ©

Salto al vacío

Ni siquiera estaba pensando, ni siquiera estaba sintiendo. Las crisis que tenía la estaban matando, era claro que debía superarlo, su mente le pedía que lo hiciera, pero le era imposible debido a que no tenía la voluntad necesaria para esforzarse, ¿para qué? ¿a quién diablos le importa si moría? Al final llorarán un par de horas y luego la olvidarían. No había dejado huella imborrable en nadie.

se estaba volviendo loca, no podía comer, no podía dormir y cuando perdía el control terminaba vomitando lo poco que había bebido... cuando perdía el control estaba golpeándose contra algún mueble, su piel estaba llenándose de cicatrices.

— ¿Entonces así es como acaba tu vida? — Ante ella estaba Fred Weasley.

— Sí, moriré sola — Le respondió. — Como tú.

— Yo morí con una sonrisa en los labios.

Hermione parpadeó y aquel pelirrojo se esfumó. ¿Había sido un sueño? Rio para sí, al fin sucedió lo último de su cordura había desaparecido, ¿Qué más daba?

— La insufrible sabelotodo se dejó vencer — Severus Snape estaba sentado en el sillón de su padre frente a ella.

— Estoy harta, estoy cansada de todo esto, nada va a cambiar. — Sus lágrimas se desbordaron. A la vez que sentía como le quemaba la garganta y dejó escapar un fuerte grito.

— Es cierto no va a cambiar, ¿Por qué no saltas al vacío y vienes con nosotros? — Severus se acuclilló junto a ella.

Dumbledore la miraba con amor y le mostraba una sonrisa apacible. — Señorita Granger, debería descansar finalmente. Deje de pelear y venga con nosotros.

Fred apareció junto a ella, la tomó de la mano — Vamos al Big Ben, desde ahí podrás dar el salto que necesitas.

— Podrás estar en paz al fin, nada le dolerá nunca más — Las palabras de Dumbledore le sonaban como una promesa — Ya no necesitará oír razones para estar bien, señorita Granger.

Hermione lo meditó durante un segundo, eso era lo que necesitaba un salto al vacío para dejar de sufrir, si el director lo decía debía estar en lo correcto.