•.•Fuerza•.•

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(POV SHARITH)

Mi andar estaba completamente desesperado, al igual que mis respiración que hacía ecos con los jadeos de fuerza que salían de Minho por cada esquina que volteamos con Alby sobre nuestros hombros. Mis pensamientos solo pensaban en seguir... Seguir y seguir. Independiente de lo que podría suceder si me quedaba atrapada en ese sitio; solo quería que Minho y Alby llegaran a salvo.

Y quizás por eso el impacto de emociones fue tan penetrante cuando la gran puerta de concreto se cerró frente de mi... No sólo fue por mi vida, no sólo por lo que podría estar experimentando Hunter ese instante, no sólo porque había decepcionado a Alby y a Minho por tenerlos aún dentro del laberinto... Sino también porque tendría que cuidarle la vida a aquel novato de cabello moreno y de nombre Thomas.

Sinceramente; en el momento en que lo vi tirado frente a mis pies y con la vista hacia donde se supone que debería estar el área; solo pensé en matarlo... Agarrarlo y darle golpes hasta que recapacitara por la estupidez que acaban de cometer con estar ahí. Pero no sé porque lo hice... Honestamente creí que estaría enojada, pero de hecho; estaba preocupada y sentí hasta pena por él... Aunque en el fondo me burlaba de la estupidez tan gran que tenía. ¿Cuanta poplus de penitente debería tener en la cabeza para creer que entrar fue buena idea?

—Buen trabajo—La voz suplicante y cansada de Minho me hizo verlo... Incluso en momentos así seguía siendo "optimista"—Fue suicidio lo que hiciste—Olviden lo que dije.

—¿Qué?—Soltó Thomas mientras se levantaba.

—Dime una cosa Thomas. ¿Está un poco loco o tienes la cabeza llena de mierda?—No estaba enojada... ¿O si? No lo sé—¿Creés que estar aquí metido es un paseo por el jardín?

—Es por ellos... Los penitentes, ¿Cierto?—Thomas habló... De manera estúpida, pero lo hizo.

—No... De hecho; lo dice porque hay lindos conejos saltando por todo el laberinto—Minho miraba el cuerpo de Alby—Si, shank... Es por los penitentes. Nadie a sobrevivido a ellos.

—Bueno... A excepción de dos personas.

—Gabriela y Hunter...—Minho me miró confundido, ¿Cómo sabía eso?

—¿Quién te lo dijo?— Indagué mientras lo acorralaba contra una pared.

—Hunter... Me lo dijo en la noche de la fiesta de la bienvenida.

—¿En serio?—¿Por qué me había dolido saber eso? ¿Por qué me sentía mal al saber que Hunter había contando algo que apenas yo sabía?—Okey... Entonces Sabes lo peligroso que es que estemos aquí.

—¿Que le pasó a Alby?—Thomas caminaba hacia minho. Este último soltó su suspiro de cansancio.

—¿Tú que crees? Lo picaron.

—¿Que le pasó en la cabeza?

—Hizo lo que tenía que hacer—Hablé mientras me volvía a recoger el cabello—No podemos quedarnos aquí. El laberinto ya empezará a moverse—Minho se levantó del piso mientras miraba su reloj—Thomas, ayuda a Minho con Alby... Trataré de guiarlos por ahora, después cambiamos.

El camino fue "tranquilo" al inicio... No parecía haber indicios de que hubiese un penitente por la zona y sinceramente eso era algo que agradecía por cada esquina que dábamos la vuelta, debido a que a pesar de mi carácter de firmeza; en el fondo estaba aterrada... No sólo por los penitentes, no sólo porque podría morir esa noche si cometía algún error... Sino también porque la vida de Minho, Alby y Thomas estaban en juego. Incluso cuando sabía que el pequeño chico de ojos avellanas estaba seguro, me preocupaba por él y el dolor que debería estar pasando en ese momento... Esperaba que Newt estuviese cuidándolo por mi.

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