¡Morgan es un cliché!

¡Rubia al ataque!

Un mes después

Era un día como cualquier otro, nada lograba animarme últimamente, extrañaba a mi madre, por lo menos verla rondar por casa me daba el alivio de que estaba conmigo, ahora la tía Isabel me enviaba mensajes diciendo que estaban bien.

La mañana estaba muy fría pero ya estaba tomando el desayuno, y como era de costumbre Finn no estaba en casa, Charlie tomaba el desayuno conmigo, eran unos pancakes que Bruno preparaba de manera perfecta y esponjosa estaba haciendo tanto frío que creía que pronto iba a nevar.

— Tienen que llevar un buen abrigo, el clima se pone feo — Habló Bruno mirando por la ventana.

— Llevo el abrigo negro que me regaló mamá hace un año.

— Y yo le tomé prestado uno a mi padre.

Ellos eran los únicos que sabían la falsa muerte de mamá, pero sólo el señor Turner y yo sabíamos dónde se quedaba, me preocupaba no recibir indicaciones, pero debía ser paciente, la última vez que le vi, me enteré del grandioso plan para atraparlo y llevaría tiempo.

Después de la muerte de mamá Finn no pasaba mucho en casa, pero cuando llegaba sólo quería dormir y que nadie lo molestara, cuando las autoridades le dieron el acta de defunción mostraba que habían sido dos víctimas, mi madre y el bebé que esperaba, parece que lo afectó de alguna manera.

Terminamos el desayuno y el mismo Bruno nos llevó a la escuela, hoy debía practicar mí solo, la academia de baile a la que quería ingresar se fijaba en el talento y el dinero no me ayudaría a entrar.

Cuando bajamos del auto me despedí de Bruno. Entramos al colegio y Charlie se despidió de mi para irse con sus amigos mientras yo miré a Nate acercarse.

— ¿Como estas linda? — Dijo plantando un beso en mi mejilla.

— Estoy algo mejor sólo que hace frío.

— Tienes razón, ¿Viste las novedades?

— ¿De qué hablas? — Pregunté intrigada.

— Nos cambiaron de salón preciosa, ahora nos dividen en grupos y estamos en el peor grupo de todo el maldito colegio.

Ya no quería más malas noticias, pero esa me puso de un humor extraño, me cambiaban al grupo de Gela, Dana y Lucy. Pero quería mantener la paz que me propiciaba Nate al estar con él.

— ¿Para qué clase vamos? — Le pregunté.

— Con el amable Christopher Turner.

Últimamente había estado algo pérdida con mis horarios, mi vida ya no era la misma, ya nada era lo mismo.

Christopher había estado distante conmigo, y tampoco tenía la intención de acercarme demasiado, de vez en cuando cruzábamos miradas, pero no pasaba de eso, tampoco asistió al funeral de mi madre, aunque fuera falso me dolía saber que ni siquiera un lo siento me dijo, estaba claro que él no sabía que no había muerto de verdad, pero no me sentía apoyada, sólo Nate estuvo conmigo y parte de la familia de Finn también, pero algunos Woods tuvieron la decencia de darme el pésame. Hasta el señor Christian estuvo allí, pero él no.

Cuando llegamos vi a la rubia que entró de mi colegio anterior, Amber, estaba con su estúpido grupo de súbditas queriendo comerse a Nate con la mirada.

Ambos nos fuimos a los lugares de la esquina, pero empezamos a ser rodeados por Lucy, Gela y Dana, eso era ser popular, estar rodeado de personas y no me sentía bien para estarlo.

— Morgan nena, ¿Como te has sentido? — Preguntó Dana.

— Estoy mejor gracias por preguntar de verdad las aprecio mucho.