Casualidad

171 17 14
                                    

Seis años atrás

Era una mañana bastante fría de abril, me levanté tarde, así que decidí vestir una blusa negra y mi suéter, una licra cómoda, zapatos deportivos, eran Nike de única clase, fue él regalo de mi madre tras mis dieciocho años. Y opté por un pequeño gorro de lana que cubría mi  cabellera, apenas llevaba una semana de clase en esa maldita escuela y todos eran demasiado normales para mi gusto, niñas fresa, los chicos del equipo de béisbol que si que estaban calientes, y él resto de personas. Para mi era de admirar los artistas como los escritores y músicos.
Daba las gracias porque nadie me notaba a veces, y sólo susurraban cosas acerca de mi aspecto.

Devoré a la mitad mi sándwich y me fui hacia él auto, él chofer me sonreía como cada mañana, era bastante amable conmigo y tenía toda mi vida de conocerlo.

— Oye Bruno, puedes decirle Magda que bañe a mi perro por favor.

— Será todo un placer.

Llegamos aquella enorme prisión como yo lo llamaba, hoy tenía que practicar mi solo de danza contemporánea, debía ser una verdadera sorpresa para todos según mi entrenador, fui a la taquilla a guardar mis cosas cuando noté que un trio malvado de chicas me miraba desde la otra esquina, murmuraban algunas cosas que no podía oír pero podía sentir.

Seguí guardando mis cosas y cuando cerré la puerta ya estaban cerca de mi.

— Hola Lindsay — Me habló amable una de ellas.

— Si vienen a molestar sugiero que no lo hagan — Dije mientras comía una manzana que tenía en mi mochila.

— No queremos eso, soy Dana, ellas son Lucy y Gela.

— Conozco a Gela — Reí ante aquel nombre peculiar — Estabas en mi escuela anterior ¿No?

— Así es.

— Bueno imagino que están aquí para pedirme algo, no hago tareas gratis, son 5 dólares por tarea.

— En realidad no lo hacemos por eso, según Gela eres un verdadero genio de la danza y queremos clases.

— Una vez a la semana después de clases, la secundaria me paga así que ustedes no tendrán que hacerlo, sólo les pido ropa cómoda y zapatillas especiales, nos vemos la otra semana.

Todos sonrieron y para mi desgracia absoluta llevaba dos minutos de retraso para mi clase de literatura. Corrí con la manzana en la boca. Busqué él salón cinco, corrí aún más y en la entrada oí que él profesor pasaba lista pero no era él mismo anciano de siempre esa no era su voz.

— Lindsay — Llamó.

— Presente — Respondí con la boca llena mientras llegaba a un escritorio vacío en la parte trasera del salón.

— ¿Algún justificante para estar tarde en mi clase?

Cuando miré que no tenía un anciano como maestro mi vista se enfocó en sus ojos azules, tal vez media un metro ochenta la barba recortada, y se vestía de manera inigualable, este chico es una estrella de cine, no tenía pinta de ser profesor en lo más mínimo.

— Soy nueva y prefiero que me llame Morgan.

— Bueno Morgan a mi clase nadie llega tarde, para la próxima sería mejor que asistas puntual.

Oí los susurros de las personas y algunos comentarios de burla.

— Y eso va para todos, ¿O prefieren un castigo general por burlarse de un compañero?

De inmediato la clase hizo silencio y noté que las tres chicas que me interceptaron antes de entrar no compartían clase conmigo.

— Ahora me presento formalmente, soy Christopher Turner, su profesor sustituto del señor Mei, él ya terminó su carrera y estoy aquí en su lugar, nuestras clases serán...

¡Morgan es un cliché!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora