Día 2: El parque de diversiones
Apenas amaneció un delicioso olor despertó a la pelirroja, aún en pijama se levantó para averiguar ¿qué era ese aroma?, al salir por el pasillo notó algo peculiar, estaba impecable el piso, los estantes estaban sacudidos, los libros y adornos estaban organizados, todo parecía resplandeciente, "¿cómo era posible?", pensó la confundida chica, incluso el retrato de su hermano estaba despejado con incienso, vela y flores.
La mesa estaba limpia, con platos servidos, cubiertos y un florero con unas delicadas lilas, en la estufa el pelinegro ya estaba vestido casual, cocinaba panqueques, pico frutas frescas con un vaso de leche. La miel y las moras ya decoraban exquisitamente la pila de calientes bocadillos, aún estaba en pijama pero nunca escuchó que la llamará para desayunar, se acercó a la mesa atónita de lo que veía, no había pensado ni por un instante que fuera tan cortes.
- ¡Bu... Buenos días joven Ulquiorra! - dijo con gran alegría la pelirroja
- Ya te lo dije, no me hagas repetirlo mujer, solo Ulquiorra - replicó el ojiverde
- ¿Porqué ha preparado el desayuno? - preguntó curiosa la chica
- Porque tenía hambre... - respondió cortante el pelinegro
- No tenías que molestarte, yo podía hacerlo, solo tenías que despertar... - le interrumpió
- No te iba a despertar por una razón tan superflua, además soy autosuficiente, no eres mi sirvienta... - dijo solemne el ojiverde
Esas palabras le cayeron como agua fría, el espada durante el tiempo que lo conoció en el Hueco Mundo siempre fue educado, respetuoso, mantenía su espacio personal, era cruel con sus palabras por ser demasiado apático, severo y sin sentimientos.
- Bueno no me refiero sólo al desayuno... sino a todo el apartamento... - aclaró la chica
- Estaba desordenado - respondió simplemente
- ¡Come! - ordenó el pelinegro
Orihime estaba acostumbrada a la exigencia del hombre frente a ella, sabía que no la dejaría levantarse hasta que acabará, se veía suculento, probó un trozo, estaba delicioso, sonrió de alegría ante la sorpresa, Ciffer comía en silencio, "podía preparar el desayuno solo para él, podía despertarme para ayudar con la limpieza, después de todo es mi casa, ¿no entiendo porqué tanta amabilidad?", pensó la pelirroja.
- ¡Apresurate!, ¡tenemos que irnos! - exclamó impaciente el pelinegro
- ¡Deme unos minutos!, ¡aún no me he bañando!... - le pidió la mujer
- Podías haberte bañando ayer en la noche conmigo... - lo interrumpió la chica ruborizada
- ¡Ya se lo dije!, ¡para usted es sencillo!, pero sigue siendo un hombre, es inapropiado... - el ojiverde intervino
- No me di a entender, me refiero a que se bañarla antes o después de que yo lo hiciera, además yo no siento pudor, morbo, deseo, pena ni vergüenza, solo me gusta el orden y la pulcritud si puedo llamarlo gusto... mujer te estas confundiendo por culpa de este cuerpo, como hollow mi piel es fría, no despide ningún olor; antes nunca te sonrojabas por mi presencia, ahora es diferente, tu cuerpo es el que siente atracción y deseo por el mío... - explicó con frialdad el arrancar
Inoue apretó fuerte su puño contra su pecho, que rabia le daba lo poco sensible que era Ulquiorra en esa situación, deseaba darle una bofetada pero en algo tenía razón, en el Hueco Mundo no se sentía tan abrumada por el ojiverde, aunque no creía que fuese sólo por su cuerpo falso sino a la actitud de Ciffer y el hecho de estar a solas.

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2 Semanas
FanficHan pasado muchas cosas, la vida ha vuelta a la calma desde que Ichigo perdió sus poderes de shinigami, han llegado las vacaciones intersemestrales cuando Inoue recibe una sorpresiva visita, de alguien que supuestamente está muerto, todos sus amigos...