PENSAMIENTOS CONDENADOS

515 66 48
                                    


Sidon siempre sospechó algo sobre él, pero la confirmación a estas sospechas fueron suficiente como para romperlo.

Sidon permaneció despierto en la cama acuática esa noche, mirando hacia el techo. A pesar de que Nami se había sentido mejor, todavía no podía permanecer sumergida en el agua por mucho tiempo y quería estar cerca de Sidon y Link. Como resultado, la niña estaba acurrucada contra el costado del príncipe, profundamente dormida, y como Link evidentemente se movía mucho mientras dormía, decidió evitar a la enferma y acostarse al otro lado de Sidon.

Hubiera sido mucho más fácil para el príncipe procesar su insoportable ola de emociones si el hyliano no se hubiera dado la vuelta de repente, pasando un brazo y una pierna sobre su pecho antes de soltar un ronquido.

Oh, no, era adorable.

Sidon tragó saliva y trató de concentrarse más en la chica zora metida cuidadosamente entre su brazo y su tronco y menos en el pequeño hombre cuyo cabello dorado rozaba su cuello.

Finalmente, Link se dio la vuelta nuevamente y se quedó más cerca del borde de la cama el resto de la noche, pero eso no ayudó a Sidon a quedarse dormido como pensaba que podría hacerlo. La calidez que comenzaba a gustarle desapareció. Colocó su mano libre sobre su pecho y pasó el tiempo antes del amanecer respirando lentamente y tratando de calmar sus frenéticos latidos.

A la mañana siguiente fue la primera mañana en que Minami estaba lo suficientemente bien como para ir a la escuela y justo cuando Sidon pensó que Link no podía empeorar las cosas, el hermoso y pequeño hyliano se ofreció a ir con ellos al patio para dejarla. Permaneció cerca de Sidon durante todo el camino, y le costó todo lo que el príncipe Zora tenía para evitar tomar la pequeña mano de Link para memorizar cada línea, cada callo, cada cicatriz. Oh, Sidon nunca había participado en una prueba tan intensa de fuerza de voluntad.

Minami fue recibida con una cálida bienvenida por parte de sus compañeros de clase, maestros y sus otros cuidadores y Sidon fue rápidamente invadido por mujeres jóvenes que no lo habían visto en más de una semana porque estaba cuidando a una niña.

—Mi príncipe, ¿cómo estás?

—¡Eres tan bueno con la pequeña Minami!

—¡Te extrañamos! ¡Las mañanas no son lo mismo sin ti y Minami aquí!

—¡También es bueno verlos a todos! —Sidon sonrió—. He estado muy bien. Sin embargo, es un alivio que Nami se sienta mejor.

—Me lo puedo imaginar —Torfeau asintió—. Debe haber sido difícil.

—Oh, no fue nada comparado con lo que Nami tuvo que enfrentar, estoy seguro. —Se rió Sidon.

—Aún así —dijo Midra—. ¡Tendrás un descanso ya que Kodah y Kayden están de vuelta!

El príncipe Zora miró a la joven sorprendida, sintiendo su ceño fruncido.

—¿Qué?

Midra le dirigió a Sidon una mirada extraña. Evidentemente, el pánico interno que sintió se había filtrado a través de su expresión. Intercambió una mirada con Torfeau, quien dijo:

—Bueno, ya que regresaron de su luna de miel y Minami está bien otra vez, es hora de que se la quiten de las manos... ¿no?

Sidon miró a Torfeau con los ojos muy abiertos y trató de ocultar el hecho de que sintió que su corazón se rompía un poco.

Laflat le había contado la noticia ayer, pero al escuchar la confirmación de que esta era su última mañana dejando a su pequeña en la escuela...

Sidon's Epic Pining Adventure  | SIDLINK | TRADUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora