Mis nuevos vecinos (BTS)

9. Best Of Me.

Rimi estaba dando vueltas en la cama, no podía dormir, aunque no le gustaba admitirlo se había acostumbrado a dormir con Namjoon y ahora que él estaba en su casa, le costaba dormir. Había escuchado como Taly y Suga salían a tirar a la basura, cogió su teléfono y le escribió a su novio.

- "Estas despierto"

- "Si, ocurre algo" - Respondió él-.

- "No, es solo que no puedo dormir"

Su novio la leyó y la dejó en visto, "tal vez fue al baño" pensó ella sin darle mayor importancia, soltó el móvil y se giró en la cama, Taly estaba tardando mucho en volver, se planteó ponerse las zapatillas y bajar a buscarla, pero recordó que estaba con Suga, y se calmó.

La puerta de su casa sonó muy flojo, se levantó, tal vez Taly se había dejado las llaves atrás, era algo raro en ella, pero a veces le pasaba, que no se daba cuenta si estaba distraída.

- Tienes suerte de que esté des... ¿Nam? -Su sorpresa fue ver que su novio era el que estaba detrás de la puerta-. ¿Qué haces...?

No le dio tiempo a terminar de formular la pregunta los labios de él ya estaban pegados a los suyos y los brazos de este la estaban rodeando y cargando hasta su habitación después de cerrar con un pie la puerta de la casa. Nam podría ser torpe y todo lo que el mundo quisiera, pero a los ojos de Rimi era el hombre perfecto para ella, no existía nadie más sexy en el mundo. La llevó hasta su cama y se tumbó con ella.

- Ya que no puedes dormir, he decidido dormir contigo. -Dejó un beso en la mejilla de ella y la acurrucó contra él-. Además que yo tampoco podía dormir sin ti. ¿Quién creías qué era?

- Pues Taly, bajó a tirar la basura con tu amiguito Suga hace un buen rato y aún no ha vuelto.

-Anda... Tal vez Suga por fin se ha decidido a declararse, espero que Taly lo pille, porque tiene unas maneras un poco raras de declarase. – Nam se rascó la cabeza y volvió a besar a su chica en la mejilla-.

Estuvieron hablando un largo rato hasta que se quedaron dormidos abrazados.

No muy lejos, en el rellano de la puerta Suga y Taly hablaban o al menos lo intentaban porque desde que se habían dado el primer beso les costaba separa sus labios. Estaban en la puerta del piso de ella mientras Suga acariciaba el pelo de ella pasando su mano por el cuello de esta. Taly jamás pensó que él pudiera ser tan cariñoso como estaba demostrando, ella no podía evitar acariciar el cuello de él con su dedo índice, sin saber lo que eso causaba en el contrario. Trato de separarse un poco de él para calmarse, pero Suga la tenía agarrada por la cintura y no tenía intención de dejarla ir, contaba con la certeza de que era tarde y todo el mundo estaba durmiendo, o al menos eso creían.

- ¿Ya intentas alejarte de mí? -Le susurró Suga al oído-. Con lo que me ha costado dar el paso, ahora no te voy a soltar.

- Te ha venido genial que me haya hecho daño en el trasero. -Taly intentó ponerse seria, pero el temblor en su voz la delató, Suga la ponía nerviosa, le hacía sentir cosas que ella no quería sentir-.

- No para nada me ha venido bien que te hagas daño, pero sí que me ha venido genial el momento de después. -El besó la mejilla de ella sonriente como si hubiese ganado algo-. ¿Mañana haces algo?

- Que yo recuerde no, ¿por qué?

- Me dijiste que te gustaba la música y mañana estaré solo en mi estudio, tengo que grabar una maqueta y necesito una voz femenina, ¿Quieres ayudarme?

- ¿Yo? Seguro que conoces a cantantes buenísimas que te pueden ayudar mejor que yo.

- ¿Quién mejor para ayudarme con los arreglos y con la maqueta que una profesora de canto? -El chico tenía razón, Taly no podía seguir negándose por la vergüenza de hacerlo mal, además que él le estaba haciendo una gran oferta y una nueva experiencia-. Venga, ¡anímate!