Han pasado muchas cosas, la vida ha vuelta a la calma desde que Ichigo perdió sus poderes de shinigami, han llegado las vacaciones intersemestrales cuando Inoue recibe una sorpresiva visita, de alguien que supuestamente está muerto, todos sus amigos...
El hollow estaba perdido, no era la primera vez que no sabía que hacer, ya le había pasado cuando era un adjunca, pero sí era una experiencia diferente, una más dolorosa, se sentía mucho más sólo, en esta ocasión no quería simplemente ir a un lugar solitario, lo que deseaba era olvidar. De ambulo por los casinos, por días y noches enteros apostando, apenas comía, apenas dormía, solo iba al hotel a bañarse de vez en cuando, era irreconocible, aquel orgulloso caballero que recorría los pasillos de Las Noches causando respeto había desaparecido, lucía cansado, herido y aun más fría se sentía su mirada.
Paso así semanas, no tenía planes, mientras que Orihime regresó a la escuela, el ojiverde andaba por el casino buscando una buena mesa para apostar, había ganado más dinero del que una persona normal hubiera podido en años, entonces escuchó una voz desesperada en la mesa de la ruleta.
- ¡Ayúdenme por favor! - dijo un hombre joven
Nadie se acercó, todos pasaban de largo, el muchacho seguía pidiendo consejos para apostar en la mesa, el pelinegro se acercó al inusual hombre.
- Nadie te va ayudar - le comentó el arrancar
- ¿Porqué dice eso señor?, usted se ve de mi edad, incluso más joven... - dijo el ingenuo
- Primero dime tú nombre, ¿porqué quieres ayuda?, los apostadores no rebelan secretos, aprenden, estás solo... - recalcó el espada
- Soy Sosuke, Mitarashi Sosuke. Quiero hacer crecer este dinero rápido, obtuve una beca para Yael... - respondió el inocente
- Si tienes una beca para ¿qué quieres multiplicar ese dinero? ... - preguntó el pelinegro
- Este dinero lo ahorraron toda la vida mis padres, ellos murieron y me lo dejaron para que pudiera estudiar, pero aún con la beca todavía necesito comprar libros, pagar alimentos, rentar o alquilar un cuarto, por eso necesito aumentar ese dinero en lo que obtengo un trabajo... - explicó Sosuke
"El mismo nombre que el del señor Aizen", pensó el ojiverde, entonces miró hacia la mesa donde giraba la ruleta, el muchacho siguió la mirada del arrancar, por lo que se dirigió hasta ahí el joven ingenuo. Puso todo su dinero en el 7 rojo, sin embargo aún no dejaban caer la pequeña pelota en la ruleta.
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El hollow fue hasta el lugar de la apuesta, puso un par de sus propias fichas sobre las de Mitarashi, justo en el momento en el que soltaron la pelota el pelinegro movió la apuesta hasta el 4 negro, para asombro de todos los jugadores el número ganador fue ese 4, pero el espada no se quedó para ver el resultado, se fue a una tragaperras, en la cual también sacó el premio mayor; aburrido el ojiverde se dispuso a irse de ese lugar, sin embargo su escape quedó interrumpido por la voz de Sosuke.