I Love You

135 9 0
                                    


El timbre suena indicando el fin de la jornada, sin embargo, son algunos alumnos quienes se ven obligados a quedarse en las aulas porque afuera la lluvia amenaza con caer fuertemente, mojando todo a su paso. Un pelinegro que llevaba tiempo enamorado de un chico de cabello color durazno, se halla observándolo con amor, sin saber el instante exacto en el que saldrá.

Al darse cuenta de que se levanta de su asiento, se oculta al lado de las escaleras y sigue con la vista el recorrido del menor, quién se detiene antes de salir al exterior suspirando fastidiado. Él desde su posición ve como el otro trata de resguardarse cubriéndose la cabeza con la casaca, debido a eso abre su paraguas, corre hasta él y lo coloca de tal forma que lo cubra a ambos. El menor al ver el gesto se retira la prenda, la sujeta a la cintura y con la mejillas rojas intenta formar alguna oración.

—Gracias por el detalle —salen del colegio en dirección a alguna parte—. Nunca nadie se había preocupado tanto por mí.

—Estoy para ti —menciona haciendo que el menor eleve la mirada—. Mi nombre es Sungjin.

—Encantado de conocerte, soy... —es interrumpido por el otro.

—Kang Younghyun —completa con delicadeza—. Vas en cuarto año por lo tanto tienes 16, uno de los mas responsable en clase, eres coreano y nunca tuviste novio.

—No era necesario que dijeras lo último —señala acercándose al edificio en el que vive—. Es cierto ¿como sabes todo eso? ¿Acaso tú eres una especie de acosador?

—Nada de eso, la razón es todo lo contrario —lo acompaña a la entrada del condominio en el que vive— ¿Puedo pasar?

—Claro que sí, después de todo me salvaste de un resfriado —reconoce siendo seguido por el mayor — ¿Y el motivo es?

—Soy un mago que adivina el futuro —bromea haciendo reír a Younghyun quien presiona los botones de su piso al ingresar en el ascensor.

—Ya, enserio —pide dejando su mochila en el piso—. Cuéntame la verdad, por favor. — su rostro cambia por completo al notar que el aparato se detuvo.

—Ok, lo haré —acepta viendo como su persona favorita cae al suelo y su respiración comienza a acelerarse— ¿Te ocurre algo?

—Yo... —intenta darse aire con las manos— no consigo respirar —confiesa fallando al abrir su mochila—. Soy claustrofóbico, es por eso que reacciono así. ¿Me permites tomar tu mano?

—Por supuesto —se acomoda a su costado luego de apretar el botón de ayuda del elevador—. Si requieres de algo más solo dime.

—Pásame el inhalador que esta en el tercer bolsillo de la mochila, me falta el aire —el mayor hace lo que le indican.

—Aquí está —se lo brinda—. No sabía que eres asmático.

—Desde que tengo diez años —confiesa cruzando las piernas—. Sólo que lo de esta vez no fue eso sino un ataque de ansiedad. Yo de verdad tengo mucho miedo.

—¿Quieres que te cuente la razón por la cual conocía todo sobre ti? —consulta oyendo como al otro lado un trabajador grita que los sacarán en una hora

—Por favor —dejándose llevar acomoda su cabeza en el hombro del mayor.

—La primera vez que te vi tenías trece años, acababas de ingresar y ya resaltabas entre todos por tu forma dulce y sincera con la que hacías las cosas —recuerda.

— ¿Qué pasó luego?. — su ataque de ansiedad ya se había ido.

—Desde ese momento captaste mi atención, solo que la ocasión para hablar aún no se daba —le acaricia la mano— Creo que el clima de hoy es lo que necesitaba para por fin dar el siguiente paso con respecto a mis sentimientos por ti —comenta haciendo que al menor de nuevo se le pongan rojas las mejillas.

—Sinceramente, yo no sé que decir al respecto —menciona— Me halaga que sepas tanto sobre mí, pero yo no creo estar listo para iniciar una relación con alguien.

—Hyunie, dame la oportunidad de estar contigo y así conocerte un poco más, prometo no dejarte solo nunca —pide ayudándolo a ponerse de pie.

—Yo... —lo medita por unos segundos— Esta bien, acepto ser tu novio —el mayor lo carga en el aire llevado por la emoción.

—Me haces muy feliz, ¿lo sabías? —comenta rodeando con sus brazos la cintura del menor para acercarlo hacia él y besarlo en el preciso momento que abrían el elevador.

Younghyun se vuelve a sonrojar, ingresa a su departamento y le pide a Sungjin que lo espere en la sala. Se va a dejar la mochila en su habitación, se cambia por algo más cómodo y camina a la cocina para servir dos vasos de jugo.

—Toma —le entrega uno de los vasos sentándose a su costado—. Te invitaría a almorzar pero mi delivery canceló a ultima hora.

—Puedo hacerlo —comenta yendo a la cocina— ¿Qué quieres que te prepare?.

—¿Sabes cocinar? —el mayor asiente— Wow, eres el hombre perfecto para muchas.

—Con que lo sea para ti, basta y sobra —abre el refrigerador—. Eres el único a quien quiero impresionar.

—Yo, tengo que confesarte algo —capta la atención del mayor—. Eres la única persona que logro hacer que mi ansiedad parara. Al parecer produces una sensación en mí que consigue calmarme y te agradezco por ello. Por favor, no te separes nunca de mi lado.

—Ni tú del mío —completa—. Tarde o temprano podré festejar el que te enamoraste de mí. Por ahora, déjame sorprenderte con mis detalles y acciones.

El mayor empieza a picar unos vegetales, el menor hace lo que le indica Sungjin y la comida está lista en media hora. Younghyun traslada todo a la sala en una bandeja y Sungjin trae dos sodas. Ambos almuerzan viendo una serie programadas por el menor, quien aún no conoce la sensación de estar enamorado.

∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆

Han pasado siete meses de aquel día, tiempo en el cual Younghyun aprendió y logró amar a Sungjin. Hoy en el día de su aniversario, el menor organiza una velada en su departamento como celebración. Faltando una hora, Sungjin llama al servicio de taxis, solicita uno para dentro de treinta minutos y alista una mochila con su laptop, un poco de ropa y otras cosas, ya que pasaría el fin de semana en casa de Younghyun.

El Club de las Ommas Desesperadas #Wattys2020Where stories live. Discover now