A Man In Love

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#HappyValentine

Leeteuk se despierta rodeado de sus 8 hijos, quienes cantan para él su canción favorita y al terminar el mayor le entrega un ramo de rosas azul zafiro, sus preferidas.

—Feliz día de San Valentín, Omma —dicen todos al unísono—. Esperamos que este día la pases muy bien.

—Muchas gracias, mis amores —agradece dejando el obsequio en su mesa de noche—. Felíz día para ustedes también. Vayan a alistarse que hoy daremos un paseo.

Su hijos salen de su habitación y él aprovecha para darse un baño y vestirse con algo cómodo, sin saber el día que le espera. Guarda su teléfono, su billetera, se retira del cuarto para subir al vehículo junto con sus hijos y conduce hasta el Malecón.

Al llegar ingresan a un Starbucks y piden sus bebidas acompañadas de algún sándwich o galleta. Recorren el lugar terminando de ingerir lo que fue su desayuno y se toman un montón de fotos con la playa de fondo.

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Después de almorzar en uno de sus restaurantes favoritos como regalo de sus hijos, entra a una de las tiendas de ropa y uno a uno va probándose aquello que le hace falta. Luego de comprar cosas tanto para él como para sus hijos, le avisa a Siwon que irá a guardar las bolsas al auto.

Leeteuk sale del lugar, desciende hasta el estacionamiento, en el trayecto, al ser tantas sus adquisiciones, siendo inevitable que se le cayese una. Después de dejar el resto en el vehículo, se agacha a recogerlo al mismo tiempo que otra persona. Al levantarse para agradecerle por el gesto, siente como su corazón da un vuelco al ver al ser menos pensada delante suyo.

—Creo que esto te pertenece —comenta el recién llegado haciéndole entrega de una de sus tantas bolsas.

—¿Qué haces aquí? —consulta desconcertado por su presencia.

—¿Acaso no lo recuerdas? —responde con obviedad— Quedamos en que volvería apenas consigas tu sueño, y aunque sé que todavía no es el momento, igual estoy aquí.

—Innie, sé perfectamente que tus negocios en China te limitan a viajar —dice abrazándolo ffuertemente, sintiendo como le acaricia el cabello—. Me gustaría decir que me alegro de verte pero primero tengo que saber el motivo de tu improvisada visita.

—Te tengo una sorpresa por este día que sé que te agradará cuando la veas —el mayor lo mira confundido—. Ahora, acompáñame a la Apple Store.

Leeteuk hace lo que le indica después de sujetar la mano de Kangin. Al llegar a la tienda observa cómo a los extremos del mismo lugar sus mas grandes tesoros buscan diferentes objetos. Sin poder esperar un minuto más, corre y abraza por la espalda a su bebé, quién aún no se había percatado de él.

—Omma —un alegre Zhoumi saluda a su Omma luego de separarse de Henry—. Me hace muy feliz el verte de nuevo.

—A mí también —contesta Henry sonriente—. Te extrañamos mucho.

—Yo igual, mis pequeños —les devuelve el gesto el mayor— ¿Ustedes me dirán a que se debe todo este misterio?.

—Sí —responde Zhoumi con seguridad, algo que asombra a Leeteuk ya que lo recordaba como un niño tímido—. Pero necesitamos que sea en privado.

—Está bien. Esperen un momento —pide caminando hacia sus hijos mayores, quienes no notaron toda la reciente escena—. ¿Qué están haciendo?

—A Heechul por accidente se le rompió su móvil así que vinimos a comprarle uno nuevo —señala Siwon enseñándole el aparato con la pantalla rota— ¿Pasó algo?

—Su papá acaba de llegar —contesta a la expectativa de sus reacciones.

—¿Donde está? —pregunta Shindong emocionado— ¿Podemos verlo?

—Por supuesto —acepta llevándolos hasta ellos luego de cancelar por el producto de Heechul.

Todos se saludan respectivamente durante el camina hacia el sótano, después de cancelar sus compras, y suben al carro de Leeteuk, ésta vez con Kangin como conductor. Veinte minutos más tarde llegan a casa y todos se reúnen en la sala con Zhoumi y Henry al frente, mientras que los demás están como espectadores.

—Primero que nada, feliz día —habla Henry algo nervioso—. Segundo... —Zhoumi se pone delante del menor para ayudarlo, uniendo sus manos y levantándolas para que todos puedan verlas.

—Omma, somos conscientes de que fuimos criados como hermanos, pero también sabemos que no nacimos como tal —Leeteuk los mira sin saber que opinar al respecto—. Es por ello que queremos comunicarte que desde hace unos meses iniciamos una relación —todos se quedan asombrados ante la noticia.

—No negaré que esto me impacta un poco —dice tragando saliva—, mas es algo de lo que ya estaba al tanto.

—¿Enserio? —consultan Kangin, Zhoumi y Henry a las vez— ¿Cómo así? —habla Henry.

—¿Acaso ya no recuerdas todos los 14 de Febrero antes de mudarte a China, mi querido Henry? —comenta Leeteuk rememorando aquellos días en su cabeza— ¿Todos los peluches, las flores, las veladas a la luz de la luna, las películas hasta el amanecer? Cariño, esos detalles contigo no eran solo por amistad, cada año te confesaba sus sentimientos. Sólo que eras muy chiquito como para notarlo.

—¿Es verdad todo eso? —le pregunta el menor a su novio.

—Sí, lo es — responde Zhoumi algo tímido—. Sólo que nunca me percate de que Omma notara todo ello cuando quería que lo hicieses tú.

—Lo siento, pero en mi defensa empezaste con aquellos gestos cuando era un niño de tan solo 5 años —se disculpa el menor.

—No importa el pasado sino el ahora —señala sonriéndole—. Lo bueno es que estamos juntos.

—Es cierto —interviene Leeteuk con una sonrisa— Y como celebración, saldremos a cenar.

Sus hijos suben a cambiarse y Leeteuk se queda en la sala tratando de recuperar el tiempo perdido. Al bajar Donghae, quien es el único que falta, salen y caminan hasta el restaurante, conversando los hijos entre ellos.

El Club de las Ommas Desesperadas #Wattys2020Where stories live. Discover now