Mi nombre es Lindsay Morgan Woods Allen.
Actualmente tengo un trabajo estable soy pediatra, los niños son mi especialidad, aunque también soy agente de la Organización Internacional de Detectives Privados.
Pero no me hubiese graduado a mis veintitrés si no fuese por mi gran esfuerzo en la secundaria, llegaba temprano muchas veces a pesar de que las cosas en mi casa fueran un desastre.
Siempre odié mi primer nombre porque me hacía ver todo una chica mimada y así solía llamarme mi difunto padre. Me dieron él título de nerd cuando cursaba él cuarto año. Si están imaginando mi historia, así es, tienes razón, no soy rubia soy morena pero me llamo Lindsy y eso me brinda cierta etiqueta, me cambié de secundaria en mi año de graduación y fue un cambio no tan desagradable.
Todo una chica cliché con una historia cliché. Pero siempre nuestras historias tienen un pequeño detalle que es él factor necesario para convertirse en esto, y no fue él hecho que en mi último año cambié radicalmente, ese factor se llama él típico badboy que las chicas tienen en sus historias, pues en la mía aunque hubieran chicos por doquier sólo quería uno y viví una tortura por tenerlo cerca. Tampoco viví secretos familiares de mis novios y ningún mafioso me secuestró.
Me daba nostalgia recordar ese último año, aunque si conocí al chico guapo que me movió él tapete hubo uno que llegó a cambiar mi vida en ese año, aunque no de la manera que esperaba.
Mi consultorio estaba vacío y recibí una llamada de la recepción.
— Hola Morgan, recibí una llamada de un viejo amigo hoy su sobrino de siete años esta muy mal, podrías por favor irle a ver, pagará bien por la consulta.
— Sabes que mi trabajo es caro, ¿Será alguien rico quien me quiere contratar?
— Ellos podrán costearlo.
— Entonces mi trabajo no será gratis Dana, sabes mis honorarios.
— Puedes perder tu licencia por esto Morgan.
— También puedo ganar más si pierdo mi licencia, sé que me arriesgo a entrar en prisión pero tengo influencias que lo impiden. Dame la dirección y nombre de la persona a cargo del niño.
— Él niño se llama Tyler Reed, él encargado del niño es Christopher Turner.
Mi corazón se aceleró de manera precipitada y sentí la necesidad recordar cada minuto de alegría y sufrimiento que Christopher y yo pasamos, pero se había terminado y después de años de no saber de él, ahora estaba a un viaje de distancia.
Voy a hacerlo de manera sencilla, les invito a ver mi historia.
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¡Morgan es un cliché!
RandomA Lindsay no le gusta su nombre, prefiere que la llamen Morgan. Lindsay tiene problemas con su familia pero tiene dinero. Lindsay enamora a todo un instituto pero no puede olvidar una pequeña aventura de una noche. Pero Lindsay sabe que todo eso lo...