Seré feliz

Capítulo 16: Alice

     Una vez en las puertas de la ciudad, al igual que la primera vez que entré, un guardia nos acompañó al Gremio de Aventureros para comprobar que Alice no tenía un trabajo peligroso. Todo el camino la chica miraba animadamente sus alrededores, demostrando muy obviamente que era su primera vez en la ciudad. Aunque si lo pienso, nunca me detuve a mirar mis alrededores a pesar de que todo es diferente a lo que estaba acostumbrada en el mundo moderno, simplemente me deje llevar con el día a día. Tal vez sea por eso que no tuve ningún problema. ¿O es que no tengo sentido del peligro? No, no, no, tampoco es que sea tonta, nunca me uní a ningún grupo lleno de solo hombres que me miraban de forma rara (claramente con malas intenciones, ni siquiera quiero pensar en cuales fueron).

       Al llegar al Gremio me quedé afuera con Leo mientras Alice realiza su inscripción. De esa forma aprenderá a desenvolverse un poco en este mundo y si hace algo que todos consideran fuera de lo normal nadie la podrá asociar conmigo. No es que no quiera ver a Aisha luego de ¨escaparme¨ del trabajo ni nada por el estilo. Después de todo fue la bola de masa la culpable. Mi conciencia está tranquila, no me dan lástima los aventureros que me están rogando con sus ojos que vuelva ni nada por el estilo...

- Meri!!! ¡Soy una Lancaer! – Grita Alice animadamente mientras me intenta abrazar por detrás. Digo intenta porque antes de que logre acercarse Leo la detiene sujetándole la cabeza. De verdad no entiendo cómo puede cambiar de humor tan rápidamente. En un segundo está triste y al siguiente está de fiesta. Aun así, Leo, eso debe de dolerle ¿no?

- Si, si, felicidades. Ahora vayamos a hablar. Aún me debes una explicación. Además, ¡no grites! (Meri) – Respondo mientras intento aguantar las ganas de preguntar qué es un Lancaer y miro alrededor rápidamente para comprobar si aparece Aisha.

Al ser liberada empieza a enfurruñarse y sostiene sus brazos cruzados demostrando que está molesta. Al llegar a mi habitación en la posada, me siento en la cama y sin siquiera invitarla a sentarse empiezo a interrogarla de mal genio (por alguna razón estoy molesta)

- ¿Y Bien? (Meri)

- ... (Alice) – Se queda callada durante un rato, jugando ansiosamente con sus dedos, de vez en cuando alzando la mirada en mi dirección.

- Y-yo ..... yo... no soy de este mundo. (Alice)

- .... (Meri)

     Esta chica, ¿es estúpida? ¿Cómo puedes revelar tan fácilmente el mayor secreto de tu vida?? En primer lugar, lo que quería saber era que rayos fue lo que me hiciste en el bosque. ¿Por qué empiezas dando información que puede llegar a comprometerme? !!No soy tan lista como para tener cuidado en cada palabra que digo para que no descubran mi secreto!! ¿¡Es tonta!?¡ Sip, es tonta. ¡Bien, decidido!! Tengo que alejarme lo más rápido posible de esta mujer.

- Sé que es difícil de creer, pero, ¡es la verdad! (Alice) – Continúa mientras las lágrimas se empiezan a formar en sus ojos. – Antes, pasaron muchas cosas y mi vida terminó. Entonces una diosa me dio otra oportunidad y me trajo a este mundo con una habilidad. Al parecer soy algo como su apóstol, pero no entiendo muy bien, solo me dijo que sobreviviera.

- ............. (Meri) – De acuerdo, si lo que dice es cierto entonces no estamos en la misma situación, más razón para desaparecer y nunca volver, ya ni siquiera quiero saber qué fue lo que me hizo. No llevo un minuto conversando y ya me ha lanzado varias bombas con las que no estoy dispuesta a involucrarme. ¿Cobarde? Lo soy, lo admito. ¿Voy a dejarla sola? Sin remordimientos, mi sexto sentido me dice que solo va a traer problemas y me voy a tener que hacer responsable.

- ¿Moriste? ¿Apóstol? ¿Qué tiene eso que ver con el hecho de que trataste de atacarla en el bosque? (Leo) – Le reclama mientras la sigue mirando de forma desconfiada.

¡Nice, Leo! Has desviado la conversación de un rumbo en el que no me quería meter, voy a vivir mi vida tranquilamente y sin problemas, no necesito nada de apóstoles o dioses que la arruinen.

- Es que no se controlar mi habilidad, se supone que me da un bonus al ganar la confianza de las personas para hacer más fácilmente amigos, no sé qué pasó, lo siento (Alice)

- .................. (Meri) – No sé por qué me suena a un lavado de cerebro...

- De acuerdo, te perdono, como te dijimos antes tenemos cosas que hacer así que nos iremos ahora. (Meri)

- ¿Eh? ¿Eso es todo? ¿Me vas a dejar sola? (Alice) – Se pone nerviosa mientras mira como Leo y yo nos acercamos a la puerta.

      Si en mi lugar estuviera un hombre tal vez esto sería una bandera con la cual aumentaría otra chica a su harem y Alice es muy bonita, pero desgraciadamente soy una mujer que no tiene el más mínimo interés en ese bando; y lo más importante, obviamente me alejaré de algo tan complicado y peligroso que me impida mi vida de tranquilidad y felicidad.

- Te dejaré esta habitación para que tengas donde quedarte y comer durante una semana, se lo diré ahora a la recepcionista. A partir de mañana puedes empezar a trabajar en el gremio para ganar dinero. Eres adulta así que no debería haber ningún problema. Toma esta moneda y cuídate. Un gusto conocerte Alice. (Meri) – Le digo mientras le arrojo una moneda de plata y luego salgo de la habitación con Leo.

Tal vez sea cruel de mi parte.... ¿Inhumano? ¿Vergonzoso? El que quiera criticarme puede tomar esta bandera en bandeja de plata, yo me voy.

- ¿Meri? ¿Estás bien? (Leo) – Me pregunta con los ojos llenos de preocupación.

Es cierto....... a partir de ahora no soy solo yo, también tengo a Leo y no permitiré que nada ni nadie le arrastre a un lío a menos que él mismo quiera.

- Estoy bien, solo me preocupa un poco dejar a esa chica sola. (Meri) –Bueno, no es mentira.

- Ya la has ayudado bastante, no tienes que preocuparte por nada. Además, te hizo daño antes, no es de confianza. (Leo) – Dice mientras se enoja con el recuerdo.

De alguna forma mi corazón se calienta, saber que hay alguien que se preocupa tanto por mí y me tiene como su primera prioridad es algo que nunca antes me había ocurrido.

     Luego de resolverlo todo con la recepcionista vamos a una cafetería en la ciudad para tratar a Leo con dulces. Este es mi agradecimiento por lo de antes así que dejo que pida todo lo que quiera y un poco más que almaceno con Inventario. Compramos un poco de comida de reserva y productos de acampar mientras me dirijo de nuevo al gremio. No quería entrar de ser posible, pero hubo un cambio planes. Vamos, Meri, sé valiente, ¡¡Aisha!! ...no! ......! ¿come!?