— Blake Pov —
¿Haz sentido tu pulso acelerado al punto de creer que te dará un ataque al corazón? El cosquilleo inquietante que nos hace estremecer minuto a minuto, el tiempo se te pasa lento y tu respiración empieza a ser lenta y pesada.
Estaba reviviendo la pesadilla de mi hermano una vez, y en esta ocasión me asustaba no llegar a tiempo, Morgan es la persona más inteligente que conozco ella sabrá como salir de la casa, pero las bajas temperaturas, los animales salvajes y los bebés son factores que me provocan la inseguridad que siento.
— Estoy llegando, se ven luces en la casa y una Minivan afuera, los Turner y yo vamos a ingresar — Dije al radio en mi camioneta.
— Se les dio la orden de esperar refuerzos, repito, no entren a la casa.
— A la mierda con esto, hay que corroborar que ellos no saben que Morgan estuvo en la casa, Christopher ve por la puerta trasera, Blake ven conmigo — Dijo Christian.
Estábamos por entrar cuando vimos el auto de Lydia llegar, ella bajó del auto con un chaleco antibalas y un arma en mano.
— ¿Vamos a entrar? — Sonrió la rubia.
Christopher y Lydia fueron por la parte trasera mientras que Christian y yo fuimos al frente, ellos no se habían percatado de que nosotros habíamos llegado.
— ¡FBI abran la puerta!
Todo quedó en un silencio sepulcral, Christian no esperó mucho y pateó la puerta, ellos abrieron fuego contra nosotros que apenas alcanzamos a escondernos detrás de un sillón, en ese momento Christopher y Lydia entraron y dispararon a todos los de adentro.
Respiré profundamente, ahora debía encontrar a mi familia.
— ¿Alguno vivo? — Preguntó Christian.
— Uno herido en el pecho, los refuerzos lo llevaron al hospital, llegaron rápido.
Puse mi arma en su lugar y corrí por la sala buscando indicios de que era lo que buscaban esos malditos en mi casa, todo estaba desordenado, sin embargo parece que no hubo éxito, subí a la habitación de Leo y olía a su shampoo, la bañera aún tenía agua en ella, revisé bajo la cama y vi que faltaban las dos armas, al abrir el cajón hacía falta el porta bebé de nuestro pequeño.
Al acercarme a la ventana estaba cerrada pero supe que por allí habían salido, hice el recorrido del tejado que era sumamente alto entonces recordé el boquete que le hice al garaje hace algún tiempo, caminé y efectivamente bajó por la escalera, imité sus pasos y cuando toqué el suelo fui a buscar nuestra mochila de emergencia, le hacían falta cosas bastante necesarias. Faltaban las bengalas.
Es mi chica lista.
Tomé un abrigo, más armas, una mochila con comida y cosas de Leo, cuando estaba por irme Christian se me apareció en el garaje.
— ¿A donde vas? Ya búsqueda y rescate esta buscándolos.
— ¿Crees que se dejará encontrar tan fácilmente? Una madre tiene el poder de hacer hasta lo imposible por sus hijos, si ella ve hombres desconocidos acercarse lo más probable es que sean asesinados allí mismo, necesita sentirse segura y estos bosques son enormes, sólo yo sé a dónde va.
— Te acompaño, las cosas se pueden complicar — Dijo tomando otra mochila con su arma y un abrigo bastante caliente.
— No irán a ningún lado sin mi.
Lydia hizo su maleta, detrás venía Christopher y no quedó más opción que llevarlo con nosotros, búsqueda y rescate había detectado movimiento cerca del norte cosa que me pareció familiar, quería ser encontrada rápido pero no podía permitirse ser descubierta por el enemigo.
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¡Morgan es un cliché!
De TodoA Lindsay no le gusta su nombre, prefiere que la llamen Morgan. Lindsay tiene problemas con su familia pero tiene dinero. Lindsay enamora a todo un instituto pero no puede olvidar una pequeña aventura de una noche. Pero Lindsay sabe que todo eso lo...