Mis nuevos vecinos (BTS)

8. La mudanza

Las chicas habían conseguido que su casero les dejara mudarse al piso de cuatro habitaciones y que así los amigos de sus queridos vecinos se pudieran mudar al piso de ellas. Les había costado mucho convencerlo tras enterarse de que era el mismo dueño. Namjoon desesperado tras las negativas del casero les había dicho a las chicas que se mudaran sin que él se enterase, pero al final Rimi con sus dotes negociadoras había conseguido convencerlo.

Llevaban un par de días colocando las cosas más pequeñas y difíciles de trasladar en cajas para que la mudanza al piso nuevo fuese más rápida. Habían acordado que dejarían a la mayor elegir primera la habitación y obviamente esta había escogido la primera ya que tenía baño propio. Taty había decidido elegir la que tenia más vestidor pues tenía mucha ropa. Sy cogió la más pequeña alegando que ella no tenía muchas cosas ya que acababa de llegar, mientras que a Taly le tocó la otra habitación con baño, un poco más pequeña que la de Rimi. A todas les encantaba su nuevo piso, se parecía al de los chicos salvo que la cocina estaba junto al salón y tenían otra zona de ocio.

Los chicos habían prometido ayudarlas con la mudanza así que cuando llegó el día se prepararon para ayudarlas, aunque la mudanza era la más fácil que las chicas habían hecho nunca. Habían descolgado toda la ropa y metido en bolsas las prendas dobladas, todos estaban preparados y dispuestos para empezar, les llevó menos de media hora mover todas las cosas de las chicas, dejando todo el piso despejado para que los amigos de sus vecinos se mudaran a su ya antiguo hogar.

Cada una colocó sus cosas en las habitaciones que habían elegido, Taty y Sy estaban organizando su cuarto de baño, ya que tenían que compartirlo mientas que las otras dos chicas estaban en sus respectivas habitaciones arreglándolas un poco, para tener al menos lo básico preparado. Namjoon ayudaba a Rimi mientras que Suga observaba a Taly, que ya había terminado en el baño, desde la puerta de su habitación. Ella estaba muy concentrada colocando las fotos de su familia en la estantería, era lo primero que ella siempre colocaba en las mudanzas, eso y el corcho en el que tenia fotos de su familia de ella cuando era más joven e inconsciente.

- ¿Qué es lo que colocas?

- ¡Cónchale! -Taly pegó un bote en el sitio, haciendo que las fotos de su hermano que tenía en la mano se cayeran-. ¿Cuánto rato llevas ahí?

- Todo el tiempo. -Suga mostró una sonrisa torcida que hizo que ella se estremeciera-. ¿Qué es lo que estás colocando? -Insistió-.

- Son fotos de mi familia, de algunos amigos y mías, ¿Por qué tan curioso?

- Me gusta estar al tanto de todo, así tengo más cosas de las que hablar. -Dijo acercándose para ver las fotos de cerca-.

- ¿Desde cuándo te gusta tanto tener temas de los que hablar?

- Creo que estás insinuando que no me gusta hablar y eso no es del todo correcto, me paso el día hablando contigo, hasta quiero aprender tu idioma para hablar aún más contigo. Eres muy desconsiderada Taly Marcela. -Suga trataba de no reírse, mientras la cara de la chica se quedó roja del asombro y la vergüenza-.

- ¿Cómo sabes...? ¿Quién te dijo...? La mato. - Taly salió de la habitación con algo de rabia, mitad fingida y mitad real-. ¡Pilar María! Te voy a matar. -Taly comenzó a gritar en español dejando a Rimi asombrada de que estuviera usando su verdadero nombre al revés-. Ven aquí chiquitura consentida.

- Es al revés Taly. -Rimi mantenía un tono calmado en su voz con una pizca de diversión-.

- Te voy a matar Pilar María.

- Ah... -Suspiró Rimi-. Cuéntame que es lo que he hecho.

- Le has dicho mi nombre a Suga.

- Y tu has chillado el mío por el pasillo, al revés, pero el mío, a fin de cuentas.