—¡Youngie! ¿Te sientes mejor?— preguntó Jihoon al ver al mayor caminando hacia la escuela.—¿Hice un buen trabajo?
Soonyoung moqueo, sonriendo al final.
—Hiciste un buen trabajo.
El menor solo rió, acercándose a Soonyoung para así tomar su mano con delicadeza, esperando obtener algún reproche por parte del mayor, en cambio, el peligris decidió sostener con aún más fuerza la mano del contrario.
Ambos chicos llegaron a la escuela en cuestión de minutos, cada uno separándose para ir a su respectivo lugar, aunque estuvieran realmente cerca.
Wonwoo, el mismo chico que habló con Jihoon el día anterior, entró al salón, su rostro serio y sus ojos oscuros aterrizando en el rubio.
El bajito lo notó, sonriéndole levemente al alto. Soonyoung lo notó.
Wonwoo dejó su mochila en su lugar, sonriéndole de vuelta al menor, para después salir del salón.
—¿H-hablas con Wonwoo?— preguntó Soonyoung mientras miraba al mencionado salir.
Jihoon miró confundido al de ojos pequeños.
—Ajá, se podría decir que si... apenas ayer le dirigí la palabra.— sonrió.—Es agradable.
—Ni siquiera lo conoces del todo.— Soonyoung sonrió.
—¿Y tú si?— preguntó Jihoon.—Me dijo que llegaron a hablar una vez.— no hubo respuesta.—¿Wonwoo y tú son amigos?
El mayor desvío la mirada.
—Supongo que si.— se encogió de hombros.—No lo sé.
