Capítulo 11

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Una semana después de la despedida...

Tenía que hablar con Iris. Lo sabía. Pero entre saber, decidir y actuar existe un mundo de diferencia. Había vuelto con una sonrisa fingida que estaba seguro no engañaba a nadie, pero que Iris pacientemente había ignorado intentando que todo volviera a la normalidad.

Estaban juntos sin estarlo. Si, dormían en la misma cama, se levantaban juntos, Barry cocinaba y comían juntos, incluso veían televisión como todas las noches, pero ya no existía esa conexión que en algún momento había existido. Estaban perdiendo su amistad en ese matrimonio, no solo una relación, y eso era lo que más dolía.

Regresaba a casa después de haber estado trabajando hasta tarde en un caso en la CCPD cuando decidió que no podía seguir posponiendo lo inevitable.

Él y Iris tenían que hablar.

—¡Hola! Como llegabas tarde pensé que lo mejor sería pedir algo para comer. ¿Estás de acuerdo? —Preguntó Iris apenas lo vio llegar con una sonrisa en el rostro. Se acercó a él y le dio un suave beso en los labios. Cerró los ojos y aunque fuera solo un segundo intento recordar lo que se sentía besarla. A pesar de que claramente no se sentía ni de lejos como debería sentirse (y el besar a Oliver solo lo había confirmado) extrañaría el afecto y el cobijo que sentía en los labios de su mujer. Estar con Iris era sentirse en casa, literalmente. Le recordaba su niñez, el amor de una familia cuando sentía que lo había perdido todo.

—Mm si, pero antes hay algo de lo que me gustaría hablar contigo — Dijo intentando no sonar demasiado fatalista pero tampoco como si no fuera algo importante.

—¿De qué amor? — Se separó un poco de él mirándolo confundida. Barry suspiró y la tomó de la mano mientras se sentaban alrededor de la mesa de la cocina.

—No sé como empezar...— Admitió rascándose la cabeza nerviosamente. Su mujer le sonrió con ternura a pesar de estar confundida y algo preocupada, Barry podía notarlo en sus ojos.

—Empieza por donde necesites —

—¿Eres feliz? —Preguntó tomándola realmente por sorpresa —Quiero decir, esto que tenemos Iris, los dos sabemos que no es lo que queríamos — Su ceño se frunció y Barry pudo sentir como todo su cuerpo se tensionaba ante esas palabras. —¿Esto era lo que soñaste cuando pensaste en un matrimonio?—

—¿Amar a un hombre con todo mi corazón? Si Barry, es exacto lo que pensé — Respondió a la defensiva. No entendía a donde quería ir su marido pero no le gustaba nada. El chico se acercó a ella y le tomó las manos, obligándola a mirarlo a los ojos.

—Yo también te amo Iris, con todo mi corazón. Pero tu y yo sabemos que no estás enamorada de mí...— Pudo ver el dolor en los ojos de su mujer casi al instante. Se odiaba a sí mismo por pronunciar esas palabras, por decir en voz alta algo que sabía hace mucho, se odiaba porque no quería perder a esa increíble persona con la que había compartido tanto.

—¿Qué? —

—Y yo tampoco estoy enamorado de ti. No sé, creí que tal vez...Siempre serás la mujer más importante de mi vida — No sabía ya qué cosas decía y si tenían sentido. Parecían palabras inconexas. Soltó las manos de la chica y se levantó de la mesa. Caminó de un lado a otro inseguro de como proseguir. No paraba de rascarse el cuello en un gesto claramente nervioso.

—¿Qué? Barry habla conmigo, explícame porque no te estoy entendiendo — Ella lo imitó. Lágrimas comenzaron a acumularse en los ojos oscuros de Iris, comenzaron a caer y Barry no pudo evitar acercarse y limpiarlas con la mano.

Las palabras parecían apilarse una sobre otra en la garganta, incapaz de ponerlas en orden y exteriorizarlas.

—Hemos estado mal un tiempo Iris, y creo que los dos lo sabemos. Y eres la persona que más he amado además de mis padres y Joe. Fue por ti que soy quien soy ahora— Ahora era él quien tenía los ojos cubiertos en lágrimas y sentía que se le quebraba la voz.

Lo que han descubierto (Arrow x Flash)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora