El Club de las Ommas Desesperadas #Wattys2020

I Love You Pt. 2

El menor por su parte le pone los últimos detalles a la cena, crea la lista de sus series favoritas, va a cambiarse para la ocasión, coloca el vino en la mesa y le da play a la setlist que acompañará la noche. A los pocos minutos le avisan que Sungjin acaba de entrar, autoriza que suba y lo espera sentado en la sala viendo una serie.

—Lamento la demora —señala ingresando al departamento.

—De hecho, lo hiciste a tiempo —el menor se levanta y le da un beso en la mejilla— ¿Pensaste en mi propuesta?

—Así fue —contesta retirándole la silla a su novio para que se siente cómodo—. Sólo creí que la la respuesta era obvia.

—Eso es un sí, ¿verdad? —el otro asiente sirviendo dos copas de vino— Gracias por cuidar de mí. Te quiero.

—Yo también, bonito —sonríe brindando por su felicidad con el menor— ¿Tú cocinaste?

—Me costó mucho pero lo logré —va a la cocina por los platos— Bon Appetit.

—Está exquisito —comenta al ver que la copa de su novio está vacía, llenándola nuevamente—. Cada día me enamoras más, ¿lo sabías? —lo hace sonrojar.

—Oh, casi lo olvido, ¿que planes para las navidad? —pregunta— ¿Ya sabes con quien la pasarás?

—Lo festejaremos juntos —dice terminando la botella de vino y abriendo otra—. Puedo preparar la cena y tu encargarte de toda la decoración.

—Me parece excelente —indica un poco mareado— Ven a la sala conmigo, veamos una serie.

—Como quieras —se acomodan en el sillón—. No hay problema si duermes un poco, te despierto en un par de horas.

—Te amo —rodea su cuello con el brazo de Sungjin mientras que él revisa sus redes, dejando a un lado lo que reproduce Netflix.

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La decoración navideña se puede apreciar por el departamento, el árbol con el adornado justo y las horas cada vez menos para poder festejar este gran día. La mañana fue una de las cosas más trágicas para Younghyun, la lista que le dio su novio era demasiada y no había tienda que estuviera vacía o al menos con poca gente. Eso le pasaba por comprar último. Por suerte pudo conseguir todo lo de la lista y traerlos a casa.

Sungjin indica que la cena estará lista en cuarenta minutos, revisa la hora en su celular, toma de la mano a Younghyun y juntos van al balcón para así apreciar todo el show de fuegos artificiales. Se coloca detrás de su novio, abraza su cintura, pone su cabeza en el hombro del menor y aprovecha el momento para dedicarle unas palabras.

—Hyunie, un día como hoy hace ocho meses aceptaste estar a mi lado sin sentir algo por —le dice al oído—. Hoy te agradezco por haberme dado la oportunidad de demostrar que mis sentimientos son sinceros y que me agradaría pasar un futuro contigo —hace que el menor se voltee para verlo a los ojos.

—Te agradezco haberme tenido paciencia todo este tiempo y lo más importante, entenderme —sonríe—. Hoy, 25 de diciembre, con toda la seguridad del mundo puedo decir que te amo. Para mi sería un honor pasar el resto de la vida contigo —le da un beso en los labios a su novio.

Sungjin regresa a la cocina al oír la alarma, saca el pavo del horno, su novio ayuda a servirlo y llevan los platos a la sala para poder ver la película navideña programada por el menor. 

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Por vacaciones ambos decidieron viajar a Los Ángeles para conocer la ciudad, tomarse algunas fotos, y asistir a un festival de música el cuál venían planeando. Los otros dos meses, Sungjin lo pasó yendo y viniendo de la universidad por realizar el trámite de su ingreso y obtener el listado para el examen que brindará al inicio del ciclo.

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El esfuerzo que realizó, la ayuda de su novio, las noches que pasó sin dormir junto a él; todo, todo contribuyó a que su ingreso a la universidad se volviera realidad. La facultad de música, que eligió por su gran rango vocal, le da la bienvenida con un cartel gigante, una banda de fondo y personas improvisando en el jardín.

Para Sungjin, el estar rodeado de  todo ese ambiente lo hace sentir muy bien, y su talento innato no es la excepción, ayudándolo para pasar los bimestres con facilidad. A mediados de año, sus amigos lo invitan a integrar la presentación que preparan para el evento por el aniversario de la facultad, cuya  celebración se llevará a cabo esta misma noche.

Por otro lado, Younghyun pasaba con honores las pruebas de todas las materias, sin embargo, en vez de estar feliz con el resultado, su respiración comienza a agitarse haciendo que vaya a enfermería y solicite un permiso para acudir a la universidad de su novio.

Al entrar corre hacia la zona para poder verlo, encontrándolo en la sala de composición musical. Sin pedir permiso se abre paso entre las personas, consigue llegar a su lado y sin decir una sola palabra, toca su mano para así calmar su ansiedad. El menor al percatarse de la situación, lo lleva al jardín y ambos se sientan en el pasto para poder conversar con calma.

—¿Otra vez tuviste un ataque? —pregunta besándolo al acabar.

—Tengo que decirte algo —se olvida de lo ocurrido y aprieta la mano del mayor con delicadeza—. Vamos a ser padres.

—Gracias por hacerme feliz —comenta besando su frente.

—Esperaba otro tipo de reacción siendo sincero —sonríe—. Estoy seguro de que seremos buenos padres.

—¿Cuánto tiempo tienes? —le comparte su botella de agua.

—Llevo seis meses —confiesa—. Según la doctora Suzy, nacerá en la quincena de Setiembre.

—Me gusta la fecha —comenta—, sólo que en Agosto realizaré el intercambio estudiantil. Espero que no te moleste.

—No habría porqué —lo abraza—. Tendré que estudiar en casa pero no creo que sea problema. ¿A donde nos vamos?.

—A Argentina —le muestra con el mapa el país —La universidad queda en Buenos Aires, solo será por un mes, para así conocer los estilos musicales del lugar.

—Si es por algo beneficioso para ti, voy a donde sea —señala—. Entonces, nuestro primer bebé será argentino.

El timbre suena indicando el fin de clases. Ambos se levantan, van por las cosas del mayor, toman el autobús y conversan acerca de su viaje a un país extranjero.